El objeto de mi obsesión

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Así los días habían pasado convirtiéndose en semanas, luego en meses, ella se había convertido en una pequeña adicción, una a la que no podía renunciar, mi empleo y mis amigos ocupaban mucho de mi tiempo, pero sin importar cuan ocupado estuviera o que tan estresado me sintiera, ella aparecía en mi mente como un relámpago y me producía una sonrisa, imaginarla sonriéndome con burla me ponía de buen humor, o que ella se me acercara y me hablara, sin poder contenerme había comenzado a soñar con ella, con el cómo sonaría su voz, el como seria que ella me sonriera exclusivamente a mí, no podía evitar imaginar cientos de escenarios diferentes que llevaran a esa interacción, chocar con ella en la calle, ir al restaurante del frente donde ella era mesera, o que ella entrara en la cafetería y tener que compartir mesa, ese era mi favorito, y por mucho, el mas loco de todos los escenarios, pues nunca la había visto ver en dirección a la cafetería, ni salir con un vaso descartable, quizás ni le gustara el café

Esa pequeña adicción se estaba descontrolando, cada vez que ella pasaba por enfrente mi corazón latía demasiado rápido y la decepción me amargaba al ver que nuevamente ella ignoraba mi existencia, por un momento decidí tratarme con un profesional, pero deseché la idea tan pronto como apareció, puesto que no quería que un desconocido se enterara de asuntos que solo me concernían a mí, ella me estaba consumiendo sin darse cuenta, sin siquiera intentarlo, tanto que todos a mi alrededor comenzaron a notarlo presionando e insistiendo en que compartiera el problema con ellos, solo para tener que soportar en un principio las burlas de mis amigos y de mi hermano al enterarse de la razón por la que siempre iba a ese lugar, soportando que me llamaran acosador, desesperado o incluso cobarde por no acercarme, más todas esas burlas se desvanecían al verla, pues ella encantaba con esa sonrisa, o por lo menos, me encantaba a mi

Con el paso de los días los otros vieron que no era solo un simple juego y comenzaron a preocuparse, por mi comportamiento y el efecto que ella provocaba en mí, ellos en un principio no lo comprendieron tampoco, más cuando les expliqué lo que ella me causaba, lo que ella me hacía pensar todos cayeron en cuenta de algo que no hubiera querido admitir, mi pequeña adicción se había convertido en algo más, se había convertido en alguna clase de amor platónico como los de secundaria, uno que estaba a mi alcance hacer realidad, pero que por cuestiones de orgullo y ego, dejaría escapar entre mis dedos. Ellos me ofrecieron ayuda, sugerían ideas para que llamara su atención, me negué a ponerlas en practica pues no quería llamarla con trucos baratos sacados de tontas películas, quería que ella me notara por si sola, ser algo para mi adicción, ser algo para el objeto de mi obsesión 

Mi Hermosa Azabache (Sesshome)Where stories live. Discover now