Durante la cena con Leigh-Anne y Andre nos la pasamos entre risas y anécdotas. Fue genial volver a ver a Andre.
-Bueno, es tarde, yo me iré a domir-dijo Leigh-Anne levantandose del sofá.
-Pero si aun son las nueve-dijo Andre mirando su reloj.
-Ya sabes que las embarazadas dormimos y nos cansamos mucho, no me discutas-dijo y le dió un beso para después subirse a su habitación.
-¿Eres paciente con su embarazo?-le pregunté.
-Ya sabes que a veces se pone histérica por todo y ahora que esta embarazada pues...
Me reí. Pobre, lo tendría que pasar muy mal.
-Lo siento-dije parándome de reír.
-No pasa nada-dijo y se levantó-me voy a duchar. Els, estas en tu casa, puedes hacer lo que quieras.
-No si yo pensaba en irme a la habitación a hablar un poco con mi madre o con las chicas-dije levantandome-buenas noches, Andre-le sonreí mientras me iba a las escaleras.
-Que descanses-me dijo.
Subí a la habitación y me puse uno de los pijamas que me traje. Me senté en la cama y cogí mi teléfono que estaba en la mesita. Cuando iba a marcar el número de mi madre me quedé sorprendida al ver a Louis llamandome. Sonreí y conteste.
-¿Louis?
-Hola-dijo-Esto...¿que tal en Atlanta?
Sonreí.
-Bien, la ciudad es maravillosa y fue genial volver a Andre.
-¿Alguna novedad?
Iba a decirle lo del embarazo de Leigh pero me retuve. Recordé que era un secreto.
-No, ninguna, todo esta normal.
-Bien...
-¿Y tu como estas? ¿Que tal tu dia?
-Lo de siempre, fui a los entrenamientos de futbol y una vez mas el entrenador le dieron las ganas de gritarnos sin mas-dijo y me reí.
-¿Hiciste algo malo?
-No, solo que, al parecer, le encanta romper nuestros oídos con sus gritos. Dios, a veces pienso que esta sordo o que nos grita por placer.
Me reí a carcajadas.
-¿Por que no pruebas con los chicos hacerle un pequeño regalo, por asi decirlo, y así consigue que os respetea a todos.
-Si tuviera que regalarle algo le regalaría una entrada a un puticlub. Así coge un poco y se le quita la amargura porque dudo que ese hombre tenga una mujer que pueda aguantarlo.
Solté un carcajada.
-Estás loco.
-Solo digo la verdad.
Volví a reír.
-Eleanor.
-¿Si?
-Te extraño.
Sonreí.
-No ha pasado ni un dia desde que me fuí.
-Aun te extraño.
-¿No me estarás diciendo esto para que regrese, no?-levanté un a ceja.
-¿A que te refieres?
-Vamos, Louis, se que estuviste en desacuerdo con que viaje a Atlanta con Leigh-Anne porque te preocupaa que me pasara algo.
-Yo...simplemente me preocupo por ti.
-Y te lo agradezco, se que estás siendo muy sobreprotector conmigo con todo que me esta pasando pero estoy bien. ¿Confías en mi?
-Siempre lo hice.
-Pues entonces no tienes de que preocuparte. Y, si algo ocurre, no dudes en que serás el primero al que llame.
-Eso me tranquiliza.
-En serio que me hace feliz que te preocupes por mi a pesar de todo.
-Eleanor, tu siempre serás lo primero para mi.
No me di cuenta cuando una lágrima se me salió.
-Gracias.
Mas lágrimas salían. ¿Como no podía recordarlo con todo este tiempo que estuve con el?
-¿Estas bien? ¿Estas llorando?-dijo preocupado.
-No, solo...estoy viendo una comedia romántica y hay una escena que me emocionó-dije sonando normal.
-Oh, bien.
-Oye, estoy un poco agotada por el viaje y quiero descansar.
-Si, lo entiendo, te llamaré mañana. O llámame tu, como quieras.
-Esta bien, buenas noches, Louis.
-Descansa, Ele-y colgó.
Tiré el teléfono a un lado de la cama y rompí en llanto. ¿Algún dia acabará esto?