Capítulo 2. La propuesta.

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Sentada frente al tocador de su camerino que albergaba un espejo en forma de corazón y cubierto de bombillas blancas al rededor, Delirio retocaba su lápiz labial rojo pasión juntando sus labios para darle un mejor efecto. Estaba a tan solo media hora de encontrarse con su cliente de esa noche, nunca en todo el tiempo que ha estado en "Black Peonie" se había puesto tan nerviosa, ni siquiera al momento de su iniciación la cual estuvo a cargo de Ashton porque como es obvio Georgia era virgen cuando el joven Ashton la encontró desamparada y estas cosas eran nuevas para ella así que temerosa por hacer el ridículo pidió a su nuevo jefe que la desvirgara que la hiciera mujer, desde entonces ambos comparten una especie de relación no exclusiva, ella sale con quien quiera y el se acuesta con cuantas quiera, no obstante es la que más obsequios recibe, más dinero gana, mejores ropas y zapatos, y todo por ser la rosa roja de su jefe. Dejo su lápiz labial en la cajita de madera donde tenia su maquillaje, colocándose de pie se acerco al amplió armario de puertas blancas donde guardaba todas sus prendas abriéndolo de par en par, admirando su contenido, esta noche aunque no quisiera admitirlo era especial, no solo por la gran cantidad de dinero que recibiría que sin duda le serviría para muchas cosas, una de ella era contribuir con el lugar que le dio cobija cuando era una niña sin padres ni lugar donde dormir, y las otras un montón de cosas para su placer, sino que también era especial porque el hombre más rico, hermoso, imponente y dominante la había elegido a ella, un total halago. Tomó un mini vestido rojo cuello halter que estaba dividido bajo los pechos por una especie de cinturón negro y se desprendía en una falda de volados hasta los muslos acompañado por unas plataformas negras con muchos brillos, no llevaba accesorios porque no serian necesarios, su cabello caía en cascada a un lado y como adorno se coloco un pinza brillante, estaba lista y ansiosa.

El señor York miraba su reloj de platino con detalles color negro, este marcaba las nueva y cincuenta y cinco minutos de la noche, estaba ansioso por probar lo que la famosa Delirio tenia para ofrecerle, con una ceja levantada paso la punta de la lengua por su labio inferior planeando meticulosamente que haría para satisfacerla a ella y a la vez saciar sus necesidades, llevaba un poco más de cuarenta y ocho horas sin tener sexo lo que sin duda era un récord para el. Dejo su vaso de whisky encima de la mesa redonda, se puso de pie y apretó el nudo de su corbata dio a John una mirada que solo podía significar una cosa: Estaba listo. Delirio salió de su camerino andando por el corredor de alfombra mullida roja, paredes rosa pastel y puertas blancas de ambos lados con los nombres enmarcados de las mujeres que allí trabajaban, al final de este corredor se encontraba un ascensor que llevaba hasta las habitaciones de los pisos superiores donde cada noche cierta cantidad de hombres tenían sexo con las diez mujeres del local, siendo cinco de ellas las más solicitadas o las veteranas y las otras cinco las novatas. Mystery, Lola, Lupe, Destiny y por supuesto Delirio las cinco chicas que entraban en el cuadro de honor, las rosas rojas, las más putas, las que como muchos hombres se les ha escuchado decir, lo hacen más rico, Por otro lado las novatas eran solo eso, novatas. El piso donde estaban las habitaciones era muy parecido al de los camerinos, un largo corredor con alfombra mullida y paredes rosas también con puertas en ambos lados solo que estas puertas no eran blancas, cada chica tenia un color, el de Delirio era el morado. La habitación consistía en una cama negra tamaño king con dosel que junto con las luces tenues era la atracción principal, la cabecera tenia una mariposa tallada, las paredes eran al igual a las de su camerino de color lila solo que aquí colgaban algunas fotografías de desnudos artísticas junto algunos adornos, del techo caía una araña pequeña de cristales también había un closeth y un baño, mesas de noche y un tocador. Ninguna de ellas vivía aquí, pero muchas veces se quedaban porque su cliente así lo ordenaba. Ella observo la habitación buscando algún defecto pero sonrió a media al ver que todo estaba en orden, saco un par preservativos de una gaveta del tocador que segundos después dejo en una de las mesillas de noche donde ya se encontraban un bote pequeño de lubricante junto con algunos juguetes sexuales, incluidas unas esposas forradas de piel. Mientras ella se terminaba de preparar, Kendall York se encontraba rumbo a la habitación donde follaría a la más hermosa mujer del recinto o bueno eso es algo que aún no tenia muy claro, quería probarla como todos lo hombres que estaban esta noche en el club, pero bajo su manga gris escondía un plan que a lo mejor podría no ser muy agradable para la susodicha, se encontraba solo sin ningún gorila a sus espaldas, estos sin embargo estaban vigilando justo frente al ascensor controlando quien si y quien no subía así como  un método de seguridad, el metro ochenta de sensualidad caminaba por el largo pasillo con su traje gris totalmente impecable, se plantó frente a la puerta de color morado fuerte y no pensó dos veces para entrar, si tocar, Delirio se encontraba inclinada sobre cama ordenando varios cojines que no serian necesarios y dejando a la vista su tanga azul de brillos.

La Propuesta IncorrectaWhere stories live. Discover now