Elijah Mikaelson

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Elijah Mikaelson

Gabriela, mi dulce Gabriela. Se veía tan hermosa con ese vestido blanco caminando hacia nuestro bien decorado altar. Era nuestra boda después de esperar 200 años para este día, el día anterior a la boda mi padre me ha enterrado la estaca y ahora uno de los salvatore me la quitado, lo segundo que hice después de golpear a Niklaus por no sacarmela antes ha sido ir por mi hermosa y amada Gabriela.

-Mi amado Elijah por fin nuestro día ha llegado.-susurro emocionada, yo le sonreí de vuelta.

-perdón por la tardanza 200 años, pero te los recompensare con nuestra eternidad, por y para siempre.-prometí, el padre siguio con su discurso hasta que llegó la parte de nuestros testimonios matrimoniales.

-Eres el hombre que me ha hecho feliz suena cliche pero es así. Aún me cuesta creer que este día este pasando, te he esperado mucho Elijah y cada minuto que pasó valieron la pena. No quiero a alguien más para compartir mi vida, mi tiempo.-termino de relatar.

-Eres la mujer que me ha hecho humano, ha dejado salir esa parte que olvidaba que existía. Mi mayor pena del tiempo que espere para tenerte fue que hayas sufrido y no haya estado para protegerte y defenderte, pero ahora que por fin estamos juntos lo haré siempre. Nuestra familia tiene una gran promesa por y para siempre, y esa promesa se ha extendido hacia ti. Te amo Gabriela y siempre lo haré..

-Bien, ahora que han dado sus votos puede besar a la novia.-termino el padre, no espere más y la bese, los aplausos no tardaron en llegar, mis hermanos Klaus, Rebecca, Freya y Kol, mi sobrina Hope y mi cuñada Davina sonreían de poder verme feliz por fin después de la muerte de Haley.

La boda fue muy entretenida y todos estaban felices, todos salieron a despedirnos cuando llegó la hora de que mi Gabriela y yo nos fueramos a nuestra luna de miel. Iríamos al Caribe. Suena loco que Elijah Mikaelson vaya al Caribe pero por su enamorada soy capaz de ir a vacaciones a un volcán y usar un short playero con piñas y no mi amado traje de nueve mil doláres.

-Nuestra eternidad ha comenzado mi dulce Gabriela.-dije tomando su mano y entrelazandola.

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𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭 𝐓𝐡𝐞 𝐎𝐫𝐢𝐠𝐢𝐧𝐚𝐥𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora