Mi Hermosa Azabache (Sesshome)

La ultima palabra

Me detengo en el semáforo en rojo, distraídamente observo el parque Sengoku, sitio donde tuvieron lugar muchos de nuestros paseos y demás momentos preciosos. Después de nuestro pequeño encuentro en la parada mi primer deseo se materializó, ella volteó a verme mientras estaba en la cafetería, aunque nunca imaginé que ella se acercaría para hablar conmigo, beber un café y tener charlas en las que nos fuimos conociendo cada vez más, charlas en las que me di cuenta de que mis fantasías sobre como seria ella no eran nada más que basura comparadas con la realidad, pues ella era mejor, ella me había encandilado aún más con ese carácter juguetón y explosivo, con su terquedad, su inocencia y su confianza, siempre llevándose la última palabra, siempre sorprendiéndome en cada oportunidad

Flash Back

Estábamos en la cafetería, ya llevábamos un tiempo reuniéndonos, tiempo en el que descubrí ella comenzaba a observarme desde la ventana principal en su trabajo, al parecer el motivo de su llanto fue un entredicho con su jefe, que resultó en su suspensión sin goce de sueldo, algo que me irritó, y como de costumbre ella me había sorprendido nuevamente

—¿Quieres salir conmigo? —la pregunta había salido de la nada, dejándome sumamente aturdido, ella esperó pacientemente mientras inclinaba la cabeza para ocultar su sonrojo, yo solo pude sonreír

—Hn—asentí y tome su mano, ella me miró sorprendida mientras la guiaba hacia el parque mas cercano, el Sengoku, llamado así por el Goshinboku, un árbol que permanece desde esa época, al llegar ella lo ve embelesada, sabía que le gustaría, pasamos la tarde de nuestra primera cita improvisada a la sombra del gran árbol, hablando de todo y nada a la vez, viendo a la gente ir y venir, pero sin darle importancia. Pues en ese momento solo existía ella, su voz, sus expresiones, la forma en la que acompañaba muchas de sus palabras con gestos de sus manos, y fue entonces que lo supe, mientras ella hablaba yo supe que me había enamorado, y en ese entonces ya tenia decidido que la enamoraría, pero antes tenia que callarla. Sonreí para mis adentros mientras ella parecía sumamente emocionada por el cumpleaños de su amiga Sango, tanto que en el momento en el que volteó a verme actué. En un segundo me había acercado lo suficiente como para tomar su rostro entre mis manos y robarle un beso, un beso que ella correspondió y con el que me volví aun mas adicto a ella, pues nunca había sentido lo que en ese momento, había encontrado el paraíso, un paraíso que me aseguraría fuera solo mío, un paraíso por el que moriría gustoso—me encantas, Ka...go...me—susurré solo para volver a besarla

Fin del Flash Back

No pude evitar sentir nostalgia por ese recuerdo, ese era especial para él, pues no solo fue su primer beso con la mujer de sus sueños, sino que, además, fue la primera vez que ella no había tenido la ultima palabra