I Like You, Do You Like Me Too? [마크 트안]

Capítulo 2

¿Qué tanto puede significar un poco de tiempo?

Quiero creer que dos años son suficientes para poder adaptarse en un lugar y hacer amigos pero esa tal Krystel no hace más que ahuyentar a todos. ¿Cuál era su problema?

Esta tarde fui a buscar a Jackson pero no estaba, me había olvidado que dijo que iría a visitar a sus abuelos el fin de semana, así que tendría que hacer mis planes para mí solo.

Luego de almorzar, tomé mi skate y salí con destino al parque. Una de las ventajas de no tener cerca a Jackson es que puedo pensar, en comparación a la compañía de mi amigo, él siempre habla y me cuenta sus anécdotas, me hace reír y trata de hacerme hablar, él dice que no lo hago a menudo y que tengo que soltarme más en ese sentido.

Me encantaba ir a toda velocidad, sentir el viento sobre mi rostro me daba la sensación de ser libre, como si volara, con esa frescura tan pura.

Llegando a un área de juegos, pude notar que algunos niños gritaban y corrían, me sorprendió ver que la causante de todo ese alboroto era Krystel.

Disminuí la velocidad, cogí mi skate y me acerqué curioso por la situación.

Krystel sostenía a un niño del brazo el cual torcía por la espalda ocasionando que él gimiera de dolor.

—¿Qué estás haciendo? Lo lastimas —le dije molesto.

—Este idiota debe aprender a no meterse conmigo —respondió casi igual de molesta que yo.

—No es la forma de solucionar las cosas —insistí acercándome más.

Ella soltó al niño y se acercó intimidante a mí, traté de no doblegarme y seguir firme ante su dura y linda expresión seria.

—¿Se puede saber quién te crees que eres para meterte en mis asuntos?

Sí, en verdad era muy linda, pero su tono de voz me recordaba que corría el riesgo de sufrir la misma suerte que el niño de hace un momento... El cual acababa de irse junto con los demás que estaban de espectadores. ¡Maldición! Ahora sí tenía miedo.

—Las niñas no se ven bonitas comportándose de esa forma —musité. ¡Bravo Mark! Con esa frase seguro la convenciste. ¡Alguien hágame favor de darme un buen golpe!

—¿Y quién dijo que quiero ser bonita?

—No es lo que quise decir, es sólo que no tendrás amigos si golpeas a todo lo que se mueve —me apresuré a decir.

¿En qué momento había comenzado a retroceder? Wow en verdad me sentía muy asustado. Solía decir estupideces cuando tenía miedo.

—La próxima vez no te metas conmigo. No quiero seguir escuchando tus lloriqueos porque te golpean las bolas —amenazó.

La miré confundido tratando de comprender lo que dijo.

—Nadie me ha pegado en las... —en ese momento supe que nunca tendría algún día del padre— Ay... —mi respiración se detuvo, mis manos cubrieron la parte afectada y juré sentir como perdía la sensación de esa zona. Mis lamentos sonaron solitarios al mismo tiempo que sentí mis rodillas tocar el suelo.

Ella aún me miraba con furia, me dió una advertencia con la mirada y se fue.

Por más que quise odiarla en ese momento, sólo me pregunté ¿Qué es lo que pasaba por su mente? ¿Por qué recurrir a la violencia?

Sin duda había logrado hacer que tuviera curiosidad por saber más sobre ella.