Capitulo 2

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Un año y medio después.......

Lo enfático que fue Namjoon acerca de que acudiera a un centro de rehabilitación, dio frutos inesperados. Un año y medio basto para poder salir de ese asqueroso centro, si bien; mi tratamiento de desintoxicación marcho bien, lo difícil fue mi neuroregulación, ''psiquiatra'', aun puedo oír su voz, su estresante voz, no quería que me ayudara, pero aun así me hicieron querer, - todo en contra de mi voluntad-.

''dado de alta''

Esas palabras me llenaron de felicidad, y pánico a la vez, ¿Qué voy a hacer ahora? después de esto, ¿Qué es lo que sigue?

El aire fresco golpear mi rostro al poder dar el primer paso sobre la acera, ''libertad'' ''temor'' es lo primero que note, aparentemente me había adaptado a la vida silenciosa y aislada dentro de ese lugar, donde no ubérrima las personas.

Tanta gente caminar por las calles, vehículos pasar, personas vestida con diferentes colores, diseños. – no más batas blancas-. Mis ojos ya no solo percibían el color blanco que vio durante más de un año.

''De vuelta al mundo de mierda'' el bullicio estaba de nuevo ante mis ojos. A pesar que estuve en esa clínica por un año y medio, y ansiaba por salir, aun no dejaba de pensar que el mundo, - corrección- mi mundo fuera una mierda. Estaba solo, Namjoon, mi único amigo me visitaba cada tres meses o más, - la razón- una chica, su trabajo, también llevaba una vida ocupada como el resto. Pero tener una relación sentimental con alguien, según el ''era mucho esfuerzo y tiempo'' así que era el factor más grande por lo cual no iba a verme. Tampoco es que lo deseara.

Namjoon había conocido una chica en una tienda de discos de la ciudad hace un tiempo, y según a lo que me conto, fue amor a primera vista, y bla, bla, bla.... Esas babosadas de cursilerías.

Siendo sincero, me sentía feliz por él, se le notaba boyante cada vez que iba a verme, y a mí, aunque no lo quería admitir, en el fondo de mi me hacía sentir más mierda de lo que ya era, no lo decía por en envidia, sino que, hablar de mujeres me hacía recordar a SunHee, y eso hacía que pensara cada vez más en ella.

No sabía nada de SunHee, desde que Namjoon dijo que se veía más hermosa que nunca aquella vez, no lo dudo, ella siempre se veía hermosa, pero no saber de ella en tanto tiempo, me hacia la mente fosfática, sabia de ante mano que ella no quería saber de mí, que para ella había muerto, pero en cambia, para mí, ella seguía más viva que nunca, jamás deje de pensar en ella los 546 días que estuve internado en ese jodido clínica de mierda.

Salir del ahí sin rumbo, no era mi único problema, estaba empezando a oscurecer, y el frio se estaba poniendo cada vez más vehemente, mi sudadera no iba a cubrirme en nada si seguía helándome afuera, y mi antiguo departamento, de seguro ya lo habitaba alguien más.

Decidí caminar un poco más por las calles pobladas de Seúl, así entraba en calor, y con suerte encontraba algún teléfono público.

Llámenle como quieras, destino, suerte, hado o coincidencia, pero mientras caminaba, a lo lejos pude observar uno, casi corriendo y con la respiración agitada, llegue a él, me calme de sobremanera al sentir mí única esperanza casi cumplirse, la única manera de no dormir en la calle hoy estaba de tras de la línea.

Saque de mi sudadera negra un papel apuñado donde venía el número telefónico de Namjoon, sé que lo iba a tomar de imprevisto, pero era al único que podía acudir. Introduje una de la poca miseria de dinero que traía en mi bolsillo, y marqué los números que apenas se podían percibir por lo borrosos que estaban, maldecí en bajo al no alcanzar a verlos con claridad.

Tomorrow; Min YoonGiWhere stories live. Discover now