'Página 33' ‹The End›

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El castaño caminaba por los senderos de aquel reluciente aeropuerto español. Eran las ocho de la noche, mientras su vuelo saldría a las nueve.
Su hermano escuchaba musica por los auriculares. Mike jamás había parecido encariñarse con España. Mike jamas parecía encariñarse con nada.
Su madre observaba un panfleto turístico español, ¿para que, se preguntaran, si estaban escapando literalmente de España? Nunca se sabe suficiente sobre esta sospechosa mujer.
El castaño observaba los aviones despegar y aterrizar. No quería subirse. Sus ojos se aguaron tenuemente, siendo ocultos por una fina capa de agua.
Una voz familiar fue captada por sus oídos, quien lo llamaba a desesperados gritos.
El castaño volteó a ver a su izquierda. No había nada ni nadie. Era un simple producto de su imaginación.
Volvió su vista a la pista en la que un avión aterrizaba, mas la voz volvió a oírse.
Al voltear su vista a la derecha, logró contemplar a Fred luchando con los guardias para poder pasar. Una sonrisa gigantesca se formó en su rostro al unir su zafiro mirar con aquellos oscuros ojos.
Nada le importó y comenzó a correr a él. No importaba su madre, su hermano, los pasajeros, los aviones, los guardias... Nadie. Absolutamente nadie mas que Fred Blackbear.
Saltó apenas a un metro de él. Fred lo acogió en sus brazos, causando que ambos cayeran al blanco y reluciente suelo del aeropuerto, mientras ambos guardias bien uniformados los observaban confundidos. Tampoco fue relevante para el castaño aquellas miradas.
—Hola— Habló sonriendo el castaño, sosteniéndose con sus brazos sobre él.
—Hola...— Respondió sonriente.
—¿Nuestro último adiós será un ‘hola’?
—No es un ‘hola’ cualquiera, es nuestro ‘hola’— Jugó Fred, mientras Freddy sonriente lo observa. —Joder Fazbear, no te vallas, no quiero dejarte, no quiero que me dejes.
—No quiero irme. No quiero dejarte...— Respondió. El sesenta por ciento de la población presente en el aeropuerto los observaba, probablemente, juzgándolos, ¿A quien demonios le importaba?— Te amo, Fred Blackbear.
—Y yo a ti, Freddy Fazbear— Habló el azabache. ¿El closet de Fred? Pues el tampoco era respetado en ese adiós.
—¡Freddy, vamos tesoro!— Gritó su madre al ver a la fila avanzando. El castaño observó a su madre, y volvió velozmente su vista a Fred.
—No quiero irme.— Susurró rápidamente.
—No te vallas.
—Debo irme.
Un corto silencio se formó, en el que ambos se observaban fijamente a los ojos.
—Nunca vas a estar solo— Musitó, acercándose a sus labios.
Un pequeño rose y apenas un tacto entre sus labios.
Dos besos eran demasiado, y un beso no bastaría.
—Hasta pronto, Freddy.
—Hasta nunca, Fred.
El castaño se levantó del suelo y, tan veloz como había llegado, se fue.
El azabache, tendido en el suelo, se sostenía recostado con sus antebrazos.
El castaño subió al avión y, tras dedicarle una dulce y lastimosa sonrisa, desapareció dentro de avión, perdiéndose entre la multitud. El azabache observó el avión partir hacia quien sabe donde.
Fred quedó en blanco. Su vida se resumía en tres etapas; un antes muy lastimero de Freddy, una hermosa etapa con Freddy y, por ultimo, una deprimente etapa sin Freddy.
Nada seria lo mismo después de que aquel hermoso ángel volviese a su sitio.
«Y pensar que todo comenzó en un simple balcón...» Pensó Fred, regresando a su hogar, el cual se sentía vacío al saber que, al salir a su balcon y observar a su izquierda, ya no habría nadie...





































Gracias ~♡

The Balcony »Frededdy« [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora