Pensamientos oscuros. Bellos. Poéticos. Mágicos... A veces creo que los pensamientos tristes son mejores que los alegres, los ordinarios, los comunes... A veces creo que no merece la pena seguir luchando, que no merece la pena seguir en un mundo don...
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Cuando el profesor de debate nos dejó de deberes escribir sobre un tema para hablarlo en clase, todos ya tenían sus ideas. Los partidos de futbol, el baile, los empleo más fiables para ser de mayor, proyectos superficiales. En cambio yo, tuve que pensar días. Pasé noches en vela intentando descubrir un tema al que pudiera darle importancia, al que pudiera expresarle la verdad en sueños, y la mentira en realidades, hasta que finalmente, descubrí un tema.
Dejar de fingir una vida.
Me preparé el escrito, lo presenté ante la clase, y todo el mundo decidió decir que no. Y yo me pregunto, ¿Es porque tengo razón o porque le temen a la realidad?
En el escrito solo puse la verdad.
Todos intentamos parecer felices ante la cámara, sonreír e intentar parecer que todo está bien con nuestras vidas, cuando solo posamos para una foto, y luego volvemos a lo de siempre. Donde ante la memorizadora de recuerdos, todos fingimos. Luego les decimos a nuestros amigos, conocidos, familiares, que se saquen un selfie, pero en realidad les estamos diciendo que finjan una vida, que finjan ser algo que no son ante un objeto, para luego compartirlo con el mundo para dejarle ver una cara sonriente, aunque los sentimientos estén rotos.
Así que, todo esto ha sido por un trabajo de clases, donde se suponía que íbamos a debatir sobre un tema importante, pero a causa de todas las personas rotas del aula, acabamos debatiendo sobre otro simple tema sin importancia, sobre otras vidas más rotas que ocultan, la tristeza debajo de la cara de un selfie.
Así que deja de fingir, porque se que todos lo hacemos.
Porque se que yo lo he hecho, y lo volveré a hacer.
