Misión: Proteger - Shin Soukoku

Etapa 5. Merodeador

Atsushi se levantaba débilmente, parecía que cada vez sus sentidos iban empeorando, miro al grupo que conocía bien frente a una fogata, se acercó lo más sonriente que pudo

- Atsushi-kun te vez terrible – dijo amablemente Dazai

- Dazai-san...

- Parece que el veneno está dentro de ti como si fuese una fiebre – dijo Mori

- ¿Cómo podríamos curarlo? – se preguntó Chuuya

- Mocoso, siéntate cerca del calor – dijo Kunikida

- Si... - Atsushi se sentó frente a la fogata, se sentía culpable por no poder negar su mal sentir o por lo menos ocultarlo

- Jinko, sabes que hacer – dijo Akutagawa para tomar algo de agua

- No es tan sencillo en este lugar Akutagawa – se quejó el albino

- Tengo la curiosidad de saber ¿Cómo se comunican tan bien ustedes? – pregunto Kunikida

- Dazai-san nos ha hecho trabajar juntos varias veces – dijo Atsushi

- Odio admitirlo pero Jinko sabe moverse, es fácil seguirlo y siempre entiende mis planes – dijo Akutagawa

- Si, sus planes funcionan – agrego Atsushi – supongo que simplemente el pelear juntos nos conecta

- Esto me trae tantos recuerdos – dijo Mori mirando a los menores

- ¿disculpe? – pregunto Atsushi

- Demás jóvenes, Dazai y Chuuya fueron unas bestias imparables – decía Mori

- Aquí va de nuevo – dijo irritado Dazai

- Jefe, no es momento, ni siquiera tiene parecido – decía Chuuya

- Lo tienen – dijo Mori, porque las generaciones terminan iguales

- ¿generaciones? – pregunto está vez Kunikida

- Cuando yo era Joven trabaja hombro con hombro de su querido director, Fukuzawa-dono

- ¡¿Qué?! – gritaron todos

- Y podíamos sentir lo mismo, aquella conexión.... Pero Fukuzawa prefirió ir por otro camino – sonrió viendo a Dazai – Dazai-kun también fue por otro camino – miro a Atsushi – y tú, ya estabas en otro camino ¿no es así?

- No entiendo realmente lo que trata de decir – decía Atsushi

- Que la primera, segunda y tercera generación son imparables una vez que establecen conexión – dijo el líder de la mafia sonriente

Atsushi suspiro, sintió un dolor fuerte en todo su cuerpo, Kunikida suspiro y lo llevo de vuelta al fondo de la cueva para que descansará, Dazai miro a Mori molesto y Chuuya solo miro a Akutagawa, la expresión del pelinegro eran tan seria como siempre

- Jefe de la mafia – hablo Dazai serio

La cueva comenzó a temblar y segundos después Kunikida venia corriendo con el albino en sus brazos

- Corran, corran, ya, ya – grito Kunikida

Los mafiosos y Dazai se levantaron corriendo como locos, corrieron hasta llegar al final de la cueva donde una bestia paso corriendo

- ¿Qué era eso? – pregunto Chuuya

- No tengo idea, tenía cara de león – decía Kunikida

- Es... un – tocia ligeramente el albino – una manticora

- Atsushi-kun ¿Qué hace?

- Su cola... - volvió a toser Atsushi – tiene púas como de escorpión... so-son venenosas