Epilogo

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30 años después...

La vida se me escapaba con cada respiración, quien diría que todo terminaría aquí, a mis 67 años estaba partiendo de este mundo, dejando a mi pequeña Rin a causa de una enfermedad cardiaca, se que ella no estará sola, pues mi hermano la estará apoyando a ella y a su familia. No puedo quejarme, pues luego de la muerte de mi amada Kagome gocé de buena salud, pudiendo estar para Rin, cuidándola como le juré a su madre

Nunca creí morir en este hospital, aquí donde ocurrió todo, el nacimiento de mi única hija y el fallecimiento del amor de mi vida, mi única mujer, mi única esposa. Pues nunca me volví a casar, ninguna mujer ocuparía el lugar de Kagome ni en mi vida, ni en mi cama, yo sería solo suyo, aunque la muerte nos separe...o en este caso, hasta que nos reúna.

—Papá—Rin llora al lado de mi cama, su esposo Kohaku está afuera con mis nietos, la pequeña Akane y el pequeño Toga, apenas de 7 meses, nombrado así por nacer en el aniversario del fallecimiento de su bisabuelo

—Rin, no llores—mi mano tiembla mientras la levanto y la coloco sobre su cabeza, ella llora con mas fuerza

—No te vayas, no me dejes—me suplica mi niña con una voz quebrada

—Estoy cansado Rin, ahora podre descansar tranquilo, porque sé que no estarás sola, ahora tienes a tu familia—estiro mi mano y Kohaku deja al bebé en su asiento de transporte y se acerca para consolar a Rin, mi hermano Inuyasha también esta aquí, junto con su esposa Kikyo, y su hijo adoptivo Shippo, todos parados a mi derecha y los pies de la cama

—No te preocupes hermano, yo los cuidare—me asegura Inuyasha con voz ronca, haciendo un esfuerzo para no llorar, su mujer y su hijo se despiden de mi y vuelven a los asientos a mi izquierda para cuidar a los niños, Akane esta dormida, pero Toga está riéndose de algo que una enfermera le está diciendo mientras le acaricia el rostro. Por alguna razón no puedo evitar observar a la mujer, hay algo en ella que me parece sumamente familiar, ella se pone de pie y voltea, mi corazón comienza a latir más rápido

—Papá...—no hago caso del llamado de Rin, temo que, si parpadeo siquiera ella se ira, todo se vuelve como la primera vez que la vi, mi entorno desaparece y solo puedo verla a ella

—Kagome...—pronuncio con dificultad, ella me sonríe y se acerca hasta la cama, se ve mas hermosa que nunca, nadie la ve solo Toga y yo

—Te estuve esperando—ella se inclina y acaricia mi rostro—ya es hora de partir amor—cierro los ojos y sonrío mientras ella me da un suave beso en los labios. Por fin, estoy en paz

...

Ese fue el día, Sesshomaru Taisho murió en paz, rodeado de su familia y con una sonrisa en el rostro

Bueno, este es el final de la historia. En un principio dudé sobre el final, honestamente no sabia si seguir con lo que se me había ocurrido (esto) o hacer el típico final feliz, finalmente opte por la idea original y ya. Espero que les haya gustado y me dejen sus comentarios 

P.D: En el primer capitulo había puesto que iba a subir cada domingo un capitulo nuevo pero meh, si ya tengo la historia ¿para que esperar?

Mi Hermosa Azabache (Sesshome)Where stories live. Discover now