Capítulo 4

36 3 1
                                    

— Entonces ¿Qué se supone que haga? — se acercó más a mí provocando que intuitivamente diera un paso atrás. Era alto, sobre todo considerando que yo estaba sobre el promedio y no me hacía sentir segura que invadiera mi espacio.

— Empecemos por lo básico, veamos que puedes y que no puedes hacer.

No sé cuánto tiempo estuve usando mi tiempo y energía para hacer un montón de cosas inútiles. mover un cojín de aquí para allá, prender y apagar la luz sin tocarla, mover el control remoto y usarlo para prender la tele y cambiar de canal varias veces y sostener la mayor cantidad de tiempo posible un vaso en el aire sin botarlo, hice bien todas esas cosas, no era para nada difícil y me hizo creer por un momento que haría que Drayce se tragara sus palabras pero aquí estaba, llevaba unos buenos quince minutos intentando mover la mesa del comedor. En mi defensa era una mesa pesada y dudaba que todo esto de la telequinesis fuera hecho para cosas así.

— Me rindo, es inútil.

— Te he visto hacerlo mejor que esto, no es difícil.

— ¿Ah, sí? Hazlo tú entonces — acepto que estaba siendo algo pesada con él pero este "entrenamiento" estaba acabando con mi paciencia.

— No se trata sobre mí, no soy yo el que tiene que aprender, pero claro, ¿Que podía esperar de una pequeña y delicada Princesa? — comenzó a acercarse, acorralandome contra la pared. Nunca en mi vida había tenido más ganas de golpear a alguien — Apuesto a que jamás en tu vida haz tenido que mover un solo dedo, es más, estoy seguro que de ni siquiera sabrías cómo defenderte si — un fuerte estruendo interrumpió su hablar y me hizo saltar del susto. Me dio una sonrisa de suficiencia antes de girarse y correrse lo suficiente como para dejarme ver que es lo que había provocado el ruido.

Se trataba de la mesa que ahora se encontraba patas arriba en el suelo — Tienes problemas de ira ¿Lo sabías? pero justo como pensé, funciona — hizo un movimiento con su mano y devolvió la mesa a su lugar. Por suerte se veía intacta. — No deberías tener que pensarlo tanto, no es un superpoder mental, es un instinto, piénsalo como una extensión de tu cuerpo. Usa tus manos para dirigir lo que quieres hacer y solo piensa que quieres hacerlo, no en cómo lo harás.

— ¿No podrías haber partido por ahí? Ya sabes, antes de empezar a insultarme.

— Intentaba probarte un punto ¿Funciono, no? — intenté lanzar el control remoto contra su bonito e irritante rostro pero lo dije antes, tiene reflejos muy bien entrenados.

Seguimos unos minutos más con lo mismo, se hacía algo más fácil pero era difícil tratarlo como un instinto. Cuando uno quiere tomar algo solo estira el brazo y lo toma, el cerebro actúa con suficiente rapidez para que no notemos esas milésimas de segundo en que pensamos "quiero mover mi brazo derecho hacia delante" antes de efectivamente hacerlo y no era capaz de actuar con esa misma naturalidad cuando se trataba de la telequinesis, supongo que alguna vez fue así de intuitivo, por algo casi no salía en público de niña pero suprimir por tantos años tuvo sus consecuencias. Supongo que no sería tan difícil mejorar, después de todo no era como si tuviera un músculo atrofiado, solo era práctica.

Un poco después de que papá y mamá llegaran a casa Drayce decidió por fin dar por terminado el entrenamiento, no es que no estuviera feliz por ello, estaba cansada y aburrida pero había un pequeño detalle molestandome. No me atreví a decirlo en ese momento, porque podían escucharme y sospechaba que lo que quería podía estar un poco fuera de lugar con respecto a lo que tenía y no tenía permitido hacer.

— ¿Seguro que no te quedas a cenar? — volvió a preguntarle mamá cuando Drayce ya estaba parado en la puerta listo para irse.

— Gracias Señora Whidden pero ya debo irme. Volveré mañana a la misma hora.

— Mañana es sábado — me pareció importante acotar.

— Ya sé — sin decir mucho más que una despedida general se fue.

— ¿Dónde se supone que se está quedando? — preguntó mamá a papá

— No estoy seguro pero creo que un complejo del gobierno o el ejercito o algo por el estilo.

— Supuse que vivía en su nave espacial — sonó algo sarcástico pero lo decía enserio

— No tiene una nave espacial — me respondió mirándome con una cara que yo definía como su cara de "¿Qué diablos estás diciendo?" — al menos no como lo estás imaginando ¿Acaso crees que llegaste acá en un platillo volador? — fue imposible no reírme incluso a pesar de que a veces sintiera que era así de rara

— No, me encontraron en un basurero ¿Recuerdas? — respondí a modo de broma.

Por lo general mi pasatiempo de un viernes por la noche era una maratón de lo que sea que estuviera viendo en ese momento en Netflix, sin embargo esta noche en particular mis planes fueron arruinados por mi propio cuerpo. Me retire más temprano de lo habitual a mi habitación, tomé una de mis pastillas para la jaqueca y me acosté, no pensé lograr quedarme dormida tan temprano pero una vez que puse mi cuerpo en la cama me di cuenta de lo agotada que estaba. No había hecho nada que requiriera de un esfuerzo muscular mayor al normal así que sospechaba de que algún modo el entrenamiento había logrado agotarme no solo de forma mental, sino que también físicamente. No era para nada divertido, así que sólo esperaba que esto acabara pronto.


No suelo escribir capitulo así de cortos, por eso me demore en publicar, pensé por días como arreglarlo, qué podía estar faltándole pero me di cuenta de que no faltaba nada, tiene justo lo que quería que tuviera el capítulo y sólo estaba tratando de rellenarlo de forma inútil así que decidí subirlo tal y como lo ven ahora.

Fue un caso raro, así que no volverán a ver capítulos así de cortos, es una promesa.

Si están leyendo esto gracias por tomarte un tiempo en leer esta historia :)

Nos vemos pronto (el viernes de ser posible)

ResilienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora