Imaginas Cnco

Christopher Velez #1

Aqui estamos, en una fiesta para anunciar tu compromiso pero para mi suerte... no te casarás conmigo.
Verte feliz era todo lo que a mi me importaba y si conmigo no encontraste esa felicidad pero con él sí, yo no te lo voy a impedir aunque me duela.
Aún no sé porqué me dejaste pero tus razones tendrás.

Ahí estás, sonriendo tomada de su brazo pero esa sonrisa no llega hasta tus ojos como cuando estabas conmigo, ya no tienes ese brillo.

Me duele pero tú eres feliz. En algún momento me viste y tu sonrisa se desvanecio, seguro ni imaginabas que vendría aquí pero yo jure estar contigo en tu fiesta de compromiso aunque claro, cuando lo prometi tenia la idea de que sria conmigo con quien te casaras. 

Sin esperarlo caminas en mi dirección y cuando pasas a mi lado, me ves y después ves al piso intentando decirme algo. Con el ceño fruncido volteo. Dejaste caer un papel. Te busco con la mirada y ya no te veo.
Disimuladamente recojo el papel y lo leo
Te veo en cinco minutos en el estacionamiento, ve por favor.

Está escrito en una servilleta con tu perfecta caligrafía.
Me disculpe con los chicos y salí en dirección donde me citaste
Ahí estás, caminando de un lado a otro con un vestido rojo ceñido, tacones negros y labial rojo también, mi favorito que se vuelve especial cuando lo veo en ti.

—Chris —dices mi nombre en un susurro y me abrazas

— ___ ¿qué pasa?

—Necesito que me digas una cosa—te miré indicando que siguieras— ¿aún me amas?

Me miraste buscando la respuesta en mis ojos y yo solo te tome de la cintura y te bese, al separarnos bajaste la mirada y sonreíste

—¿A pesar de todo? —asentí y una lagrima escapo de tus ojos— perdón... yo te amo y nunca dejaré de hacerlo

—¿Y qué pasó?

—Soy una apuesta perdida... le pertenezco a ese idiota

—NO... te deje ser feliz con él pero no lo eres... vamonos, escapate conmigo

—Si no lo decías tú lo haría yo —tomaste mi mano y me llevaste a un auto, me diste las llaves dejando nuestro futuro en mis manos—escogí el vestido especialmente para ti
Sonreiste y nos fugamos como dos adolescentes enamorados

—¿En que piensas amor?

—En cuando decidiste escapar conmigo —sonreí nostálgico  

—¿Te arrepientes?

—No, nunca lo haré... tengo una hermosa esposa y un hermoso hijo a quienes amo ¿cómo arrepentirme de ello?

—Dejaste a tu familia y a los chicos atrás... tus sueños

—Pero te gane a ti y ellos lo entendieron amor, tengo todo contigo
Deposite un beso en tus labios y nos acostamos para descansar.