capitulo 8

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El cuerpo le cosquilleo y desplegó las pestañas abriendo los ojos lentamente, el movimiento del barco la meció su cuerpo suave y se pegó al cuerpo de su marido, Sasuke estaba cálido y suave como un canario, bostezó suavemente y lo escuchó balbucear algo entre dientes, Sakura sonrió, pensó en las mañanas desde su ventana, hacía muchos días que ya no las observaba.

¿Qué sería de sus padres? Entrecerró los ojos, cuando pequeña se imaginó innumerables veces cómo hubiese sido su vida junto a su esposo pirata y como sería el momento en el que fuera a buscarla, sin embargo Sasuke no fue por ella jamás. Él había dicho que la había ido a buscar y que ahora debía permanecer a su lado. Sintió el barco mecerse nuevamente y se pegó un poco más a su marido.

¿No puedes dormir? Ella sonrió – De hecho, acabo de despertarme - El sonido de un cañón la desperezó completamente. Sakura se levantó y vio la silueta de Sasuke al salir corriendo por la puerta del camarote, otro cañón impactó contra el Black Revenge Uchiha Less.

Sakura se asomó por la ventanilla de la puerta y reconoció inmediatamente el navío de su padre. Un encogimiento en su pecho la mantuvo estática por unos momentos. Su padre estaba allí. ¿Sería un sueño? No podía serlo.

Estaba a penas amaneciendo y reconoció el reflejo del sol contra los grisáceos cabellos de su padre, un duelo fiero de espadas se llevaba a cabo fuera. De un momento a otro divisó un tercer barco y le pareció por un segundo volver a ver al padre de Sasuke hacía dieciséis años. Reconoció que ese era el mismo navío de aquel día y en él a Kiba Inuzuka. Su prometido. Sakura abrió la puerta y salió al exterior recibiendo un golpe de aire frío propio del amanecer en el medio del mar. Su padre se volvió hacia ella y un destello de alegría iluminó su mirada. - Sakura...

Sasuke se volvió a ella y no supo qué hacer. Aunque tenía unas ganas inmensas de correr a los brazos de su padre... No sabía cómo podía reaccionar Sasuke, después de todo. Él la había raptado el día de su boda, la había arrancado de los brazos de Kiba. Quien en ese momento saltaba hacia el Black Revenge Uchiha Less cayendo sobre sus talones. Kiba era un varón y que estuviera allí solo significaba algo. Que aún la consideraba suya. El estómago le dio un vuelco. Sasuke giró los ojos hasta el hombre detrás del Haruno - Pensé que te había quedado claro lo que te dije... – - Sakura será mi esposa maldito pirata... Y tú colgarás del cuello como lo manda la Ley - El moreno soltó un bufido acomodándose el látigo en el pantalón y volvió los ojos al Haruno. - Sakura... – Volvió a decir su padre.

Sasuke se volvió hacia la pelirrosa y la tomó del brazo izquierdo caminando hacia el Haruno. Cuando estuvo frente a él su mirada se achicó considerablemente y Sakura supo que algo no iba bien. - ¿Qué sientes viejo? Murmuró. Kizashi lo vio ceñudo por un instante y tiró la espada en muestra de redención. Kiba lo observó como si fuese un demente. - No quiero a mi hija envuelta en algo como esto... – Sakura se volvió al pirata confundida – Sasuke... – Él entonces la soltó y dio unos pasos hacia atrás dejándola frente a su padre. - Si me batiera en duelo contigo ahora sería totalmente absurdo. Eres un viejo... – Kiba dio un par de pasos hacia el anciano y tomó su espada – Esto remediaría las cosas – - Tú no tienes nada que ver en esto –

- Te robaste a mi prometida – - Nunca fue tu prometida, está casada conmigo desde hace dieciséis años – Cortó Sasuke. Sakura se volvió hacia su padre – Papá... Nunca lo pregunté por respeto a ti y a mamá... – El viejo la absorbió en su mirada cansada – Es una historia tan vieja hija... – El rostro de Sasuke se crispó – Tu padre... Ese maldito viejo le quitó su esposa a mi padre – - ¿Qué? – Sakura no podía creerlo. - Es cierto, hija... Tu madre era la mujer de Fugaku Uchiha... – Si eso era así entonces... Se volvió a Sasuke buscando rasgos de parentesco entre ambos.

- No hija... – Se apresuró a contestar el Haruno – Tú y este bastardo no tienen nada en común – - Una historia... Una maldita historia – Completó Sasuke – Después de que te largaras con la mujer de mi padre este se volvió loco y comenzó a perseguirlos por todas partes, solo vivía para eso... –

- Sasuke... – Sakura se volvió lentamente a él reflejándolo en sus enormes ojos jade - ¿Por eso fuiste a buscarme? – El moreno guardó silencio por un momento y asintió. - Maldito – Susurró Kiba

- Si aún la deseas adelante... – Se burló Sasuke con descaro. Kizashi observó a su hija abriendo los ojos de sorpresa – Hija tú... – Sakura se sintió ultrajada. Sasuke la había engañado... La había envuelto para hacerla suya... El estómago se le contrajo y sintió ganas de vomitar sin poder hacerlo

- Sasuke no... – - Vete y has a tu padre vivir con el deshonor de que su hija... Su preciada hija haya vivido con un maldito pirata... – Pronunció de forma gélida. Aunque era él... No se parecía en nada a su Sasuke... Su pirata ya no era más –

Te colgaré del cuello yo mismo desgraciado – Se apresuró Kiba Sasuke caminó lentamente sonriendo de forma burlona viendo al horizonte – Itachi viene en aquel barco... Nosotros no tenemos nada que perder puesto que ya nuestra venganza está completa... ¿Y tú viejo Haruno? – Sakura se volvió al moreno aun sin poder creer sus palabras. - Dejaré que se vaya contigo y ustedes de irán y nos dejarán en paz – Las manos comenzaron a temblarle, se había entregado voluntariamente a él... ¿Cómo pudo ser tan estúpida al pensar que Sasuke Uchiha? ¿Un pirata, podía ir por ella por respeto a un compromiso de hacía años? Que tal vez

- Sasuke... – Pronunció entrecortadamente. Él se acercó a ella alzándole el rostro para un segundo después devorarle los labios con una pasión arrebatadora que la turbó. Sintió como le deslizó las manos por el vestido y se lo apretó cerrando el lazo que ella misma había cosido improvisadamente para reemplazar los botones que él había roto, lo sintió como suyo, sin embargo, al abrir los ojos volvió a ver al hombre en el que se había transformado al revelar la verdad. - ¿No es irónico viejo? – Tu hija está loca por un pirata... – Se burló abiertamente – Solo espero que te pueda cumplir con su deber de esposa sin pensar en mí... – Terminó volviendo la mirada hacia el castaño. Sakura sintió como el corazón se le partió en miles de pedazos y lo vio bailar sobre ellos. Kiba se abalanzó hacia el moreno y él sacó el látigo del pantalón y con la velocidad de un rayo le arrebató la espada al varón de las manos. - Lárguense... – Susurró con mirada feroz - Itachi no será tan generoso... – Volvió la vista al viejo Haruno – Él quería destriparte con sus propias manos –

la esposa del pirataWhere stories live. Discover now