Me llaman Diablo

Amistades

Todos nos encontrábamos desesperados por saber quién más nos podría ayudar con D . Necesitamos muchas personas que sepan usar armas, ya no es sólo disparar con astucia, sino, que sepa cargarlas, desmontarlas, limpiarlas... Son esas personas que están preparadas para lo que sea. Aún se que puedo hacer más para ayudarla, que soy capaz de mover mares y montañas para poder hacer algo. Pero todo se puede hacer mejor con ayuda, que es eso lo que estamos haciendo todos para poder seguir adelante con esta situación.

Estábamos los tres sentados en el sillón pensando en cómo actuar qué hacer con esta situación. L a verdad nunca pensé que me encontrarían de este modo, en este momento me encontraba contra la espada y la pared.

¿Qué podría hacer con esta situación? podría rendirme y entregarme pero sabía contra quién me enfrentaba. Ya nos encontrábamos en una situación de pánico porque las dos opciones que teníamos no eran lo suficiente seguras sabíamos que si entregaba, no era seguro que devolviera D, y si en el último segundo decidían matarla conmigo delante, yo eso nunca podría soportarlo.

- ¿Dewis no crees que deberíamos llamar a alguien más?

-¿ a quien más puedo llamar?

- Podemos llamar a viejos amigos de D porque conozco algunos que ella conoció en bares de California

-¿ como quién?

-Por ejemplo a Rick, un chico monísimo que se lleva muy bien con D, o Norman, un exmilitar, es alcohólico. pero no da problemas

- dame todos los números que puedas obtener de ellos

- creo que en el portátil de D se encuentran todos registrados pero si no puedes mirar en su teléfono móvil

-No lo tiene en el portátil, ¿dónde. esta su móvil?

-¿has mirado en su cuarto?

-Voy a ver

Me levanté del sillón y empecé a subir las escaleras y antes de llegar al último. escalón escuché como Jess hablaba con Mark

-¿Eres idiota? Va a ver todo de D, buscando el móvil

-No pasa nada, si ya van a ser novios al menos que conozca bien el pasado de D

-Pero eso es algo que D debería de contarle, no averiguarlo él. de mala manera

-No pasa nada Mark -Jess se acercó y le dio un abrazo a Mark, y al separarse chocaron las manos con una especie de sueldo muy raro. Nunca lo había visto.

Seguí. con mi camino y en mi cabeza volvía a repetirse la misma frase, ¿qué escondía D? Al entrar en el cuarto me puse a rebuscar por todos los cajones de D tenía que encontrar como fuese es lo que escondía esta niña ya que podría ser una pista más para poder saber más de ella

Me fijé en su escritorio y pude ver diferente fotografías de su pasado. Ya me había fijado antes cuando dormía aquí desde lo ocurrido de su secuestro. Me fijé una pequeña foto que salía D con un pequeño niño en brazos, de edad creo que 9 meses su carita era pequeña y redondita y en la cara de D se veía una gran felicidad ¿cómo sabía que era D? S e veía en sus ojos y en esa perfecta sonrisa que ya tenía con dientes pequeñitos y blancos como perlas. Junto a esa foto se encontraba a una pequeña niña con dos coletas y aparatos en sus dientes se veían muy feliz, la foto junto a ésta se podía haber una clase entera de niños que creo que era más o menos de la edad de 10 años. Estaban vestidos todos de Papá Noel, encontré a D en la esquina derecha y en sus manos sostenía una pequeña muñeca de trapo, la verdad creo que nunca había visto a D tan feliz excepto cuando empezó a hacerme cosquillas que se veía que la niña que llevaba dentro volvía a resurgir. Una foto junto a esta me llamó la atención era una familia al completo se podía a D junto a una mujer muy bella creo que con unos 39 años de edad que sostenía en sus brazos al niño que salía antes con D en la foto, junto a la madre podía verse a un hombre creo que es un poco más mayor que la madre, se parecía mucho a Víctor, creo que ese sería el padre de D que a la vez era el hermano de Víctor por eso esa gran semejanza. Se podía ver en su cara una gran alegría. La verdad que D nunca me contó su pasado y era algo que me preocupaba ya que todo lo malo debe de salir al exterior porque no es bueno tenerlo dentro, ocultarlo y qué mejor para contarlo que un buen amigo