Trabajo hecho

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-Vámonos, aquí no hay nada más que hacer - lo dije a mi tío mientras tocaba el cemento ya seco

-¿Estas segura de qué nadie se dara cuenta?

-Claro, ayer vi como hacían las pruebas del terreno, y si no fallan mis cálculos, mañana empiezan a trabajar

-¿Te das cuenta de qué unos niños jugarán con un cadáver debajo de ellos?

-Tampoco se darán cuenta, a saber lo que hay debajo de nuestros pies, no creo que llegue a manifestarse en busca de venganza

-Vamos anda, tengo ganas de cenar

                                  ∞

La luz que entraba por la ventana hizo que despertará de mi sueño profundo. Yo nunca usaba despertador, ya que le tenía tal asco, que cuando lo usaba lo estampaba con la pared; hasta que llegó un día que fue tal el agujero que deje, que mi tío decidió despertarme él.

Esta vez no me despertó, así que supuse que era más temprano que las 10. Salí al pasillo en dirección a la cocina, con idea de comerme tal tazón de cereales indescriptible. Cuando me fijé en la cuarta habitación me di cuenta que estaba abierta. "Me huele a problemas" Me dirigí dispuesta a pelear. Cuando me encontraba a entrar, lo hize pegando una gran voz, y cuando me fijé, no había un sólo alma allí con migo. Mire todas las armas una por una, viendo si faltaba alguna, en las pistolas nada, y en la parte de mi tío faltaba dos pistolas del calibre 50, las preferidas de mi tío. Con total tranquilidad salí cerrando la puerta de la habitación, y fui hacia el cuarto de mi tío, y me lo encontré al igual que el otro cuarto, completamente desierto. Me dirigí al armario y vi que faltaba un chaleco antibalas, y la correa de pistolas de mi tío. Entonces es cuando caí en la idea que tal vez estaba trabajando de urgencia. Al salir del gran armario me fijé en el reloj que se encontraba siempre encima de la mesa de noche, y marca justamente las doce en punto. Mejor que ni desayuno, y me voy a dar una vuelta.

                                     ∞

Me encontraba dando una vuelta por las calles más transitadas de New York, con unas simples Vans, unos vaqueros y una sudadera del mismo color que las Vans, verde agua. Y mis indispensables Ray Ban negras. Me dirigía a Starburks, a por un buen pastel, y en enorme café para despertarme.

Iba mirando al cielo cómodamente pensando en mis cosas, cuando me choque con alguien. (otra vez)

-¡Hey, más cuidado! - Yo y mi gran humor

-Tú eras la que ibas mirando lo bonito que es el cielo

-Cielo contaminado, precioso

-Digo, lo siento por el encontronazo

-Da igual, ¿adónde ibas con tantas prisas? Ya que el chocazo ha sido fuerte

- A comer algo, me muero de hambre y no me decido dónde ir, y le estoy dando una vuelta a la manzana

-Ven conmigo a Starburks, te invito a algo por el cochazo

-Gracias, por cierto, soy Dewis, encantado - Dijo tendiendome la mano

-D, igualmente- y le devolví el saludo

-¿D? ¿Qué nombre es ese?

- Uno bien bonito

-Vale, vamos a comer anda

                                .....

-Entonces, estudias filosofía, y has conseguido un trabajo a tiempo parcial

Me llaman DiabloWhere stories live. Discover now