CAPITULO 3

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UNA PÍLDORA PARA EL DOLOR DE CABEZA

El despertador de Lou sonó en cuanto fueron las 8 de la mañana ¿Quién ponía una alarma un domingo? Me quejé internamente mientras luchaba para abrir los ojos, aggg no debí haber bebido, Lou a mi lado en la cama se revolvía del mismo modo que yo, la resaca también la tenía sufriendo.

-¿Por qué suena tu alarma el domingo?. -le pregunte mientras me sentaba en la cama y enfocaba con dificultad la pequeña maquina vintage que le había dado a Lou de cumple y está la había puesto sobre una repisa con mas objetos de apariencia pequeña, no me equivoque, coleccionaba estas cosas.

-lo sé! Olvide desactivarla. -me dijo arrugando la cara.

Luego de que dejamos de quejarnos por nuestra penosa situación, Lou y yo nos lavamos los dientes una al lado de la otra frente al espejo de su baño, los rizos de Lou estaban mas desordenados que nunca y mi cabello liso no se veía muy decente tampoco.

-ven, bajemos a desayunar. -me dijo, yo baje como si nada, sin pensarlo, debido a que el agujero en mi estomago amenazaba con succionarme.

-Hey! ¿Nos cantaran otra canción, chicas? -pregunto en cuanto bajamos las escaleras el cual si mal no recordaba se llamaba Quil, casi finjo mi muerte al recordar nuestro comportamiento de la noche anterior, y claro como eso no era suficiente, ahora yo estaba usando una camiseta de Lou con uno de sus Shorts de pijama, pero como ella era mas pequeña mis muslos estaban expuestos en exceso, y así estaba yo, enfrente de todos esos chicos, empezaba a entrar en pánico, aunque todos los chicos presentes estaban usando camisetas sin manga y pantalones recortados al nivel de las rodillas, deje de pensar en mis muslos cuando me percate de que todos los chicos compartían el mismo tatuaje sobre el brazo derecho.

-cállate Quil o te tirare una silla. -dijo Lou, tomando mi mano y empezando a caminar hacia el comedor, solo había una silla disponible en este, Lou y yo nos miramos. -siéntate. -me dijo señalando la silla mientras ella se sentaba sobre el regazo de un Seth con los brazos abiertos para recibir a su amada.

-¿Qué tal dormiste? -me pregunto Leah que estaba en una silla a mi lado.

-bien, gracias. -le dije tomando un pan de la mitad de la mesa, como todos.

alguien a mi otro lado puso frente a mí una taza de café. me gire para agradecerle, mi mirada se cruzo con la de Collin, yo le sonreí, el hizo lo mismo, yo desvié la mirada, pero aun sentía la suya sobre mí, vale esto era incómodo.

-¿te sientes bien?. -me pregunto Collin.

-si ¿Por qué? -le pregunte mirándolo de nuevo, no comprendía porque me lo preguntaba.

-bueno Lou no hace mas que quejarse porque tiene resaca. -me explico encogiéndose de hombros, la verdad era que desde que Lou se sentó sobre Seth no había hecho mas que decir que le dolía la cabeza para que este pasara sus dedos entre su cabello, manipulación total.

-ha, si... no es para tanto. -le dije, pero este puso frente a mí una píldora para el dolor de cabeza.

-gracias. -le dije sincera, la metí en mi boca de inmediato.

En cuanto desayunamos, mi plan era salir de allí corriendo, no soportaba la mirada de Collin sobre mí, y necesitaba descansar mas para mis clases del lunes, Lou me presto la ropa con la que había dormido y así subí en mi auto y manejé en dirección a mi casa mientras todos me despedían desde el porche.

COLLIN'S POV

-¿Qué le gusta a Anna? -le pregunte a Lou mientras la manada hablaba en la cocina y Lou estaba tratando de prestar atención a las noticias.

-tu no, por supuesto. -me dijo la pequeña bruja, evidentemente toda la manada la escucho, pues soltaron una carcajada en nuestra dirección, después de eso todos se pusieron en pie y fueron hasta donde estábamos para prestar atención y hacer preguntas.

-brujita no seas así, ayúdame. -le dije tocando con mi dedo índice su hombro, había comenzado a decirle brujita desde una vez que la moleste tanto que esta me lanzo una silla, temería por la vida de Seth si este no tuviera sangre de lobo corriendo por las venas.

-esta bien. -dijo Lou desviando la mirada de la pantalla del televisor a mí. -¿Qué quieres saber?

-van juntas a la universidad, pero ¿estudian lo mismo? -pregunte, todos mirábamos atentos a Lou.

-No, ella estudia administración de empresas. -me dijo. -¿sabes Collin? Ella era compañera mía en el instituto, ella sabe perfectamente quién eres tú.

-si era compañera tuya ¿Por qué nunca la vimos? -le pregunte intrigado

-intente que almorzara con nosotros varias veces, pues ella siempre almorzaba sola. -dijo suspirando. -pero siempre se negaba, un día me dijo que se debía a ti. -dijo señalando a Brady. -y a ti. -dijo para señalarme a mí, la mire contrariado ¿Qué había hecho yo?

-¿porque?. -preguntamos Brady y yo al unísono.

-miren, por muy geniales que ustedes se crean por andar con una chica y otra. -dijo mirando "disimuladamente" a Paul y Embry pues sabíamos que la puya iba para ellos también. -eso aleja a chicas que, si valen la pena, ustedes en el instituto coqueteaban a diestra y siniestra, hay tienes Collin, por eso tu impronta no se fía de ti. -me dijo Lou palmeándome un brazo, tenía razón, ahora creía que era un completo idiota. – chicos. -dijo mirando a Brady y a mí. -ustedes y yo tenemos la misma edad, yo ya me gradué ustedes apenas van en el ultimo año de instituto, y por eso, inasistencia por andar con muchachitas que no se respetan. -dijo Lou cruzándose de brazos molesta, cada que podía mencionar el hecho, lo hacía, nunca me habían afectado tanto sus palabras como hoy, pero lo cierto era que nuestra perdida de tiempo en el instituto en realidad se debía al tiempo en que tuvimos que estar alerta por culpa de la batalla contra los neófitos y luego contra los vulturi, por lo cual Seth también perdió un año, pero Lou ignoraba eso, pues aunque conocía la historia, ella insistía en que eramos unos mujeriegos.

-no entiendo porque aun no encuentro mi impronta. -dijo Embry, pues al parecer solo los menores estábamos encontrando nuestra alma gemela.

-yo se porque es. -dijo Leah. -los ancestros te castigan por usar la palabra 'impronta' irresponsable mente.

Todos nos reímos al recordar el hecho de que hace dos días habíamos estado comiendo hamburguesas en un restaurante de Forks y Embry estúpidamente había dicho -ella es mi impronta, estoy seguro, me he imprimado de sus senos- mientras miraba como se alejaba la voluptuosa camarera que nos había pedido la orden, nos habíamos reído de Embry, pero a lo mejor Leah tenía razón ya que no era la primera vez que Embry hacia comentarios de ese tipo.    

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Criaturas ¿hacemos maratón esta noche o miedo?

Destiny [Collin Littlesea] |Libro 2| De La Serie 'improntas'Where stories live. Discover now