vi.

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Una hora más tarde cuando finalmente habían guardado todos los productos en sus respectivos lugares, ambos chicos se encontraban sentados en la cama de Felix apoyados con la espalda en la pared, uno junto al otro separados sólo por el recipiente con palomitas de maíz que habían hecho y que casi habían resultado de un color negro si no fuera porque Felix las había sacado antes de que su color oscureciera por completo. Habían elegido una película de ciencia ficción llamada Kingsman, de la cual se habían perdido gran parte ya que comentaban casi la mayoría de las escenas que creían muy exageradas o muy intrigantes. Changbin había cambiado su posición al comenzar a sentir un ligero dolor en su nuca y se había sentado con sus piernas cruzadas como un indio, apoyando sus codos en sus muslos y su cabeza sobre sus manos, tal como se sientan los niños pequeños cuando escuchan historias interesantes.

-Te ves más enano sentado de ese modo.- Felix rió observando la espalda encorvada de su amigo.-

Changbin soltó un suspiro de cansancio, sus amigos no podían estar ni un miserable día sin hacer bromas sobre su estatura. Pero no estaba molesto, sólo le gustaba ser dramático, y para enfatizar esto, tomó una palomita de maíz que tenía en su mano y la lanzó por encima de su hombro, dando directo en un ojo del otro chico.

-¡Mi ojo! ¡Casi se sale! ¡Se pondrá rojo!

Y cuando Changbin ponía en marcha su papel de dramatismo, Felix le seguía el juego para hacerle burla.

Changbin giró su cabeza para observar el supuesto ojo rojo de su amigo y al encontrarse con su mirada, ambos comenzaron a reír como si hubieran visto la caída más graciosa del país.

Ambos chicos solían reírse hasta de la cosa más estúpida que hicieran o dijeran cuando estaban juntos, como si tuvieran su propia manera de hacerse reír uno al otro incluso con sólo mirarse. Lo cual Hyunjin y Seungmin creían que era un talento únicamente de Felix, puesto que eso no le sucedía a Changbin cuando estaba con ellos, quien reía sólo cuando la situación era muy graciosa o creía que su chiste había sido muy bueno.

Seungmin nunca llegó como prometió y dejaron de guardarle comida, la cual se comieron en el momento se dieron cuenta que el otro ya no llegaría, justo cuando la película había acabado. Pusieron otra al azar, sí, la eligieron a ojos cerrados (literalmente, ambos habían cerrado los ojos mientras Felix oprimía el botón para cambiar) y esperaban que no contuviera nada perturbador.

Ahora ambos estaban recostados con las manos sobre su estómago o sobre su pecho para hacer descansar su estómago de todo lo que habían comido en el transcurso de dos horas y un poco más.

-Si es una que dé miedo, necesitaré la almohada que estás ocupando para cubrir mi rostro.- confesó Felix observando con desconfianza la pantalla de la tv.-

-No seas un bebé.- Changbin esperaba que sí fuera una película de terror porque eran de sus favoritas y un Felix asustado y paranoico era algo demasiado digno de ver nuevamente.-

Pero no pasó mucho tiempo de la película cuando los ojos del menor comenzaron a pesar cada vez más, cerrándose lentamente y abriéndose de par en par cuando recordaba que se suponía debía mirar la película que trataba sobre un perrito que seguía cada día a su amo a la estación de trenes. Jamás había sido alguien que soportara mucho la somnolencia, era capaz de dormirse hasta de pie si su cuerpo le pedía descansar, y pronto, sus ojos se habían cerrado por completo, dejando a un Changbin inmerso en la película siendo el único despierto en aquellas cuatro paredes.

A diferencia de la primera película que vieron, durante ésta no comentaron ni criticaron nada, la habitación estaba en un silencio total interrumpido sólo por el diálogo de la película. Ambos ya estaban dormidos. Incluso el chico que minutos antes estaba enteramente atrapado en la trama del filme se había dormido de un momento a otro, al parecer no había recuperado todas las horas de sueño que había perdido hace una noche porque la somnolencia le había pegado directo en la cara o quizá, se le había contagiado como un resfriado de su amigo de al lado.

Felix era muy inquieto para dormir y al haberse dormido en aquella posición tan incómoda, minutos después giró su cuerpo hacia su derecha en un intento de acomodarse mejor e inconscientemente acortando la distancia entre ambos, chocando su cabeza contra el recipiente ahora vacío en medio de la acción. Ni siquiera con eso fue capaz de despertar.

Alrededor de cuarenta minutos transcurrieron desde que ambos se habían rendido a los brazos del cansancio por madrugar diariamente cuando la puerta de la habitación se abrió por un Chan preguntando a Felix si ya había cenado, pregunta que quedó en el aire sin respuesta ya que habían dos cuerpos desvanecidos sobre la angosta cama. Se les quedó mirando con una ceja alzada pensando si despertarlos o no.

Felix y Changbin estaban durmiendo frente a frente, ambos con sus bocas entreabiertas, uno con sus brazos tras la espalda y el otro abrazando una almohada. En medio de su siesta improvisada, su cerebro había enviado señales a sus extremidades para acomodarse y de esa manera habían terminado en aquellas posiciones, más cerca de lo normal debido a sus movimientos involuntarios. La cercanía entre ambos no significó nada para Chan, sólo sonrió con ternura y algo de malicia al notar que su nivel de inconsciencia era alto si no habían despertado con su fuerte grito.

-Premio doble.- susurró Chan frotando sus manos.-

Y dicho esto, se lanzó sobre los cuerpos desmayados moviéndose sobre ellos como si fuera un pez fuera del agua, esperando que así pudiera despertarlos más rápido.

something unknown | changlixWo Geschichten leben. Entdecke jetzt