Rachel vivía una vida normal... Hasta que un día unas extrañas personas entraron a su casa y su abuelo para salvarla la envía por un portal a otro mundo el cual ella creía que existía sólo en las historias que escuchaba cuando era una niña.
La nieve caía por todos los reinos, el sol se ocultaba detrás de las nubes y la alegría había desaparecido. En el reino de Aldrost los nuevos sucesores practicaban sus técnicas de pelea...y tanto como Jaden, Ash y los demás ahora poseían un Dragón.
También los únicos dragones de metal,rayo,hielo y oscuridad en el reino estaban protegidos por una lágrima de luna, que impedía el control mental sobre estos dragones y sus jinetes.
Jess por fin había encontrado el significado de aquel sueño...era ella claro estaba pero por fin sabía la identidad del otro jinete, Rachel su prima era aquel enemigo a quien enfrentaba. Pudo ver la batalla aún mejor...sin duda era sangrienta.
Pero eso no le alarmo demasiado ni tanto como el ver a Rachel con toda su apariencia cambiada...escamas,cabello blanco,ojos azul eléctrico y una gran energía salvaje. Todavía no sucedía dicho encuentro y Jess podía sentir su fuerza en aquel sueño.
Otra ves como años atrás la misma escena se repetía en su mente, la espada de Rachel atravesaba su abdomen rompiendo su armadura...la hoja de metal era demasiado fría, tanto que comenzaba a congelara desde la herida.
Su prima le regalaba una oscura sonrisa, sus ojos brillaban demasiado.
"Fin del juego" era lo que leía en sus labios antes de caer en la oscuridad. Zen la despertaba siempre a sucediéndole que ella gritaba en suelos...Jess le contó a todos sobre su sueño y su tía rompía en llanto.
A todos les costaba creerlo...pero ella logró mostrárselos dejando todo en un inquietante silencio.
-lograra corromperla...- había dicho su tío Arthur. -no tenía un lazo demasiado firme con alguno de nosotros...y tras lo que intente hacer será aún más fácil hacerla cambiar-
-podemos evitarlo...- el padre de Ash lo tomo por el hombro. -recuerda que creamos un lazo con mi hijo-
Ambos Reyes miraron al mayor de los hermanos quien los miraba aún más atentó. El menor igual molesto al ver quien era el dueño de ese lazo con Rachel, su sangre hervía de ira.
A pesar de que su hermano desapareciera por dos años de sus obligaciones su padre aún le quería...no se mostraba molesto. Y como siempre Ash quedaba una ves más tras la sombra de su hermano.
-tienes razón Arthur aún podemos recuperarla...sólo necesitamos traerla de regreso- la hermana del rey sujetaba firme su collar contra su pecho.
-Arthur se que aún no me personas hermano, pero les ayudare en todo lo que pueda por traer de regreso a mi sobrina-
-te creo hermano...me alegra haberte recuperado-
Poco a poco las cosas se reparaban entre aquellos hermanos una...de tantas cosas por reparar.
El tiempo ahora era su enemigo...la guerra era segura pero el hecho de no saber cuando esta se desatara era una constante tortura, al igual que el hecho de que la hija del rey era en estos momentos la nueva marioneta de su abuela.
EN LAS TIERRAS SALVAJES
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Explosiones de gran magnitud se escuchaban por todo el valle, la tierra era sacudida con fuerza.
En medio del valle se encontraba una blanca cabellera atada en una fina coleta, la armadura plateada brillaba por los rayos del sol, la espada era rodeada por leves destellos eléctricos y un ligero vapor frío.
Frente de ella una oscura melena ondeaba junto al viento, la mujer o al menos su alma creaba columnas de tierra que se dirigían contra Rachel, quien con su fuerza destruía hasta reducir las a polvo. Fuego, hielo,agua,viento,tierra,oscuridad,rayo,metal todos los elementos eran empleados en aquella batalla.
Ambas peleaban con fuerza, la joven lo hacía con fuerza...buscando la aprobación de su antecesora quien no se preocupaba en ocultar el orgullo que sentía al ver la fuerza de su descendiente.
Estaba orgullosa del rápido avanzar de Rachel, en dos meses su fuerza había aumentado hasta el punto de que con un sólo golpe podía reducir una gran montaña a nada.
Su dragón le era otro caso...aquel ser se negaba a sucumbir del todo a la maldición, cada vez que Rachel practicaba el matar a una supuesta ilusión de alguno de sus familiares o conocidos esté la detenía entrando en su mente.
Era fuerte su lazo, tanto que el Dragón buscaba mantenerla a salvo, también sabía bien que este no era tonto...al igual que ella sabía que tenía que suceder para que la maldición fuera un hecho permanente sobré de Rachel...ella tenía que arrebatar una vida.
Una ves echo esto, le sería tan placentero el acerco que sería imposible hacerla regresar...se convertiría en su perfecta copia...ágil,fuerte, insensible y despiadada. Nadie podría detenerlas.
Aunque ella había logrado enseñarle a Rachel el manipular las mentes de otros...algunos veces había logrado hacerla doblegar a su dragón como castigo...pero bien como ella se había dicho su lazo era fuerte...ella misma sufría al hacerle algo a su dragón.
A si que para evitar una posible rebelión con ella la dejo hacer lo que quisiera con todo al respecto de ella y su dragón.
