¿Hablamos?

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Fue todo un día repleto de diversión y mucha comida. Bills y Shin habían estado en la tierra visitando parques de atracciones, restaurantes, lugares hermosos llenos de sublime naturaleza. Cuando la noche terrícola se hizo presente supieron que era hora de partir a sus respectivos planetas, el Kaioshin con habilidad para teletransportarse en un segundo a cualquier lugar del basto universo llevo al destructor a su planeta dejándolo en la entrada de su lujoso palacio, casualmente también había anochecido en ese lugar, el cielo se veía magnifico, era una oscuridad bañada con miles de estrellas de cuanto color existía.

-Se vería mal si yo no te acompaño a tu hogar, no importa si me toma más tiempo regresar.

-No te molestes, yo puedo regresar solo.

-Bueno pero quédate un rato más conmigo. –Camino hacia la corteza del árbol colosal, se sentó apoyando su espalda en ella- a veces me gusta mirar lo hermoso que es nuestro universo.... –mira hacia el cielo y le hace una seña para que se siente a su lado-

Se dirigió a donde su compañero yacía relajado, pero decidió no sentarse a su lado, su cuerpo se posó arriba de él, estaba sentando encima de él, de frente, quería verlo a los ojos, quería ver esos enormes ojos gatunos que tanto le gustaban, abrirse a causa de la sorpresa. Luego lo abrazo, sus pequeñas manos recorrían la espalda de su compañero el cual también correspondió el abrazo de una forma más lenta.

-A veces no quisiera soltarte, Bills... -esconde su cara en el cuello de el- tu aroma es tan cautivante, todo tu ser me parece fascinante, tu fortaleza, tus aptitudes, tu maldad... -susurro esto último- ¿Cómo un ser frio que se supone debe aniquilar la vida puede ser bueno a la vez? Me encanto pasar todo este día junto a ti.

-Pienso lo mismo... -sonrió- pero no hablemos de mí, sino de lo nuestro. –Su cara se retractó hacia atrás, quería verlo a la cara- quiero que seas solo mío, Shin. –sus penetrantes ojos amarillos se clavaron en los de él, su voz seria tensaba un tanto la situación-

-Yo... -sus ojos se ampliaron y un calor sofocante recorrió su cuerpo, sus mejillas se tornaron levemente rojas- yo no sé qué decirte. –desvió la mirada.

-Entenderé si otra persona ocupa tu corazón... solo quiero una respuesta.

-No es eso... solo que tengo miedo.

-¿Miedo a qué? ¿Acaso alguien te ha roto el corazón? Dime quien fue y yo mismo me encargare de matarlo.

-El problema es que nunca me había enamorado en toda mi existencia y ahora que llegaste tú... tengo miedo de que las cosas no funcionen, que tú te vayas, que ya no quieras saber nada de mí, soy alguien que tiene más defectos que virtudes ¿Por qué motivo quisieras tu estar conmigo para siempre? –Suspiro y agacho la cabeza-

-Puedo decirte una y mil razones del porque te quiero a mi lado pero no lo creo necesario. –Lo tomo de la barbilla- no te quites valor, para mi eres lo mejor y eso es lo único que importa.

El dialogo se cortó, ahora el único sonido apreciable era el de sus corazones latiendo juntos.

Entre garras y cabellos blancos. (Bills x Shin)Where stories live. Discover now