Capítulo 15

406K 30.4K 2.9K
                                    

🦋

🦋

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


T E S S A N D R A

Me peino frente al espejo del baño y acomodo mi vestido. Cuando salgo, él me está esperando con una sonrisita, Dan toma mi mano y la aprieta como si estuviera reconfortándome, luego bajamos juntos las escaleras y nos adentramos a la sala de sofás elegantes.

Su madre está sentada en uno de los sillones. No puedo ver mucho, pero cuando se levanta su altura es lo primero que me sorprende, sin embargo, cuando fija su vista en la de su hijo no puedo concentrarme en otra cosa, sus pupilas verdosas sobresalen en ese rostro de rasgos afilados. Su delgado cuello está rodeado por un collar que hace juego con el delicado reloj de su mano izquierda, usa el anillo de compromiso y de matrimonio, irradia elegancia por cada rincón. Sus ojos son helados cuando mira a Dan, pero creo que se suavizan un poco cuando caen en los míos.

Un ruido me sobresalta, así que intento localizar de dónde proviene. Su padre camina hacia nosotros desde la chimenea. Es tan parecido al de la fotografía, solo que ahora su cabello café oscuro empieza a tornarse blanco y sus ojos azules son más celestes. Me recuerda a los hombres de negocios de las series que Maggie acostumbra ver, vestido con un impecable traje negro, le sonríe radiante a su hijo, puedo ver el parecido de ambos con ese simple gesto; y fija su mirada en nuestras manos entrelazadas sin disimulo.

—¿Cómo estás, Dan? —pregunta su padre, entretanto su madre sigue analizándome, intento aparentar que no me doy cuenta de su escrutinio. Trato de permanecer tranquila, concentrada y manteniendo mi respiración normal, aunque por dentro estoy temblando.

—A la perfección —contesta algo frío—. ¿Qué tal Miami?

—Ganamos, ¿no es maravilloso? —responde el hombre a lo que él afirma con un sonido nasal. Son tan distantes unos con otros, estoy segura de que, si mi madre hubiera llegado a casa después de viajar, habría corrido para abrazarme—. ¿Qué tal todo por aquí?

El señor me da una corta mirada, pidiendo secretamente que me presente. Dan suelta mi mano y rodea mis hombros, resisto las ganas de adherirme a su pecho y oler su olor a yerbabuena, después de unos segundos se aclara la garganta.

—Mamá, papá, quiero presentarles a Tessandra Winter, mi novia.

Me atraganto, ¿qué carajos acaba de decir?

Su padre sonríe, lo hace de verdad, tan grande que se forman unas arruguitas en las esquinas de sus ojos; su madre abre mucho los párpados, asombrada, pero se recompone en segundos y sube sus comisuras con calidez. Aunque algo ahí no me cuadra, no me permito bajar la guardia.

—Un gusto, Tessandra. —Me ofrece su mano, la tomo y la sacudo, sintiendo la firmeza del saludo—. George Adams.

—Dígame Tess —pido cuando encuentro mi voz—. Encantada, señor.

Gardenia © ✔️ (TG #1) [EN LIBRERÍAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora