Un Extraño con Autorizacion

Estrategias sin sentido

-Sabes que no estoy de acuerdo con esto – el alemán pudo dirigir su mirada en un fugaz movimiento a las cámaras de seguridad – y que considero que están subvalorando a Stark, lo tratan como si fuera una niña que le acaban de decir que su príncipe azul siempre fue un idiota... Stark suele ser un tarado pero es uno con cerebro.

-Erik...

-Tu, Richard, Pepper, su amigo el sargento y claro, Stephen... todos ustedes están tratando a Stark como una nena, como si creyeran que dejarle solo le significaría encerrar a llorar, querer gritar a todas partes y después buscar el suicidio como solución. Creen que se encerrara nuevamente en el Alcohol, que con la sola mención de Rogers se sonrojara y –suspiro -... lo están menos preciando.

-Es difícil no sentir que lo que le sucedió fue el más bajo de los golpes... -alzo su mano derecha para dirigirla a su hombro contrario, y tan solo rozar los dedos del opuesto – Pero aun se ha mantenido recto: por un consorcio que llevar, por una familia que aun mantener, por una nación que apoyar. Tony se ha mantenido aun a pesar de que sinceramente me gustaría que llorara un poco como si estuviera viendo "siempre a tu lado" pero no lo hará.

-El lloraría con Wall-e – la risa del inglés fue refrescante para Erik, quien detuvo finalmente sus pasos hasta las puertas que en automático se abrieron de par en par – Si esto es por el bien de Tony, ¿Por qué debo firmar yo también?... no estoy de acuerdo con esto, Por mí, SHIELD y todo lo que sea estos acuerdos pueden irse por un tubo.

-Porque no vienes a firmar amor... -Charles giro levemente la cabeza para ver a su marido y posteriormente a la chica dentro de la sala, quien les miro a una larga distancia – Wanda ha regresado...- Erik había dejado de escuchar a su marido en cuanto sus ojos notaron aquella cabellera castaña y esa particular mirada – ella..

-Los ayudare a llegar con Steve Rogers y su equipo – la chica hablo mirando a su padre. Instintivamente una de sus manos se apoyó en su vientre – Pero si me prometen que me ayudaran.

Visión... Erik aún recuerda el apodo que le daba a aquel extraño chico del que su hija se había enamorado y que consideraba que llevaban una relación de lo más tortuosa y agónica... y ahora, no podía más que revivir esas sensaciones de tan solo ver donde estaba la preocupación de su hija.

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Extendió la palma para llevarla hasta el lector digital. El fino hilo rojo virtual se deslizo leyendo completamente sus huellas, mientras los ojos del médico no dejaban de poner atención a todas las cicatrices que sus dedos cargarían por toda la vida. Un precio lo bastante bajo en comparación a todo lo que había perdido y todo lo que se le había revelado como la cruda realidad.

Las puertas de aquel taller se abrieron para él. No fue difícil distinguir entre los pedazos de metal, los cables y todas las conexiones al moreno dueño de todo lo que tocaban sus pies.

Tony parecía sumergido en una tarea. Pudo notar sin ser un genio en la robótica ni en la mecánica que nuevamente intentaba arreglar aquella silla de ruedas que había hecho para Charles hacia unos años y que Erik había hecho lanzar por una ventana cuando la discusión de quien sería el que moviera a Charles era el foco de aquella tarde. Recordó que había sido una reunión entre amigos y que todo había terminado en pelea de borrachos y rizas de resacas el día siguiente.