No quiero ser tu esposa (Camren)

Capítulo 16. Confusiones y verdades

Camila

Tres semanas enteras habían pasado y no sabía absolutamente ninguna noticia sobre Lauren, ni por medio de Lucía, ni de los medios, era como si la tierra se la hubiese tragado. Todos esos días no sabía cómo sobrellevarlos, había estado refugiándome de la prensa, debido a que Jauregui había desaparecido yo era la única carnada disponible para los medios, había escuchado y leído sobre un sinnúmero de hipótesis acerca de nuestro divorcio. Yo estaba desesperada, no sabía si por cariño, costumbre u obsesión pero no podía asimilar la idea de no tenerla cerca, reprochaba completamente su decisión de haberse ido así de repente, la echaba de menos, por la noches daba vueltas y vueltas sobre mi cama sintiéndome ajena en ese lugar, como si perteneciera a las sábanas de la pelinegra, como si mi lugar estuviera junto a ella. No podía dejar de pensar en el sonido de su voz, su actitud prepotente pero adorable, su sentido del humor, su cabello, sus ojos, su piel, su manera de dormir, sus besos, sus caricias en la intimidad... Estaba impaciente por volverla a ver, por escuchar la explicación a sus acciones, no podía simplemente olvidarme de Lauren de un día para otro, había estado luchando contra mis sentimientos todo el tiempo que compartí mi vida con ella, y ahora de repente empezaba a aceptar que la vida sin ella carecía de cualquier emoción.

Pero esa misma semana, las noticias llegaron. Durante el almuerzo que compartía con Lucía y Verónica, se apareció la chica de la fiesta de la playa, Alex, la de largas piernas y figura sexy. Saludó a Lucía cariñosamente y a nosotras se dirijo con un hola, luego me miró a mí y no supe descifrar su expresión, entonces sacó una revista buscó unas páginas y las expuso sobre la mesa para que todas pudiéramos verlas.

-¿Querían noticias sobre, Jauregui? Pues la verdadera Lauren ya está de vuelta. – Comentó Alex como si aquello fuera lo que había estado esperando desde mucho tiempo, sentía la emoción de su voz. En las páginas había fotos de Lauren en distintas discotecas con distintas chicas, bebiendo, susurrándose cosas al oído, permitiéndoles que la abrazaran, la tomaran de la mano o de la cintura. No podía describir realmente lo que sentía en ese momento, Lauren volvía a hacer la misma casanova de antes, de nuevo yendo de unos brazos a otros, entre personas que poco conocía y le importaban, fruncí mis labios para retener el coraje que me estaba invadiendo, ¿Por qué se hacía esto a ella misma? – Sabía que terminaría hartándose de tu indiferencia, no tienes idea de lo que acabas de perder. – Me habló y yo la miré con cierta molestia, ¿Quién se creía ella para hablarme a mí y en ese tono?

-Perdón, ¿te conozco? – Espeté y ella me sonrió cínicamente.

-No, pero eso no importa, pronto tú serás historia en la vida de Jauregui, sólo es cuestión de días para que Lauren esté aquí de regreso... será nuevamente carne fresca y disponible. – Hablaba tan convencida y con ese tonito de victoria que empezaba a molestarme sobremanera, afortunadamente eso fue lo último que tuve que escuchar de ella, pues de inmediato se marchó. Yo me quedé pensando en su comentario "carne fresca y disponible" ¿Eso era lo que la pelinegra significaba para todo ese montón de brujas necesitadas y desesperadas?

-No le prestes atención, Camila. – Lucía intentó despreocuparme respecto a las palabras de Alex, pero yo sabía que aquellas palabras traían un alto potencial de verdad. – Debo irme, tengo una reunión con un profesor. – Anunció poniéndose de pie, le dio un cariñoso beso a Verónica y la vimos desaparecer entre el resto de los estudiantes.

-No entiendo cómo logra ser tan irresistible para todas esas chicas. – Comentó Verónica mirando las fotos una y otra vez, yo la observé como si no tuviera remedio. Crucé los brazos sobre la mesa y escondí mi cabeza entre ellos, luego sentí la mano de mi amiga sobre la mía. – ¿Estás bien? Has estado tragándote los sentimientos durante todo este tiempo, ¿Qué es lo que sientes, Camila? En serio vas a continuar pretendiendo como si nada estuviera sucediendo.