͡❍↷,🌸ུ۪۪.₃O ̮ᴅɪᴀs ┢ғᴇʟɪᴅᴇ̈ ಿೖ̩ ͙̩̥ͅ❜❜

💗🌸24-Declaración🌸💗

—Declarate, no es tan difícil —rodó los ojos.

—¿Tu crees que es fácil?

—Es solo decirle “me gustas”, porque el te amo ya es exagerado.

Fede suspiro.

Volvemos, esta vez a sus trece, casi catorce.

Abby se le había ofrecido para poder ayudarle en su 'declaracion', aunque más bien, parecía un debate de si confesarse o no.

—No soy bueno con las palabras... —se apoyó en la mesa.

—¿Una canción? —lo miro —Tienes una voz que fue forjada por los dioses, no me digas que cantas horrible.

—Pero..., no quiero que sea una canción... —suspiro —, quiero que sea algo directo, pero a la vez lindo...

—¿Una carta? —pensó en voz alta.

—Dije directo...

—Una carta, dijiste que no eres bueno con las palabras, y no te animas a cantar, asi que ponte a escribir —le tendió un lápiz un papel.

Los tomó, y miró la hoja.

—¿Qué le escribo?

—No lo sé, resuelvelo solo, porque tengo que irme o mi madre me mata —tomó sus cosas —Suerte Bollito, y nos vemos mañana para tu confesión.

—Adiós Abby...

Esta salió de la casa, dejando al pobre con la pregunta en la boca.

Golpeó su frente con la madera de la mesa, frustrado.

—Así que...¿Una confesión? —volteó; su madre estaba apoyada en la puerta de brazos cruzados.

El menor solo pudo sentir como su rostro se calentaba.

—¡M-mamá! —esta se acercó.

—Te gusta alguien... —murmuró —¿De quien se trata?

Desvió la mirada.

No le diría obviamente que era un chico, al menos no ahora...

—Una...¿c-chica? S-si... —la mayor se sento a su lado, inhalo,y luego exalo.

—Dime, ¿quien es el chico?

La miro con temor y sorpresa. No dejaría que supiera.

—¿D-de que hablas?

Se dio una bofetada mental, no tendría que haber tituveado.

—Fede cariño, se cuando me mientes, si dijeras la verdad no te pondrías tan nervioso —le sonrio —. Hijo, tu padre y yo no tenemos nada en contra de esto, que lo sepas.

—M-mamá... —quería llorar, lo admitía, no pensaba que ambos progenitores lo aceptaran así como así.

La señora lo envolvió en sus brazos, brindandole aquella cálida sonrisa que hacia para calmarlo, y funcionó. Se separaron, Fede se habia calmado.

—Dime, ¿quien es el chico?

—¿Recuerdas a...Felix?

Se quedo unos segundos mirando a la nada, tratando de recordar la apariencia y nombre del mencionado, reaccionó.

—El chico que te decia “Fefi” de cariño , lo recuerdo..., era un encanto cuando lo trajiste.

—Si am... es el —desvió la mirada hacia la mesa, jugando con sus dedos.

La mujer rió ante tal acto de su hijo.

—Te le quieres declarar... —asintió —, ¿elegiste escribirle?