CAPÍTULO 1

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LA INVITACIÓN 

-Hola Anna, como veras, mi nombre es Kim ¿podemos hablar? -era el mensaje que contenía la pequeña ventana que se desplego en mi perfil de Facebook abierto, el perfil del que provenía el mensaje se identificaba como <<Kim Samuels de Cameron>>, no tarde mucho en saber quien era, ya que teníamos varios amigos en común, personas de la reserva, entre esos Louisa Mill, la cual salía en varias de sus fotos.

-Hola Kim, claro. -respondí de vuelta.

-tengo entendido que tu y Lou son amigas, es decir, se conocían en el instituto, pero ahora ambas estudian en la universidad de Seattle, ella me habla mucho de ti.

-si... es decir, no éramos muy amigas, pero encontrármela en Seattle fue una sorpresa, ahora somo mas cercanas. -le dije recordando la sorpresa que me lleve al verla en la universidad el día de la inducción, yo estaba segura de que ella se iría a Florida en cuanto se graduara del instituto.

-vale... ella te ha cogido cariño.

-lo sé, yo también. -respondí sincera, mi ultimo año de instituto sin amigas había sido horrible, me había acostumbrado con el tiempo a estar sola pero cuando Lou llego, aunque no era mi amiga me hablaba amablemente y nos hacíamos compañía de vez en cuando, cuando la encontré en Seattle fue imposible no sonreírle a una cara conocida, llevábamos dos meses en la universidad y aunque estudiábamos carreras distintas cada que un espacio entre clases nos coincidía, lo pasábamos juntas.

-bien, no se si sepas, pero pronto cumplirá años, la mayoría de edad, estamos planeando una fiesta para ella, seria genial que puedas venir ya que eres su amiga ¿puedes?

-claro. -aunque medite por un segundo y pensé que era mejor no ir, no me pareció bien, a la larga Lou si era mi amiga, le tenía cariño ¿Cómo podía negarme? Aunque la razón de mis rechazos a ser más cercanas cuando estábamos en el insti, eran debido a sus amigos, ciertamente me intimidaba lo creídos que eran y de seguro estarían en su cumpleaños, pero pensándolo bien no era importante, ya no estaba en el instituto con ellos, no tenia que preocuparme por encontrármelos en los pasillos y tener que saludarlos después, todo estaría bien.

Me fui a la cama cuando el reloj marcaba las 11:50 p.m había hablado de todos los detalles del cumple de Lou con Kim, me había dejado muy claro lo importante que era que Lou ni sospechara que yo sabía cuándo cumplía años, me envió la dirección de la casa de la tía de Lou y nos despedimos cuando quedamos de acuerdo en vernos allí el sábado a las 7:00 p.m, en todo caso hoy era apenas jueves y tenia clases temprano en la mañana, me arrepentiría de desvelarme tanto.

***

-Hey! ¡despierta! -dijo Lou sentándose frente a mi en la mesa de la cafetería. -¿coqueteas con alguien últimamente? O ¿Por qué te desvelas? -me pregunto con una sonrisa pícara.

-tienes mucha imaginación, enana. -le dije, en tono de burla. -tenía un taller de contabilidad, casi no lo termino. -mentí.

-así me gusta, estudiosa, necesito la mejor administradora para mi empresa de moda. -me dijo, Lou tenia la idea de que una vez se graduara de diseño montaría un negocio y para administrarlo estaba yo, lo sé, optimista.

-sabes que te cobrare mucho por mi trabajo ¿no? -le dije con una sonrisa

-¿crees que no puedo pagarlo?- me dijo pasándome su libro de diseños e ideas, lo cierto era que tenía talento, debía dejar de burlarme de ella, talvez si que terminaba siendo mi jefa.

-¿tienes mas clases hoy? -le pregunte, mirando alrededor, en los restaurantes de la cafetería, para ver de qué me antojaba.

-no, mi profesor cancelo mi clase de la 1:00 p.m ¿y tú?

-no, ¿quieres que te lleve a casa? -le pregunte, Lou no tenia auto desde que casi se muere en un accidente automovilístico, razón por la cual cada que podía me ofrecía a llevarla o al menos a acercarla hasta la reserva para que no tuviera que coger un bus de Seattle a Forks, ella solo me sonrió mientras rebuscaba en su cartera, de la cual saco un juego de llaves de auto, yo abrí la boca en señal de sorpresa y las tome. -¿compraste un auto?

-no, es decir, sí. -dijo pensando como relatarme la historia. -Ann, ¿recuerdas que te conté que durante vacaciones trabajé en el supermercado de los padres de mi amiga Kim?

-sí, pero trabajar en un super tres meses no te da para un auto, Lou. -le dije

-no, pero ahorre cierta cantidad, mi padre me dio el resto. -dijo encogiéndose de hombros.

-¿así como así?¿después de lo que paso?- le pregunte entrecerrando los ojos.

-si bueno... yo argumente que no podíamos vivir con miedo el resto de la vida. Blah blah... además los buses siempre van llenos, es inhumano. -dijo haciendo un puchero.

-aja y lo convenciste... bueno ten mucho cuidado Lou. -ella asintió enérgicamente, luego de eso caminamos juntas hasta el parqueadero de la universidad y nos separamos para ir a casa, en el auto de cada una, pensé en ir en busca de su regalo, pero como juntas íbamos hacia la reserva ella podía ver mi auto, razón por la cual estúpidamente tuve que devolverme en cuanto nuestro camino se separó, luego de entrar en la reserva.

Decidí ir a Port Ángeles, recorrí todo el centro en busca de algo, los pies empezaban a dolerme y aun no decidía siquiera que debía darle, cuando pude ver al otro lado de la calle una tienda estilo vintage, no sabía que podría encontrar para ella allí, pero aun así no tenia nada que perder, por lo cual cruce la calle para entrar, sin pensarlo dos veces termine comprando un articulo de colección, era una pequeña maquina de cocer para decorar con dibujos dorados en la pintura, era encantadora, yo solo esperaba que le gustara.

Destiny [Collin Littlesea] |Libro 2| De La Serie 'improntas'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora