[Conviction • JK]

Final.

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   Cortos cabellos rubios, piel ligeramente bronceada, un largo y brillante arete que se balanceaba al compás de los movimientos del dueño, este mantuvo los brazos cruzados con un repiqueteo constante de sus llamativos zapatos. Analizaba a los presentes con un lado de sus labios elevado dando como resultado una coqueta sonrisa.

–¡TaeTae!

   Jimin fue el primero en despertar del susto, estiró sus cortas piernas y corrió hacia el joven. Envolvió sus brazos alrededor del torso cubierto por una chaqueta que hacía juego con el pantalón, estampado extravagante que no cualquier persona podría lucir, debajo traslucía una simple blusa de seda, cuello en V, revelando parte de sus clavículas. Todo en el alto y esbelto muchacho evidenciaba a alguien seguro de sí mismo, personalidad fuera de lo común.

–Jiminnie... –murmuró de vuelta y lo acercó más a su cuerpo, si es que se podía.

   Una escena conmovedora: el de mechones largos levantó el rostro, llevó sus deditos a los cabellos contrarios.

–Con que rubio... seguro te dijeron que yo también tenía ese color. –comentó riendo, provocando la misma reacción en el que apretaba sus rellenas mejillas.

–Ha estado así desde hace un año, quizá más... ya estoy pensando en cambiarlo, oscurecerlo pero que se vea brillante, ¿has visto las categorías de tonos grises? –sus elegantes manos fueron directo a la sedosa cabellera.

–¡Sí! quedaría perfecto.

   Pocas sonrisas después se alejaron, dando paso a nuevos saludos.

–Taehyung... –el pelinegro que antes se escondía también le rodeó en un familiar abrazo.

–Jin hyung.

–Esta es Chaeyeong, ya sabrás de que manera está relacionada...

   La muchacha estrechó manos con el más alto y juró sentir su cuerpo estremecerse, no de forma negativa.

   Le siguió el moreno pasando uno de sus brazos por los hombros del rubio, la misma alegría notoria en sus facciones.

–Ha sido qué... ¿casi ocho meses sin vernos, Tae?

–Es correcto, Namjoon hyung. Y jamás dejé de extrañarlos.

   El pelirrojo se acercó dudoso, solo para atraer al contrario directo a su cariñoso agarre.

–¡Taehyungie!

–¡Hobi hyung! –lo recibió con el mismo afecto, dejando suaves caricias en su espalda.

   Restaban dos personas en el fondo. Una joven que se sentía abrumada por la cantidad de energía y emociones del recién llegado, y el chico que sostenía su mano.

–TaeTae hyung. –sonrió el castaño, caminando lentamente hacia su persona.

–Jungkookie. –curvó las comisuras de sus labios y miró fijamente a la muchacha.– Un placer conocerte, Soyoung. Espero que logremos llevarnos bien... es necesario.

   Ella rió en voz baja, asintiendo rápidamente.

–Ya me pondré al tanto con todos, pero por los momentos me gustaría que nos dejaran a solas.

   Uno a uno abandonaron el lugar a excepción de Jungkook.

–No te salvas, Jeon. Fuera.

   El rubio tomó la mano del mencionado, este saltó en su propio lugar y comenzó a alejarse.

–Pensé que habías dejado de hacer eso. –murmuró mal humorado.

–No si son cosas que aún puedo usar para ciertos momentos. –respondió burlón, empujando su figura hasta la entrada–. Sabrás cuando venir, así que por los momentos deberías comer o beber algo con el resto.