-okaerinasai haruna chan -susurró alegré.

A pesar de las cosas, de los disturbios entre los dos hermanos kuran, el que estén a tan solo meses e incluso semanas, para que rido aparezca, kaien aprovechaba los pocos momentos felices que tenia con su hija. La cual lo necesitaba y él siempre iba a estar para ella, aunque cometa mil errores, él iba a estar a su lado, porque es su padre. 

.

.

.

Haruna estaba en su antigua habitación afilando sus shurikens y kunais, estuvo despierta toda la noche y la madrugada, no pudo dormir en ningún momento, su pasado la atormentaba.

-Hija, debes saber siempre que te amare.

Sangre en su mejilla, sus lagrimas caían sin parar, la niña de 7 años miraba con preocupación a su ser más amado.

-Recuerda todos tus valores, no olvides nunca quien eres, sé feliz y cumple tus metas, te amo mi pequeña princesa.

Él, siempre con una sonrisa en su rostro, incluso en sus últimos momentos de vida. El pecho de la pequeña era oprimido por un fuerte sentimiento de angustia, quería hablar pero el nudo en su garganta no se lo permitía, quería gritar, quería decirle que no la abandone, que no la deje sola.

Lo único que podía hacer era llorar y temblar de miedo, tristeza, preocupación y terror al ver en ese estado a su padre.

Pero.

El momento que ella mas temía llego.

Los ojos de su padre se cerraron y no se volvieron a abrir nunca más, sus lágrimas no paraban de caer y finalmente, bajo la lluvia fría y en ese lugar desolado, trago saliva fuertemente.

Los truenos sonaron y junto a ellos se escucho el grito desgarrador de la pequeña.

-PAPÁ!.

.

.

.

Ella subió a su cuarto con desesperación, estaba sola no tenia a nadie para protegerla.

Ese hombre la agarro y la golpeo.

-no te escaparas de mi.

Dijo con una sonrisa macabra, mientras ella lo miraba con temor.

Su ropa fue desgarrada y sus gritos y pataleos no paraban, gritaba por ayuda pero nadie llego.

-hermano ayúdame!.

Grito al chico que estaba mirando todo desde el umbral de la puerta, sus ojos eran tapados por su cabello. 

Ella sintió una pizca de esperanza, pero se derrumbo al ver su sonrisa.

Él agarro el pomo de la puerta y la cerro, como si en ese instante no hubiese pasado nada.

La niña estaba en shok, sentía las asquerosas manos y besos del hombre en su pequeño cuerpo en pleno desarrollo.

Ojos plateados.Where stories live. Discover now