6. Admiración

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Admiration/ Admiración.

Viernes seis de abril

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Sus mejillas estaban encendidas en un tono manzana que Alya jamás le había visto en la vida. Todos los de la clase no paraban de reír por la patética nota que Chloe había obtenido en Geografía. Había escrito que Berlín era la capital de los Países Bajos, justificando que a ella no le interesaba la nota que sacara y mucho menos cuales eran las capitales de los países.

Marinette se puso de pie, quitó la hoja de resultados que estaba pegada a la pizarra y se la entregó a la rubia con brusquedad, mirando a todos con la mejor de sus miradas asesinas, logrando callar a todos.- Hoy llegas tarde a casa, Bourgeois. Vas a estudiar y yo seré tu tutora.

La de cabellos oscuros emprendió la caminata hacia su asiento cuando una gran exclamación la interrumpió.

-¡De ninguna forma!-gritó la de ojos azules en un berrinche estúpido. Prefería ser la burla de sus compañeros antes que la alumna de la panadera. Sería vergonzoso e incómodo.

-No voy a permitir que se sigan de riendo de ti, es estúpido. Soy la delegada de la clase así que te aguantas y te quedas.-respondió con tono firme y serio la joven de piel clara y ojos azules. No iba a permitir que en la clase reinara el desorden. Pondría un alto desde el principio y de esa forma se evitarían conflictos en el futuro.

Adrien sonrió ante la gentileza de Marinette, así que intentando ayudarla se puso de pie para convencer a su mejor amiga.- Creo que es una idea excelente, Chloe. Será una oportunidad para prender cosas nuevas.

-Pero Adriancito...-replicó la rubia, haciendo un puchero que se le antojó odioso a Marinette.

-Si te hace sentir mejor...-inició el muchacho con una sonrisa conciliadora que también dirigió a Marinette.- te acompaño. Tampoco obtuve la mejor nota y si a Marinette no le importa, será genial apuntarme.-le guiñó un ojo a la chica de pendientes oscuros.

Marinette asintió lentamente, sin atreverse a mirar directamente al rubio. Se esperaba que intentara apaciguar a la bestia que a veces resultaba ser Chloe Bourgeois, más nunca se esperó que se ofreciera a presenciar la clase que le daría a la rubia.

Esta última sonrió y se lanzó a abrazarse al modelo, pues ahora que lo tendría con ella no habría que soportar a la joven de coletas ella sola.- Iré por un libro entonces.

Salió corriendo a toda prisa, sin escuchar lo que Marinette tenía por decir en aquel momento.- Pero Chloe, estudiaremos en la biblioteca...-bufó irritada cuando la vio salir de la clase y se dio la vuelta para ir a su lugar, encontrándose y chocando con el pecho de Adrien.- ¡Lo siento! -La chica se había apresurado a disculparse, con las mejillas nítidamente coloreadas.

-Eres asombrosa.-dijo él, sonriéndole con cariño.- Gracias por ayudarla.

Ella se achicó en su sitio.- No tienes que agradecer. No es la gran cosa.

-De verdad Marinette. Te admiro muchísimo, no cualquiera hace cosas así por una persona que no le agrada del todo y eso demuestra el gran corazón que tienes. Se acercó y besó su mejilla, dejándola con los ojos brillantes.- Te veo más tarde.

Él se alejó, para buscar a su mejor amiga y aunque Marinette no pudiera verla, la sonrisa victoriosa y tonta que se pintó en el rostro del joven modelo no se borró en todo el día. 













Palabras: 550

¡Ay! Les juro que pasan los drabbles y me enamoro más del Adrinette.

Un beso

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