Capítulo 14

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Una estela de polvo fue el resultado de los ataques, pero fueron golbat y mudkip los que aterrizaron a los pies de la banca de madera semi podrida. De pie con los brazos arqueados, el titan ocre miraba con asco y pena a sus oponentes que eran nada en comparación con su fuerte resistencia.

Con un horrido chillido, este empujó a Hilda que se había dirigido a salvar a su compañero; de fauces cayó vencida por la fuerza aplicada a sus espaldas. Un abrazo de dolor punzante se adueñó de sus brazos y manos.

-¡Cado, dispara chorro de agua; ¡golbat, ataque de ala!

Un flujo constante de agua cristalina que silbó cuando atravesó la atmosfera, fue interceptado con una terrible precisión con la ayuda de una mano recubierta con reflejo. El líquido fue desviado por la derecha que casi golpea a Golbat

Hypno, colocó su mano enfrente de un asustado pokémon volador, sin anticipación alguna, un ataque mental fue utilizado para clavar al ser azul en el suelo, con tremendo pesar fue llevado al suelo a una velocidad tal que, no fue hasta que sus nervios reaccionaron al estímulo y al verse en el suelo, que se dio cuenta que su esfuerzo había sido más que inútil.

La chica de ropas ligeras solo vio como sus compañeros eran apaleados por un enemigo claramente superior, sin embargo, ella se movió en dirección contraria para salvar al rehén.

Con uno de los pokémon derrotado por su debilidad de tipo, el único objetivo peligroso eran un anfibio azul que, en una pelea a corto alcance, se vería superado.

-¡Cado, defiéndete! -dio instrucciones poco alentadoras.

El simpático azulado utilizó de nueva cuenta sus bombas de lodo, sin embargo, corrieron el mismo destino que sus ataques anteriores, todo se esparció por el suelo, acto seguido, saltó contra mudkip, lo encerró en un cubo de cristal solo para arrojarlo por los aires y tomar posición para reunir partículas luminiscentes que se volvieron en su boca un cañón mortífero.

Sus brazos dibujaban el ataque de importante tamaño, con los ojos clavados en su objetivo y este siendo atraído a su final por la gravedad, nunca notó que el ser alado de antes se había posicionado a sus espaldas durante su acto acrobático.

-No somos-Hilda de manera increíble y, tal vez forzando sus músculos, se incorporaba despacio-¡Tan débiles!

Golbat se arrojó contra Hypno, asestó un poderoso ataque siniestro con sus colmillos, desviando el rayo peligrosamente cerca de los humanos. Pero sin perder oportunidad alguna, un segundo ataque de bolas de barro dañaron su rostro y nariz lastimadas, forzándolo a poner de rodillas.

Sus venas estaban por reventar, cuando se percató de su error su ira y sorpresa lo orillaron a debilitar la prisión de Naru, mismo que con la asistencia de Hilda se había podido incorporar.

El pokémon volador había tomado a su compañero desde los aires, se encontraban en frente de él desafiantes como una molesta Hilda que se sacudía el polvo después de asegurarse que su nuevo amigo se encontrara bien.

-Bueno, ¡que la verdadera batalla comience!

Los elementos de seguridad habían comenzado a dejar el área por instrucciones del pelirrojo agente, en medio de los disturbios, de las voces elaborando hipótesis ridículas con mayor intensidad, Abbie fue capaz de recordar algo extraño en la escena en donde momentos antes habían recogido el cuerpo herido de su amigo uniformado.

En un espacio rectangular de cemento y diversos materiales de bajo costo, con la ayuda de las luces intensas de algunos vehículos que transitaban el lugar y de las luces de un televisor antiguo repleto de polvo; la reportera observó que se encontraba la libreta de "novedades" del guardia de seguridad.

Por algún motivo la libreta de color verde fosforescente yacía debajo del escritorio junto a más hojas de función administrativa. Se alejó de los ojos de su supuesto aliado para inspeccionar mejor la escena.

El espacio estaba hecho un desastre sin remedio, el hombre tuvo que haberse defendido cuando fue atacado, su escritorio estaba adornado con su cinturón en donde guardaba la esfera de su fiel compañero que no puedo ayudar al amable señor de anchos huesos. Solo quedaban las hojas en las que estaba trabajando, con manchas de café derramadas en algunas orillas reposaban en la caoba.

Ella recogió todos los papeles del mueble e incluso los que estaban debajo del mismo, pero cuando su mirada se elevó para disponerse a marchar devuelta con las pocas personas que quedaban antes de parecer sospechosa y que la culparon de algún otro crimen, desde uno de los cajones del escritorio corroído por los años y la humedad, un destello de color azul salió de el y una masa como la de la noche del incidente se expandió frente a ella, como una mano gigante que titánica se disponía a tomar posesión de algún alimento.

Solo con la ayuda de la gravedad esta se dejo caer, el ditto de color artificial pasó por sus cabellos sin lograr sostenerse de alguna parte de ella, Abigail aun en suelo intentó gatear, pero el extraño pokémon le cerró el paso, sin escapatoria, su cerebro solo pudo procesar saltar por la ventana en la que por su figura esbelta podía pasar sin problema.

Su única pokéball se fue rodando de sus ropas hasta detrás de la puerta de hierro de la caseta de vigilancia.

Asustada y temblando se arrastró para pedir ayuda, sin embargo, un dolor agudo en su brazo derecho la venció sin la necesidad de gritar por reflejo, aquel ser se encontraba en su extremidad palpitante y repugnante.

Se combinó con su color de piel, imitándola a la perfección volteo desesperada con Adachi, su cabello de movía con el viento que desde el parque parecía haberse vuelto más pesado, con tirones de su piel el engañoso pokémon la obligo a unir sus dos manos, y repitió la acción de posesión.

Sus manos se movieron hacía el archivo y la fuerza de las extremidades se vio aumentada de manera sobrenatural, con sus manos los papeles de importante grosor comenzaron a crujir, cuando intentó gritar una de las manos sin control de la joven lo impidió, su boca hizo un sonido preocupante.

Adachi dirigía las fuerzas a la última ubicación conocida de las presas de Hypno, para despedir a sus fuerzas a tender las quejas de los vecinos y de los policías restantes que pedían una explicación pues Passione era su trabajo.

A pocos metros de él, el sonido era eclipsado, todo el mundo estaba sorprendido de lo que sucedía y los ruidos no desaparecían, el agente cerró la puerta principal para impedir que se llevaran evidencia importante.

Sin poder pedir ayuda, Abigail vio con desesperación que le era imposible zafarse del agarre y en su desesperación su brazo derecho había empezado un frenesí de arrancar hojas y dejarlas lo más irreconocible posible.

Entonces la buena memoria le dejó ver con esperanza su posición, recordaba en donde estaba su dedenne, por lo que en un acto de fe pateó la puerta. Una luz que iluminó también su corazón la dejo volver a respirar.

El pequeño roedor eléctrico atacó con una fiereza impropia de un ser tan pequeño, directo a la unión lo cual al parecer provocó que el camuflaje terminara al igual que la fusión. A pesar de la hinchazón de brazos, ella se apoderó de los que quedaba en el suelo de la evidencia.

La masa de ditto se expandió, como una cobija enorme que cubría todo a la vista de Abbie se deformó en una visón azul de marcas desconocidas.

-¡Electro cañón!

Adachi saltaba el muro para ver la escena, su eelektross acertó en la espalda de ditto mismo que perdió su forma e intentó huir de la escena, hacia una de las camionetas del equipo de camarógrafos que había sido subcontratado.

-¡Electro cañón!

-¡Trueno!

Ambos ataques viajaron a gran velocidad para estallar en las fauces del objetivo a pesar de tu tamaño.

Un tambaleante ditto siguió con su escape hasta caer y de alguna manera inexplicable derretirse en el suelo del estacionamiento.

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Buen día mis lectores, espero que hayan pasado rato confortable con las personas que más quieren.

Les presento otra parte de esta historia, esperando que haya sido de su agrado. Ansío poder leer sus críticas, recomendaciones y opiniones.

Pokémon: Sweet and Bitter StepsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora