xv.

1.5K 243 62
                                    

Al mover sus manos con alegría por comprender cómo se hacía tal ejercicio, el lápiz de Seungmin voló hasta la otra fila de asientos cayendo cerca del tímido y pelinegro chico con el cual jamás había cruzado palabra, lo cual era de extrañar dado que conversaba con la mayoría de sus compañeros. Se disponía a proceder con el siguiente ejercicio cuando se dio cuenta de que su mano estaba vacía, sin rastro del lápiz que ocupaba segundos antes. Buscó con sus ojos bien abiertos el objeto que debería hallarse en algún lugar en el suelo, pero no logró encontrar nada. Resignado, levantó su cabeza en dirección al pizarrón y una mano alzada frente a él lo sorprendió haciéndolo dar un pequeño saltito en su asiento.

-¿Se te ofrece algo?- preguntó con una encantadora sonrisa al chico de pie junto a él.-

-Tu lápiz voló.- respondió depositando el objeto sobre el cuaderno ajeno, fijando su atención en la prolija escritura que contenía, deseaba poder escribir de tal manera para ahorrarse los regaños de su madre.

-¡Oh, muchísimas gracias, hyung! ¡Hiciste aparecer mi lapiz por arte de magia!- la exclamación fue escuchada en todo el salón y debido a la emoción, Seungmin iba a abrazar al chico a modo de agradecimiento, ganándose un golpe en el hombro a modo de advertencia.-

-Ten más cuidado.- dijo Changbin en voz baja dado que toda la clase estaba observando la escena y sus orejas comenzaban a tomar un color rojizo debido al exceso de atención, esto hizo reír al castaño.- Y no fue magia, sólo chocó en mi hombro.

Seungmin era un chico muy curioso y observador, no obstante, aunque su vista se encontrara durante prolongados minutos analizando algo o a alguien, los pequeños detalles relevantes siempre se le pasaban por alto, por más que intentara concentrarse en hallarlos.

-No entiendo a qué te refieres.- comenzó a rascar su nuca en un intento de actuar natural, lo cual no le estaba funcionando demasiado.-

-Los descubrí, Changbin.

El recién nombrado sintió el pánico recorrer su cuerpo, Seungmin los había visto besándose, de eso no cabía duda. Ahora debía adoptar una actitud de desentendido que no recordaba nada si no quería ser sometido a un extenso interrogatorio por parte de su mejor amigo. Era lo que menos deseaba en aquel momento, porque no sabría qué responderle, ni siquiera él conocía las respuestas, ¿cómo podría dárselas a Seungmin entonces?

Sabía que nada podía ir tan bien, algo tenía que suceder para complicarle todo, quizá era la manera en que el karma se hacía presente por besar a Felix sin su consentimiento.

-No sé de qué hablas.- una risa demasiado fingida por la que se golpeó mentalmente salió de su boca.-

Ahora era cuando Seungmin le preguntaría si era gay, siempre sucedía en las películas.

-Ahora Felix es tu mejor amigo, ¿verdad? Ves películas sólo con él y yo ya no existo, siempre creí que cuando decías odiarme sólo bromeabas. Ya entiendo que no lo era.- y ahí estaba el dramático Seungmin nuevamente, pero esta vez pudo ver las lágrimas asomándose en sus ojos.-

Bueno, Changbin esperaba cualquier cosa menos aquello pero era un alivio a decir verdad, le daba gracias al cielo.

Definitivamente Seungmin era un caso, como un niño ingenuo que vive en su propio mundo y eso era algo que Changbin adoraba de su amigo, muchas veces quiso preguntarle o pedirle que le enseñara a ser así, él quería vivir en las nubes también, no en la realidad monótona que experimentaba cada día.

-Sabes que ese puesto nadie te lo arrebatará, bobo.- rió, esta vez de manera auténtica.- Es cierto que he pasado más tiempo con Felix, pero no significa nada.

Sí significa algo y lo sabes, escuchó en su subconsciente.

-Binnie, ¿me odias?- cuestionó el chico con un puchero, pareciendo un pequeño que acababa de ser regañado.-

Es cierto que Changbin podía ser un amargado a menudo, pero cuando Seungmin ponía aquella expresión no podía negarse a nada. También podía decir que lo odiaba pero lo cierto es que lo consideraba como a un hermano menor que debía proteger a toda costa, lo cual hizo un par de años atrás cuando un grupo de chicos molestaba a Seungmin por haber desafinado en un show de talentos, tiempo en el cual Changbin se ganó varios castigos y suspensiones por golpear a quien se metiera con su amigo. Por suerte, fue en aquella época cuando Hyunjin se les unió y así, cuando el pelinegro no podía estar acompañando a Seungmin, era Hyunjin quien estaba a su lado para que nadie se le acercara a decirle cosas.

-Sabes que no soy de decir palabras afectivas, por eso uso el "te odio" para decir que te quiero.- admitió el pelinegro pasando un brazo sobre los hombros adversos, apretujándolo contra sí a modo de un semi abrazo. Sin embargo, Seungmin no se conformaría con eso y debía aprovechar la oportunidad en que Changbin había ablandado su corazón y lo abrazó de manera efusiva, pero esta vez no hubo quejas.-

Más allá, Hyunjin y Felix espiaban la escena riendo bajito para no ser descubiertos, adoraban ver el drama que esos dos creaban de vez en cuando.

-Te dije que algo sucedía, estaban demorando demasiado.- expresó Hyunjin llevando un par de galletas a la boca de Felix, quien sólo asintió, ya que tenía su boca repleta de comida y no sería capaz de contestar de forma apropiada.-

El timbre volvió a hacerse presente en el Instituto y todos los alumnos volvían a las aulas correspondientes para dar comienzo a la siguiente clase, todos los adolescentes con la esperanza de que la clase restante transcurriera rápido y sin malas calificaciones.

Al volver de su sesión de espionaje secreto, Felix y Hyunjin se sentaron juntos para seguir compartiendo las galletas favoritas de ambos en una posición demasiado cómoda e íntima en la cual el australiano apoyaba su cabeza en el hombro ajeno y el otro, recargaba su mentón sobre la coronilla de Felix, esa era su manera de compartir las galletitas de chocolate, era casi una tradición.

Changbin estaba decidido a mimar un poco a su inocente amigo aquel día, recordándose a sí mismo que no debía descuidar tanto a la gente con la que tenía lazos cercanos, que a veces es bueno demostrar el cariño que tienes por alguien.

-El matrimonio se reconcilió nuevamente.- anunció Hyunjin cuando el otro par entró en el aula ganándose una amarga mirada por parte de Changbin debido a la repetida broma.-

Su ligera molestia se debía a la broma, ¿verdad? El pelinegro no lo sabía con certeza y tampoco le prestó demasiada atención.

something unknown | changlixWhere stories live. Discover now