Tan débil...

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Capítulo siete

Alix

Entré corriendo y me incliné hacia mi mamá que estaba inconsciente en el piso de la sala.

—¡Mamá! —grité tocándole su cara.

Mi vista ya estaba nublada por las lágrimas que se me habían acumulado en los ojos. Mis manos temblaban, no sabía si podía moverla o no. No sabía nada y estaba demasiado desesperada como para hacer otra cosa que no fuera ver a mi mamá y gritarle que despertara.

—Tranquila —dijo Ethan abrazándome por detrás—. He llamado a una ambulancia, a tu papá y a los míos. Todo va a estar bien.

Siguió abrazándome mientras acariciaba mis brazos para intentar tranquilizarme.

Segundos después llegó mi tía y se inclinó hacia mi mamá. Colocó su oído en el pecho de mamá y le tomó el pulso, también le tomó la temperatura con sus manos y movió su cabello revisándole la cabeza, en todo ese momento no había movido a mamá.

La ambulancia llegó rápido pero me di cuenta de ello hasta que los paramédicos estaban subiendo mi mamá en una camilla. Me levanté y fui siguiéndola hasta que la subieron a la ambulancia.

—No puedes subir —me dijo un paramédico.

—Es su hija —dijo Ethan poniéndose frente a mí—. ¡No puede negárselo!

—Aconsejamos que vaya un adulto que nos pueda proporcionar datos…

—¿Quién mejor que su hija para hacerlo?

—Ethan —lo llamó mi tía—. Iré yo. Lleva a Alix al hospital y conduce con cuidado.

Y después de eso todo pasó rápido. La ambulancia se alejó con mamá dentro y yo me quedé hecha un mar de lágrimas. Ethan tuvo que llevarme hasta su auto, ni siquiera recuerdo haber subido al auto ni nada, sólo sé que en cuanto llegamos al hospital bajé corriendo de su auto y entré. Mi papá y mis tíos ya estaban ahí. Corrí hacia mi papá.

—¿Qué le pasó? —dije en su pecho.

—No lo sé, pero la buena noticia es que despertó en la ambulancia —me contestó mientras acariciaba mi cabello—. En unos minutos nos darán el diagnostico, mi niña. No te preocupes, verás que todo va a salir bien.

Asentí abrazándolo fuertemente.

Estaba recargada en el hombro de Ethan cuando una mujer vestida impecablemente de blanco se acercó a nosotros. Nos sonrió con alivio y una parte de mí se sintió tranquila antes de que empezara a hablar.

—Son los familiares de la paciente Alissa Mejía ¿cierto? —todos asentimos. Papá se puso de pie y se presentó estrechándole la mano—. Me alegra decirles que está completamente bien, solo tuvo en desmayo.

Todos soltamos aire en la sala de espera.

—Felicidades —nos dijo sonriendo y volteó a ver a papá—. Están esperando un bebé.

—¿Qué? —preguntó papá incrédulo.

Yo no pude hablar.

—Sí. Puede pasar a verla en este momento. En unas horas podrán salir de aquí siempre y cuando vengan periódicamente a revisión.

Papá caminó detrás de la doctora y yo me puse de pie.

—Ethan —dije con voz entrecortada—. Quiero salir.

No me hizo esperar. Se levantó de su incomoda silla y pasó su brazo por mis hombros para ayudarme a caminar fuera de la sala de espera. Fuera el aire estaba fresco, me permití dar una bocanada de aire antes de apoyar las palmas de mis manos en mis rodillas. Ahora mi miedo era mucho peor del que había sentido al ver a mamá desmayada.

Catch me baby (KMB Libro #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora