—Te tengo—Naru arrojó algunas bolas de hilo—¡Zuko!

La espina dorsal de Hypno se dobló, haberlo enfrentado en dos ocasiones le jugaba en contra.

Esferas de contenido desconocido salieron de las ropas del joven.

>> ¿Son o no son bombas? <<pensó Lerman.

Naru aprovechó para dejar algunas de sus ropas y salir corriendo, al mismo tiempo que manera discreta deslizaba algunas esferas blancas detrás de sus enemigos, el psicópata enfermo había optado por alejarse.

Con su antebrazo golpeo a las esferas arrojándolas hacia sus víctimas detrás de él, la reacción de Naru fue de seriedad, es decir, solo una fachada.

—El mismo truco no funcionará dos veces.

Sin ningún esfuerzo el muchacho fue aprisionado de nueva cuenta, Hypno lo levantó sin esfuerzo, sus brazos estaban atrapados. Lerman se acercó al imbécil que había interrumpido en tantas ocasiones.

—Vamos a jugar un rato mientras la maquina hace lo suyo—acto seguido abofeteó a Naru en dos ocasiones—espero que disfrutes esto tanto como yo lo haré.

Naru había mantenido a su otra compañera de tipo insecto escondida, pero Lerman logró divisar la figura de metapod en el cuerpo de Naru cosa que le causo un tremendo placer.

—Me pregunto ¿quién se romperá primero?

El tipo psíquico alisto un puño trueno y lo dirigió hacia el andrógino coordinador y su pokémon, el resultado fue la ruptura de la carcasa de color verde cuyos pedazos fueron esparcidos por todo el lugar.

Las risas de villano se escuchaban como en un filme de horror, malévolo ser que gozaba de la tortura y el pecado. Naru simplemente no pudo moverse después de eso.

Hypno preparó un segundo puño trueno para acabarlo de una vez por todas, pero antes de reaccionar un ala de acero que casi sume la cabeza del tipo psíquico. Hilda estaba de pie justo detrás de ellos, su rostro y cuerpo estaban sucios el golpe había alcanzado para darle una leve descarga así que estaba entumida, de su boca exhalaba un aire caliente como el de un monstruo del mito al ver a sus alimentos humanos en su laberinto. Sus iris habían adquirido un brillo violento y frío como una tormenta en medio del mar.

Y no solo ella los pokémon que deberían estar aturdidos en el suelo estaban de pie de nueva cuenta, por los labios carnosos de Hilda pasaban unos pedazos de baya curativa muy pequeñas.

Lerman estaba pasmado al ver tan cerca a alguien que parecía poder matarlo con los ojos, sus músculos recordaron el dolor intenso durante los entrenamientos de campo. Esa chica se había destacado por sus cualidades físicas al grado de ser comparada con agentes especiales a su temprana edad, cosa que fue el centro de los elogios del jefe Giovanni.

>>Tengo que distraerla y alejarme<<planeó.

Hypno aprovechó a su rehén, lo aventó contra una de las columnas, pero de inmediato fue rescatado por golbat en pleno viaje, para desgracia del criminal Hilda se había movido antes, mudkip que estaba en los hombros de su entrenadora arremetió contra con proyectiles de fango. Lerman intentó correr, pero antes de poder dar la vuelta para lograrlo, un puño firme se hundió en su pómulo.

La herramienta descolorida trató de agredir a la chica que, con dificultad, se separó del rango de ataque y se reunió con su equipo.

—Vamos ¿Qué ocurre, Lenny? Mueve tu estúpido trasero al campo de batalla —Hilda sonrió.

—¿Eres una salvaje? —el escuálido secuestrador frotaba su herida— ¡troglodita!

—Vamos Lenny—mientras daba algunos pasos imitando a los boxeadores— enorgullece a tu papi—la chica apuntó su dedo a su pecho—que tu próximo ataque dé justo aquí.

Pokémon: Sweet and Bitter Stepsजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें