Capítulo 11

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De nuevo en el hotel no podía dejar de pensar en lo que había sucedido. Sabía que estaba a salvo, ellos no nos habían seguido una vez que habíamos abandonado el Louvre pero el escalofriante recuerdo aún estaba en mi mente. Tal como Ethan me había enseñado había aprovechado cualquier superficie que reflejara para mantener vigilada mi espalda y los dos jóvenes realmente nos habían seguido por las diferentes salas de exhibiciones hasta que finalmente habíamos estado fuera. Intentaba no pensar mucho en ellos pero saber que alguien me había estado siguiendo no era exactamente algo que te ayudara a conciliar el sueño durante la noche.

Pasé el resto de la tarde intentando descifrar los códigos obtenidos. Hice todo tipo de cálculos con los números, revisé una y otra vez la lista de Ethan e intenté rememorar todo lo que sabía. El caos que había sobre mi cama era peor que el caos que normalmente azotaba mi habitación en Londres las semanas de finales. Mi cabeza dolía de tanto pensar y seguía sin encontrar ninguna respuesta. Necesitaba calmarme, estar realmente relajada si esperaba llegar a algo.

Miré el reloj solo para comprobar que ya eran pasadas las diez de la noche. Suspiré con cansancio y me puse los auriculares para escuchar algo de música. Afuera en la sala Klaus debía seguir trabajando con lo suyo, investigando por su cuenta y revisando el archivo que nos había dado Gaspard. Tan solo esperaba que él estuviera teniendo mejor suerte que yo. Respiré profundamente y volví a fijarme en la cantidad de notas y papeles desparramados a mi alrededor.

Tenía la lista de Ethan, tenía el mapa marcado y ahora además tenía los códigos que había sacado del Louvre. Intenté pensar con claridad, encontrar alguna conexión entre aquellas cosas. Debía haber algo entre los lugares que Ethan había anotado además de ser atracciones turísticas de la ciudad. Una relación debía haber entre el Louvre, el Arc du Triomphe y el Moulin Rouge. Sin olvidar el horario escrito, 7 p.m. Querido hermano, gracias por hacerlo todo tan sencillo, te mataré apenas te vuelva a ver por esto.

Abrí completamente los ojos al reaccionar. Josh. Ethan se había comunicado con su hermano en algún momento antes de desaparecer y eso solo podía significar que había tenido intención de utilizar el departamento que él tenía en alquiler. Rápidamente me fijé en la lista de contactos de mi Ipod. Allí estaba el nombre de Mark junto con la dirección del departamento que solía prestar por una baja suma de dinero y el código del edificio para acceder. Miré el código y luego leí cada uno de los resultados de mis cálculos a partir de los números del Louvre hasta que finalmente encontré que coincidía con uno.

No existían las coincidencias en cuanto a espías. Lo sabía, esto no podía simplemente ser una coincidencia y mucho menos con Ethan. Entonces él realmente le había pedido su departamento a Mark, aquella sería la única explicación del por qué habría dejado el código de acceso del edificio para que pudiera encontrarlo. Maldije la retorcida mente de mi hermano. No estaba segura si era un maldito genio o alguien con serios problemas. Posiblemente una mezcla de ambos.

Pero aquello aún me dejaba con el asunto del Arc du Triomphe que hasta el momento no me había llevado a nada y el Moulin Rouge que estaba lejos de saber qué podía hacer en aquella lista. Resoplé con frustración. Había descubierto algo que ya tenía pero no sabía. Simplemente me rendí, sabía que no llegaría a nada y era mejor no perder la noche. Quité todo lo que había sobre la cama y me recosté, aun escuchando música. Cerré los ojos y presté atención a la letra para poder relajarme y conciliar el sueño.

Soñé con Ethan esa noche. No fue ninguno de esos sueños místicos donde alguien aparecía y te daba las respuestas que deseabas. Si esas cosas en realidad existían estaba desesperada por uno. Pero él no simplemente apareció y me causó una epifanía. En vez de eso soñé con la última vez que lo había visto antes de que sus días malos comenzaran, o que Thomas lo reemplazara al partir en una misión.

Pandora **disponible en físico y e-book**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora