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Esta no te llegará, pero necesito escribirlo y te todas manera haré como si fueras la remitente solo por el simple hecho de que sentir que lees mis palabras me tranquiliza.
Las cosas van fatal, no se cuando este caos terminara y tengo el miedo de no volver a verlos, he estado demasiadas veces en la enfermería improvisada por disparos, me alegra que nuestro hogar este al otro lado del mar y alejado de la devastación de Europa, miles están muriendo aquí y no puedo hacer nada por evitarlo.
Soy un héroe, tu héroe en especial y ese sentimiento de quedarse viendo como tus compatriotas mueren por una causa me carcome el alma y echa raíces en mi conciencia con sorprendente rapidez.
Mi visión ha empeorado.
Tengo múltiples heridas en las manos por estar disparando tantas armas.
Hay que racionar la comida.
Baje de peso de forma alarmante.

Pero no importa.

Si esto termina nadie más sufrirá, o al menos eso espero.

Y tu, sigues siendo esa luz al final del túnel que me impulsa a seguir adelante por un futuro mejor, donde Marina y aquel pequeño que no se que es crezcan felices y libres de preocupaciones, y puedan sonreír como su orgulloso padre y su orgullosa madre.
Dios te pido me los cuides.
Aún cuando si es irremediable y me ha llegado la hora, no me iré tranquilo hasta que ellos estén a salvo. Y de ser así me iré de este mundo con una sonrisa adornado mi rostro.

Ellos son lo importante en mi vida.

Espero impaciente volver a verlos.

Cartas de un estadounidense a casa『USAVene』 Where stories live. Discover now