Ajusto mis botas y con unos esfuerzos me monto sobre la yegua. Tomo las riendas con ambas manos y tomo curso hacia el bosque, un pequeño recorrido con aire fresco podría ser una ayuda para aclarar mi mente.

A medida que penetro en el oscuro paisaje siento como una sensación de libertad invade mi cuerpo. El aire golpea mi rostro, y eso sólo me impulsa a ir más rápido.

Hay una variedad de árboles que me rodean, los olores de las flores y simpáticos sonidos crean un cálido y amigable ambiente, perfecto para soltar todo el peso que cargo encima.

De la nada, Luna suelta un quejido y se levanta, haciéndome tambalear y caer al suelo en cuestión de segundos.

El impacto hace que todo mi peso caiga sobre mi pierna. Arde y duele como mil demonios. Maldición.

La yegua se percata de mi estado y se agacha hasta mi altura, dándome su lomo como apoyo. Hago mis intentos para levantarme, pero se me hace imposible.

¿Qué haré ahora? Mis padres ni siquiera deben saber que no estoy en casa, menos Francisca. Ya se hace tarde, y estoy demasiado lejos cómo para llegar a algún claro en este estado.

Una idea destella en mi loca cabeza, gritar y pedir auxilio.

— ¡Ayuda! ¡Necesito ayuda! —Exclamo con toda mi fuerzas.

Grito una y otra vez hasta más no poder. Para mi sorpresa, un sonido de hojas en movimiento interrumpe el silencio, ¡alguien viene!

Espera, ¿y si son ladrones? ¿secuestradores? Es común encontrar personas con malas intenciones, qué se llevan a despistados para intercambiarlos por oro.

Maldita sea, esto ha sido mala idea. Tras pensar en las consecuencias, intento otra vez pararme, pero en esta ocasión con el impulso de que mi vida podría estar en peligro.

Oigo como los pasos de un caballo se acercan, un sentimiento de urgencia toma lugar. Voy a morir, este es el fin de mis días. Oh Dios, lamento tanto mis malas acciones, por favor ten piedad de mi cuando suba allá arriba.

Momento, los pasos se han detenido ¿estaré a salvo? No lo creo, un joven se asoma entre los árboles. Alto, tez clara pero algo bronceada, cabello castaño, vestido con telas que aparentan ser costosas y unos hermosos (porque sí, no mentiré, lo son) ojos de color oliva.

— ¿Estás bien? —Pregunta con lo que parece ser auténtica preocupación. Pero como yo soy yo, respondo de manera inesperada.

— ¡Aléjate! ¡No me hagas daño! ¡No valdrá la pena secuestrarme pues no habrá recompensa a cambio! —Exclamo intentando sonar amenazante. El chico me mira extrañado, cómo si le impactara la manera en la que he contestado. Luego de lo que pareció ser una reflexión, dibuja una sonrisa burlona en su rostro.

— No vengo a hacerte daño —Contesta con una risa.— Oí tus gritos de socorro y vine a tu encuentro

— Lo lamento —Confieso verdaderamente apenada, aún tirada en el sucio suelo lleno de hojas.— Me asusté un poco al oír tus pasos y supuse que eras un ladrón. —

— ¿Acaso es común ver ladrones por aquí? —Inquiere sorprendido, cómo si no conociera la cantidad de secuestros y robos que se han cometido en las últimas semanas. Se da cuenta de que lo miro extraño y emite una rápida respuesta.— Olvídalo. No hay problema, lo entiendo. ¿Te puedes levantar? —

— No, ya lo he intentado. —Comunico con tristeza.— Mi yegua se ha tropezado y en efecto he caído sobre mi pierna. —

— Ven aquí. —Me tiende su brazo mientras ayuda a impulsarme con el otro. 


Recobro fuerzas y me alzo del piso, pero lo rápido de mi acto hace que nuestros rostros terminen en una distancia muy corta, con nuestras narices rozando. Nuestras respiraciones chocan, pero me alejo rápidamente sintiendo cómo mis mejillas se tornan rojas, él muestra una mueca incómoda y sonríe. Su sonrisa me transmite algo extraño, se siente bien, pero al mismo tiempo peculiar, hace que sensaciones únicas tomen mi cuerpo, aunque no sé que significa del todo.

— Disculpa, no me he presentado. —Digo en un intento de tranquilizar la situación.— Mi nombre es Carolina. —

— Un placer, Carolina. —Vuelve con esa sonrisa que me cautiva tanto.— Mi nombre es...Eddie. 

— El placer es mío, Eddie.

----------------------------------------------------

¡Nuevo capítuloooooooooo! ¡Tal y como se los prometí!

Creo que a partir de ahora publicaré nuevo capítulo todas las semanas entre domingo y lunes. 

¿Qué opinan? ¿Qué les parece Eddie? ¿Tienen alguna teoría de su historia? ¡Déjenlo aquí!

Espero que haya sido de su agrado. No olviden votar y dejar un lindo comentario si les ha gustado es capítulo y si quieren seguir leyendo la historia (enserio los aprecio un montón)

Gracias por acompañarme hoy y ojalá sigan conmigo en la próxima <3

Besos,

- Poppy (AnMaSaBo)

Cadis: La UniónWhere stories live. Discover now