Capítulo XI: Una probada....

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Hola.... lamentó no haber actualizando en tanto tiempo, pero los cambios en CDM me han dejado sorprendida y no tenía ideas buenas para continúar escribiendo la historia.. 😧

Han sido cosas inesperadas.. pero bueno.. espero que este les guste este nuevo capítulo.

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐

Castiel sonrió como siempre y colocó su rostro en el cuello de Sucrette.

--Sólo dejate guiar por lo que sientes, vive el momento...--Dijo mientras y comenzó a repartirle pequeños besos en el cuello.

--Eso estaría mal...--Susurró con dificultad.

--Sí lo disfrutas...no..--

Le colocó las manos en los hombros.--No podemos... hacer nada.. está prohibido..--

--Lo prohibido se disfruta más, créeme...--Sonrió contra su cuello mientras la acorralaba aún más contra la pared, la división de sus cuerpos era casi nula por la cercanía.

Sucrette soltó un leve gemido involurio al momento de sentir sus labios contra su cuello, pero reaccionó antes de perder la cordura por completo.

--No.... detente...--Murmuró.

Él la miró con una sonrisa burlona.--Déjame ir.--Pronunció antes de perder el control sobre sí misma.--...Es muy pronto..--Castiel le robó un último beso y la dejó ir.

Su corazón palpitaba con fuerza en su pecho y una extraña sensación de calor la recorría de pies a cabeza.

Una probada de lo prohibido había sido suficiente para revolver todos sus sentidos, no se imaginaba lo que sentiría si todo se les hubiera ido de las manos...

Se tumbó sobre su cama dejando escapar todo el aire que había estado conteniendo en sus pulmones.--No sé como resistire...--Murmuró contra la almohada.

{...}

La semana de exámenes paso, de la cual salió bien a pesar de sus constantes escapadas y distracciones.

En ese momento se encontraba sentada en el balcón que daba una bonita vista del parque al atardecer, se encontraba relajada hasta que sintió como alguien se posaba a su lado, se puso de pie y quiso salir huyendo, pero el pelirrojo le tomó la muñeca y le impidió que escape.--No ganarás nada huyendo...Tarde o temprano te atrapare.--Dijo con tono sugerente y la llevó hacía su cuerpo de un suave tirón.

Ella se estremeció involuntariamente al sentir como la aprisonaba contra él por la cintura.

--Alejemonos de todo esto...--Susurró contra su oído.

--¿Dónde iríamos...?--

--La playa..--Mordió suavemente el lóbulo de su oreja.--Solo tú y yo..--Besó su cuello.--Déjate llevar por lo que deseas y dale una probada a lo prohibido..--Todo lo exterior dejó de existir a su alrededor, sólo eran ellos envueltos en ese juego sensual y adictivo.--¿Aceptas?--Cuestionó en un susurró.

--....--Ella colocó sus palmas en el pecho de él y asintió levemente, no podía evitarlo, necesitaba aquello para calmar la lava ardiente de su interior que hierve con ímpetu desde el momento en que sus labios se rozaron por primera vez.

Castiel sonrió levemente, le enredo sus dedos en las hebras negras de su cabello y la halo suavemente hasta tener acceso a sus labios, los cuales se juntaron con vehemencia, ella le correspondió por fin dejando de lado sus miedos e inseguridades.

Gimió contra su boca en cuanto su espalda se afirmó en la fría superficie de la pared, era como una manía que poseía el pelirrojo que causaba aún más estragos en sus sentidos.

Poco después separaron sus labios y permanecieron con sus frentes unidas.--¿Estás segura de esto?--

--Lo estoy...--Murmuró acariciandole la nuca.--He resistido...Pero ya no puedo hacerlo más..--Él sonrió de costado y la volvió a besar, lleno de deseo y pasión.

Ella no perdió ninguna oportunidad para corresponderle hasta que el frío de la noche les indicó que era momento de parar.--Ve a preparar tus cosas..--

Ella le robó un último beso y se alejó hacía su habitación, donde sin pensarlo comenzó a reunir sus cosas para irse con él.

Castiel hizo lo mismo y luego de hacer una llamada fueron por Demonio.

{...}

Sucrette.

Llegué al primer piso y vi que un empleado de la veterinaria se llevaba a Demonio para cuidarlo el tiempo que estaremos fuera.

Castiel caminó hacía mí y tomó su maleta, me dedicó una de sus sonrisas de siempre y fuimos hacía la puerta, esta decidido, voy a olvidar todas mis dudas y permitirme estar a su lado sin restricciones por lo menos por este tiempo, poco después nos encontrábamos en el auto de su padre conduciendo hacía la playa mientras yo tarareo las canciones de mí agrado que salen en la radio.

Castiel me permitió escuchar su voz brevemente en una canción y no pude evitar admirar su voz.--No sabía que sabes cantar...--Dije embalsada.

--No sabes muchas cosas de mí.--Comentó con un tono sugerente provocando que mis mejillas de tiñan de rojo.

Le di un suave golpe en el hombro y miré hacía otro lado con el calor aún inundando mis mejillas, rió, y el calor aumento, pero cuando volvió a cantar mí molestia desapareció y únicamente el sonido de su voz me guío al mundo de los sueños.

Cuando desperté fue por culpa de los rayos del sol que entraban por las ventanas, hemos llegado a una playa de aguas cristalinas y arena brillante.

{...}

⭐⭐⭐⭐Continuará.⭐⭐⭐⭐

CastielxSucrette.-Bajo el mismo techo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora