Capítulo 1: Introducción.

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«la vida es, recolectar títulos inútiles que al final son absurdos»

Jean Paul Sartre.


Hay cosas que han mejorado en el mundo: han mejorado las condiciones y las formas. Y quizás las normas. Sobra decir que la informática es una de las ramas más incidentes de la tecnología moderna. Una de las más incidentes, pero sabes... ¿sabes? Aun tan introducida está en cada cosa la intriga no es menor. Probablemente el mayor de los misterios que ofrece es: ¿De dónde saca sus modelos, sus formas de representar cosas a las que se les aplican algoritmos? ¿Cuáles son sus límites? Una pregunta al parecer tonta, sin sentido, la informática está para disfrutarse y los "creadores" de ella son unos gurús inalcanzables... La última pregunta sólo podría ser respondida en la medida que descubramos –por supuesto- los límites del cerebro humano, pero la primera, aquella tan infinita, tan sacada "de la manga", tan... debatida, tan estrecha: no la podemos saber. Eso: es así: de simple. Todo lo que haga la computación con sus implementos en general está encerrado en una caja de pandora tan infinita como rica. Un lugar en que se pierden los conceptos y se transforman en "separaciones de ellos", en cosas que entendemos separadas y no en conjunto, pues, son una simple sinfonía.

¿Qué somos los que trabajamos en informática? ¿Los que hacemos diseños digitales? ¿Los que programamos? ¿Los que les damos instrucciones a algo que es menos que un bebé humano?

Yo tengo la respuesta. Es así de simple: somos una especie de pintores de una realidad alterna, proyectiva, en el único caso que la informática se usa más que nada para materializar proyecciones, sueños.

Sin duda somos los próceres de esta revolución (también) que ya se llama revolución de las comunicaciones, pero no es potencia informática; o sea, teraflops; los que llaman la atención hoy en día: en realidad son las "formas" lo que le dan riqueza a la computación. Mañana serán los métodos usados para mantenernos hiper-comunicados (un mejor Whatsapp, una más útil cámara de video, una mejor calidad de la comunicación de voz...), pero de cualquier forma la idea de todo es mejorar nuestras vidas. ¿Hemos transpasado ciertas "maneras" antiguas de realizar cosas a la informática haciéndonos (evidentemente) entregados a la computación y a ramas vecinas a ésta de manera tal que nuestra vida resida más en los computadores que otra cosa? Para muchos la respuesta será sí, pero filosóficamente veo que incluso, la cultura, ha migrado hacia ese lugar. No pienses más. Un videojuego por ejemplo. El videojuego tiene arte (dibujos bonitos, etc.). El videojuego tiene música (a veces hasta orquestada). El videojuego tiene interacción (sentimientos envasados, similar a la literatura). El videojuego hasta ahora ha sido en gran medida un resumen de las anteriores artes: literatura, escultura, música, pintura, teatro, arquitectura, fotografía... pero a la vez hasta hoy ha carecido de entregar la sensación de la interacción "viva" con personas, por lo que en su mayoría vemos pocos sentimientos (no más allá de la fuerza del guión de éste) y mucha destrucción a nivel "golpes", colisiones. Y sin embargo el videojuego ha sido el buque insignia de la expresión digital. No quiero menospreciar la hiperliteratura (como el I-Ching o el Ulises de Joyce), o bien, formas de generar poemas con un algoritmo; pero hay que notar que esto nos ha hecho, en gran medida, en gente de estas generaciones, unos ciber-cultos, personas que han tenido injerencia en ciertos modos contemporáneos de hacer las cosas caracterizadas por su rapidez, influidas por códigos y claves aprendidas en, videojuegos y otros medios multimedia.

Pues bien, y sin más, invito al lector a participar en esta reflexión sobre como nos hacemos ciber-cultos, y que hay allí. La idea, al igual que la informática, es seguir adelante, tan infinitamente como la imaginación humana sin límite es.

Ciber-Culto    (ENSAYO ) (modelo computación/RRSS/gamer/BigData)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora