Se dejó caer sobre su cama desproporcionadamente grande con un suspiro agotado. Sus pensamientos vagaban en todas las direcciones, pero siempre acababan regresando al mismo lugar; Jimin.

Justo cuando estaba a punto de caer vencido ante el agotamiento, su teléfono vibró en su bolsillo. El nombre del protagonista de su ansiedad apareció iluminado en la pantalla. Yoongi frunció el ceño.

- ¿Jimin? - Preguntó, la duda en su voz.

- Yoongi, soy Taehyung.

Se incorporó en la cama rápidamente.

- ¿Taehyung? ¿Qué pasa? ¿Jimin está bien? - Preguntó asustado.

- Tienes que venir.

- ¿Cómo? Taehyung, yo...

- Mira, - Interrumpió el omega. - no eres mi persona favorita en el mundo, y sé que yo no soy la tuya tampoco, pero Jimin te necesita. Tú has provocado que su celo se adelante, y nunca lo había visto en este estado. No para de llorar, y los supresores no alivian su dolor.

Todo el cuerpo de Yoongi se tensó, ¿Jimin estaba tan mal? Rápidamente saltó de la cama y salió como una exhalación de la habitación.

- Voy para allá.

Colgó.

Ni siquiera se molestó en esperar al autobús, corrió como nunca antes lo había hecho hasta llegar a la casa del omega. En cuanto llegó a la puerta, el increíblemente intenso aroma de Jimin debilitó sus piernas.

- ¡Taehyung, abre la puerta! - Bramó, golpeando la madera con fuerza.

Un minuto más tarde apareció el omega castaño, mirándole con la preocupación desfigurando sus bellas facciones.

- Está en su cuarto.

Sin esperar más, Yoongi entró en la casa y corrió hacia la habitación de Jimin. El olor era cada vez más intenso, y despertaba todos sus instintos de depredador. Abrió la puerta del cuarto de golpe, sin molestarse en llamar, y lo que allí vio, le dejó helado.

Jimin estaba empapado en sudor, su piel perlada, solamente vestía unos bóxers, permitiendo apreciar la humedad que se escurría entre sus magníficas piernas. Yoongi gruñó, aquello era demasiado para él. Una prueba divina para su débil resistencia.

- ¿Yo-Yoongi?

La voz de Jimin se escuchó como un gemido. El alfa explotó.

Caminó rápidamente hacia él, escuchando los jadeos del omega. Se apoyó en el colchón sosteniendo su peso con un brazo, cerniéndose sobre Jimin. Lentamente, el omega abrió los ojos y se encontró con la mirada más intensa que alguna vez había podido contemplar. La respiración de Yoongi era pesada, y daba de lleno en el rostro de Jimin. Algo en su cuerpo pareció reaccionar, calmándose al instante con la presencia del alfa en la habitación. No podía pensar racionalmente, no podía controlar sus instintos, simplemente, se dejó llevar. Alzó sus brazos y rodeó el cuello de Yoongi, tirando de él hasta que se tumbó en la cama. El aliento de Yoongi se retuvo, mientras Jimin pasaba una de sus piernas sobre su cintura y enterraba su rostro en su cuello, aspirando su olor.

- Yoongi...

Su nombre sonó camuflado en un gemido y, para aquel momento, el miembro de Yoongi ya estaba más que despierto en sus pantalones. No podía pensar. Se giró, encarando al omega, y sostuvo su cintura con fuerza. El movimiento produjo un delicioso roce entre ambos miembros que les hizo jadear.

- Jimin. - Gruñó Yoongi.

Jimin respondió con un gemido. Se sentía desesperado, y el fuerte agarre del mayor en su cintura le estaba haciendo enloquecer.

Intocable (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora