Desde que llevé a Eleanor al lago, hace tres dias, no la volví a ver. Cada vez que la llamaba me decía que iba a salir con Perrie o con Niall. Siento que, por alguna razon, esta molesta conmigo. ¿Será por no querer decirle quien soy? Tal vez. Me da miedo que si se lo digo asi sin mas, pase algo y no recupere la memoria nunca. Pero, por otro lado, pienso en lo que me dijo Niall el otro dia. ¿Y si tiene razon? ¿Y si, a base de recuerdos, Eleanor vuelve a recuperar la memoria? Tiene sentido, la prueba esta cuando recordó a Perrie, Jade y Niall a base de recuerdos. O, en el caso de Perrie, obsequios. La verdad es que no lo se, todo esto me esta sentando tan mal.
-¿Louis, me estas escuchando?
La voz de Zayn me hizo dejar mis pensamientos a un lado.
-¿Que? Perdón, estaba distaído.
-Se nota-se rió-te decía que si, después del entrenamiento, vamos con el resto del equipo a tomar algo.
-No lo se-dije mirando el suelo.
-Louis, ¿se puede saber que te pasa? Llevas así dias-dijo mi amigo preocupado-es por Eleanor, ¿verdad?
Suspiré y lo miré.
-Esto de que haya perdido la memoria me esta matando. Y, creo que esta enfadada conmigo por lo del otro dia. Por eso no quiso verme estos dias.
-Normal, Louis, ¿no te das cuenta de que estas progresando mucho?
-¿A que te refieres?-lo miré con el ceño fruncido.
-Aunque no sepa quien eres, le transmites mucha confianza hacia ti y encima te confesó que, aunque no sabia quien eras, siente que eres una persona que siempre esta para ella. Además de que la llevaste al lugar en donde la conociste, no lo recordó pero se le hizo familiar. Louis, que no le estes diciendo quien eres es como si la estuvieras alejando de saber la verdad.
-Zayn, no quiero que, por un pequeño deslice, pierda la memoria para siempre.
-Pues si no quieres que eso pase, dile realmente quien eres.
-¡Tomlinson! ¡Malik! ¡Traed esos culos al campo ahora!-gritó el entrenador.
Mierda, ¿tan rápido habia pasado el descanso?
-¿Es que este tipo nunca se jubilará o que?-dije levantandome.
-Adora su trabajo tanto como hacernos sufrir con sus gritos-dijo y nos reímos mientras ibamos al campo de nuevo para entrenar.
(...)
Después del duro entrenamiento, me despedí de Zayn y me encaminé hacia la casa de la mamá de Eleanor. Tenia pensamientos en contra de lo que iba a hacer pero ya no puedo esperar mas. Llegué a la puerta y toqué el timbre soltando un suspiró. A los cinco segundos me abre Kim con una sonrisa y con un brillo de felicidad en sus ojos.
-Hola, Louis, pasa-se hizo a un lado y pasé.
-¿Y esa felicidad?-pregunté cuando cerró la puerta.
-Eleanor ya me reconoce.
Abrí los ojos como platos.
-¿En serio? ¿Cómo?
-Le hice su plato favorita desde que era pequeña y, como por arte de magia, supo que era su madre realmente. ¡Dios, al fin!-dijo con sus ojos cristalizados.
-Me alegro mucho por ti-le sonreí con melancolía.
-No estes asi, veras que muy pronto te recordará, cariño.
-Eso espero-suspiré mirando el suelo.
-Por cierto, ¿cómo es que no te he visto estos dias? Has estado un poco distante.
-Yo...Han sido unos dias difíciles para mi y queria meditar un poco aquello. Ya sabes...
-Claro-asintió sabiendo a lo que me refería.
-¿Esta Eleanor?
-Esta en su cuarto.
Asentí y me encaminé hacia las escaleras para subirlas, llegué hacia la primera planta de la casa y fui hacia la habitación de Eleanor. Suspiré y toqué la puerta.
-Pasa, mamá-se escuchó.
Abrí la puerta, lentamente, y entré al cuarto. Ella estaba de espaldas mirando algunas cosas de su escritorio. Se dió la vuelta y su sonrisa desapareció al verme.
-Hola-susurré.
-Hola-dijo y volvió a darse la vuelta.
-Oye, ya se que estas molesta conmigo por no darte respuestas sobre que soy para ti pero creéme es difícil para mi.
-Louis, desde que te vi en el hospital aquel dia fuiste muy cuidadoso conmigo. Me hiciste recordar a algunos de mis amigos y veía en tus ojos el esfuerzo que hacias para que intentara recordar algo o a alguien mas. ¿Y no quieres decirme quien eres tu realmente? Siento decirte esto pero creo que en vez de ayudarme me estas alejando de todo aquello que quiero recordar-dijo y se dió la vuelta.
-Tengo miedo, Eleanor.
-No quiero que lo tengas. Dime quien eres, por favor-dijo suplicandome.
Cerré los ojos y dejé salir todo el aire que retenía.
-Esta bien, te lo diré-ella sonrió.
(...)
El camino en coche fue en absoluto silencio, podía ver la emoción y la intriga de Eleanor que tenia en sus ojos. Al llegar, apagué el motor y ambos bajamos de mi coche. Fuimos hacia la puerta, la abrí y dejé que ella pasara primero. Entró y yo cerré la puerta al entrar detrás de ella. Ella se quedó silencio mirando todo y luego se giró para verme.
-¿Donde estamos?
-En nuestra casa.
