Contra nuestra voluntad

CAPITULO II

― Todoroki Shouto se ha decidido mandarlo a la otra frontera a causa de su reciente rebeldía a la decisión que se tomó sobre Midoriya Izuku. ― Fue la sentencia dada por el Rey a Todoroki Shouto por el intento de pasar las fronteras en busca de Midoriya Izuku, en la cual fue capturado por algunos miembros del clan Lobizón.

―  Todoroki no debiste hacerlo, ahora estas más lejos de Midoriya.― hablo una muchacha de pelo castaño la cual se encontraba curando las heridas de un bicolor.

―  Uraraka, lo siento pero no podía quedarme sin hacer nada, alejaron de mí a mi pareja destinada y lo entregaron a los licántropos como si fuera un trofeo, como quieres que me quedé en paz sin saber cómo está, a muchos no parece importarles sólo porque con ello se puso fin a la guerra pero, ahora mismo el esta solo en un lugar lleno de seres que un día quisieron matar a todos los humanos.

― No eres el único preocupado Todoroki, si hubiésemos sabido los términos en las que se entregó a Izuku no nos hubiésemos quedado sin nada que decir, Aún no puedo creer que  tengamos prohibido  tener algún  contacto con él. Ya es un mes, deseo de todo corazón que Izuku esté bien.

Dentro del Palacio del Clan Lobizon.

― Bakugou Katsuki te ordenó que me escuches ahora mismo ― hablo mi madre por así decirlo, sabía lo que iba a decirme. Izuku.

―Katsuki, otra vez, lo hiciste otra vez, ¡porque golpearse a Izuku!

― ¡Lo hice porque no me obedeció! ― grite. Y empecé a caminar nuevamente hacia el jardín.  Mi madre intento detenerme nuevamente y lo hizo.

― ¡No es excusa para golpearlo! lleva poco tiempo aquí, como quieres que se acostumbre a todo fácilmente. Eres demasiado desconsiderado.

― Me pediste que durmiera junto a él, pero el pero siempre se la pasa evadiéndome, y luego de la nada se pone a llorar, como quieres que sea amable. Es molesto e irritante, y que dices de mi, el es primero en dar empujones y que le de una cachetada o le devuelva el empujón no es golpearlo .

― Como no quieres que se ponga a llorar cuando estás días sin llegar a casa y cuando lo haces llegas con todo tipo de aromas impregnado en ti y te pones a gritarle, los omega humanos no son como los de nuestra raza, cuantas veces tengo que decirte que cada vez que estas con otro omega a Izuku le hace daño, la marca que el tiene arde cuando tu estas con alguien más.

― ¿Si? Ahora que quieres que haga. El claramente prefiere eso a dormir conmigo.

― Podrías  intentar ser más amable con él.

Realmente me estaba cabreando  ― ¡Ja!, ¿lo dices en serio?, quieres que sea amable con un humano cuando sabes que aborrezco de ellos. Al menos deberías agradecerme que aún no lo haya matado. De todas formas al reino humano ya no les importa lo que pase con él.

― ¿Cómo?, como puedes decir eso, aun cuando tienes un lazo con él.

― Si tengo un lazo con él fue por mero error, no es como si ambos estemos contentos con lo qué pasó.

― Intenta conocerlo mejor,  estoy segura que pueden llegar a llevarse bien e incluso llegar a gustarse. Por favor. ― pocas veces había escuchado a mi madre decir por favor. Pero si, ella tiene razón,  aun odiando a los humanos debía admitir que ese chico tiene una sonrisa linda que aunque no me la había mostrado a mí directamente. La había visto cuando lo encontraba leyendo algún libro. Cada día me estaba volviendo loco a causa de él.

Me dirigí a la biblioteca donde él seguramente se encontraba leyendo, debo admitir que no encuentro sentido el leer por gusto y no por deber. Pero él lo hace, es raro.

Lo encontré leyendo un libro, él tiene un parche blanco en la mejilla, fue donde le di el golpe esta mañana, tampoco fue un golpe duro, los humanos son muy débiles. De inmediato él se dio cuenta de mi presencia y se asustó pero no dijo nada. Me empecé a acercar a él, ¿Que podía decir? Un que lees estaría bien o un perdón por el golpe, ja, jamás diría tales palabras. Me senté frente a él pero el solo me ignoro y siguió leyendo.

― Un humano intento infiltrarse en nuestro reino ― fue lo que dije pero al parecer solo decidió ignorarme ― según el informe el que intento infiltrarse tenía el pelo de color Rojo y blanco, al parecer quería salvarte.

― Todoroki Shouto.

Lo escuché  decir.

― Veo que lo conoces.

― Él es mi pareja destinada.

Por alguna razón escucharle decir eso me molesto.

― Pues se le dijo que si intentaba entrar nuevamente a nuestro reino, no saldrá vivo de la misma. ― Al escuchar mis palabras por fin mostro una expresión de terror, al parecer lo que dije lo asusto, ¿o lo preocupo? aunque nuevamente no dijo nada y volvió a ignorarme ― ¿Que lees? ― pregunté por fin algo fuera de lo común.

― Un libro de magia. ― dijo dando la vuelta a una página

― Supe que algunos humanos son buenos para la magia.

― Si, una amiga mía es buena para la magia.

― Debo suponer que tu no. ― hubo un pequeño silencio y hablo.

― Si, no puedo hacer magia.

¿Por qué no me sorprende? ― Como siempre un inútil ― Diablos, no debí decir eso.

― ¿Bakugou tu odias a tu madre? ― preguntó

― No, no la odio solo es molesta.

― Yo quiero mucho a mi mamá, espero que este bien, ella suele preocuparse mucho por todo. No pude ni despedirme de ella, en realidad no pude despedirme de nadie.

Al parecer tampoco fue fácil para él después de todo.

― ¿Porque los humanos tienden a preocuparse por los demás y no solo por si mismos?

― Porque nosotros si pensamos en aquellos que queremos. ¿Por qué estás  aquí Bakugou?

― Solo quería ver como estabas. ― Debo estar volviéndome loco para estar diciendo tales palabras, si cada día él me esta volviendo loco