Gatos y canarios

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N/A: Bueno, paulabartolome13 , después de más de diez borradores en papel y dos en ordenador he conseguido algo, que a pesar de ser corto, no quiero imprimir solo para quemarlo. Aún así, lo he hecho lo mejor que he podido, espero que te guste. (PD es historia con sorpresa)

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Un rayo de sol en el lugar menos adecuado fue lo que despertó a la pantera negra de su siesta mañanera.
Se levantó, estiró sus extremidades, arqueó la espalda y soltó un sonoro bostezo.

Se posó con un grácil salto de su cama y se dirigió silencioso a donde intuía cierto pájaro ya lo esperaba.

Odiaba los barrotes de la jaula de su halcón, le apartaban de él y al no poder sus zarpas pasar entre ellos le condenaban a solo poder verle desde fuera de la prisión, pero con eso le bastaba, porque lo que más adoraba del plumífero era su voz, una voz especialmente... Melodiosa.

Sí, melodiosa, esa era la palabra.

Una voz lo suficientemente musical como para que su incesante parloteo, (algo insoportable para algunos) le tuviera sentado durante horas frente a él, observando en absoluto silencio.
Esto último solía provocar que la gente sospechara de que quería matar al pobre preso, pero de ninguna de las maneras haría daño a su pájaro.

Pero cuál no sería su sorpresa al llegar  a su destino y encontrarse la puerta de la jaula abierta. Su corazón se aceleró hasta el punto de amenazar con salirse de su pecho y doler. Su compañero no estaba, se había esfumado, volatilizado, desaparecido...

Comenzó a llamarlo con un único pensamiento en su cabeza: "Se a conseguido escapar y se ha ido. Se ha ido sin mí"

Estaba tan tenso que casi se queda enganchado con sus garras al techo al oir un gorjeo tras él.

–Pantera.– Reconoció la voz de su compañero y se giró hacia el lugar de donde provenía.

Y hay estaba él con el ridículo traje que le había puesto uno de sus dueños, simulando a una especie de arquero.

–Has salido de la jaula...

–Sí, gatito, olvidaron cerrar la jaula al cambiar el agua así que salí y m...-

–No me importa.– Interrumpió el felino.

Apenas dio tiempo al otro para cambiar la cara cuando se abalanzó sobre el y lo atrapó entre sus dientes

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Apenas dio tiempo al otro para cambiar la cara cuando se abalanzó sobre el y lo atrapó entre sus dientes. Se hizo una bola redondita y esponjosa dejando al pájaro protegido entre sus patas.

Y ahí pasaron las horas, mientras el gato pretendía dormir y el canario no paró de hablar en todo el rato.

Pero las fuerzas del pájaro no eran infinitas y poco a poco fue hablando cada vez más lento hasta quedarse dormido.

No mucho después se oyó una puerta abriéndose y cerrándose y pasos tranquilos.

Al poco una mano palida acariciaba el pelaje negro del gato intentando no lo despertar, algo que, creía, acabaría con tan tierna imagen.

–Cielo, ven mira, pero no hagas ruido.– Su susurro fue perfectamente audible por toda la silenciosa estancia.

Un par de pasos después unos brazos cuyo tono oscuro envidiaría el mismísimo ébano¹ rodearon la cintura del otro desde su espalda, pegando su pecho a sus homoplatos.

–Clint, déjalos en paz.– El suave regaño del rey de wakanda sobre su cuello erizó hasta el último poro de su piel.

El espía solo bajo sus manos a las de su compañero y empezó a juguetear con la alianza de su dedo anular, una de vibraniun con un pequeño diamante puro incrustado.

El espía solo bajo sus manos a las de su compañero y empezó a juguetear con la alianza de su dedo anular, una de vibraniun con un pequeño diamante puro incrustado

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–Te dije que nuestra panterita no se comería al canario.– Recriminó el espía con retintín, girándose hacia el moreno y alzando la barbilla altanero.

–Pues yo sé de otra pantera que si tiene ganas de incarle el diente a cierto pájaro.– Sonrió el rey con voz ronca y los ojos brillantes.

Pero Barton no estaba dispuesto a caer en sus garras sin jugar un poco antes, así que escapó de sus brazos y salió corriendo.

–Vas a tener que cazarme antes si quieres pillar carne, gatito.–Pronunció esta última palabra con un tono tentador.

El rey de wakanda no se hizo de rogar y salió en su persecución por toda la recámara.

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Ébano: Madera del árbol de mismo nombre conocida por su color oscuro (casi negro) su dureza y peso.

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⏰ Última actualización: Apr 29, 2018 ⏰

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