Capítulo 5: El Chat

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Los chicos llevaban unos minutos en la academia delante de la puerta esperando para recibir a quien sería el último concursante en entrar en OT. No fue una sorpresa para nadie cuando Amaia apareció, siendo la salvada por el público con un porcentaje casi del 85%. Todos la felicitaron y abrazaron al llegar, unos con más sinceridad que otros... y enseguida les indicaron que debían ir hacía la sala del chat.

Aitana fue de las ultimas en saludar a la pamplonica, no sabía muy bien si se alegraba realmente de tenerla allí... Aun así la chica le entretenía lo suficiente como para poder tolerarla. Mireya en cambio la agarró enseguida de la mano y se sentaron en el sofá junto a Miriam, detalle que no pasó desapercibido para algunos de sus compañeros. Poco a poco todos fueron sentándose, Nerea al lado de Thalía, que en aquel momento hablaba con Aitana de los nervios y emociones de la gala, aunque la catalana no parecía estar muy metida en esa charla... Alfred y Cepeda en un rincón fijándose en la pedazo de tele que había en el salón junto a un Martí totalmente ausente. Raoul también estaba observando, pero a diferencia de los demás él se fijaba en sus compañeros y las dinámicas que empezaban a surgir. Al lado Marina y Juan Antonio parecían alucinar con cualquier pequeño detalle, señalando y verbalizándolo todo.

—¡Atención polluelos! —gritó Ricky dando palmas para captar la atención, como si aquel vozarrón descontrolado no fuera suficiente reclamo, pensó Aitana...— Tanto los demás profesores como yo misma en mi persona mismamente estamos muy contentos de teneros aquí en la academia.

Todos empezaron a aplaudir, Aitana lo hacía algo desganada mientras les miraba. No había sido su mejor noche, siempre se imaginó que ella sería Martí, que ella acapararía toda la atención pero no fue así y le fastidiaba y ponía de mal humor. Su mirada se cruzó unos segundos con la de Cepeda que al saberse descubierto agachó la cabeza al instante. Ella se rio, qué ridículo... Tenía hasta las orejas rojas el pringado.

—Hoy nos estrenamos y por eso los profesores se han apuntao al cotarro—anunció la mujer— así que podéis mandar mensajes y preguntas tanto a los profes como a los concursantes peeeeeeero.... Antes de nada.... Vamos a hacer algo pa romper el hielo.

—Claro, hay que dar emoción a la vida, hay que vivirla intensamente, la vida... a granel! –dijo Roi poniéndose en pie, todos lo miraron flipados pero Alfred parecía especialmente motivado— Hemos preparado un clásico, un juego que nos haga entrar en contacto, conexión automática. ¡TCHAS! Cómo un calambre emocional. ¡A llegado la hora del Twister!

No me jodas... pensó Aitana ¿Esta gente de donde la han sacado y qué concepto de diversión tienen?

—Como somos muchos haremos 3 equipos, los profesores seremos los capitanes y Ricky actuará de árbitro imparcial. Coged un papelito a ver en qué equipo os toca —Agoney les repartió a suerte los colores— Los rojos aquí conmigo.

—¡AZULES FORMACIÓN! —gritó Roi dando palmas.

—Los amarillos van con nosotras —dijeron Mimi y Ana alzando las manos.

Poco a poco todos se levantaron para ir hasta su capitán, horrorizados algunos al ver cómo quedaban los equipos. En el equipo rojo de Agoney estaban Cepeda, Aitana, Nerea y Mireya. Al muchacho al verlo casi le da un infarto. Los azules capitaneados por Roi serían Marina, Alfred, Amaia y Raoul. Los cuatro parecían conformes con el equipo e hicieron piña enseguida. Finalmente el equipo amarillo, el de Mimi y Ana, contaba con Miriam, Thalía, Juan Antonio y Martí. Éste último se negó en rotundo a participar a pesar de la insistencia del resto así que optaron porque una de las capitanas ocupara su lugar.

—¡Perfecto! Todos preparados... ¡Equipo rojo, posiciones! —dijo Ricky motivada— ¿Quién empieza?

Agoney echó un vistazo a su equipo, aparentemente tenían ventaja al ser mayoría chicas y pequeñitas pero aquel gigantón... pensó negando con la cabeza. Las chicas se miraban de reojo, querían ganar. Aitana y Nerea se miraron por primera vez con algo de complicidad, las dos eran muy competitivas e iban a darlo todo por quedar por encima de los demás equipos. En cambio, Mireya no parecía entusiasmada con la idea y Cepeda solo de imaginarse que alguna de ellas pudiera rozarle durante el juego se ponía nervioso, además allí había 2 de las más violentas y problemáticas del grupo... Mierda...

EL OTRO OT, el que pudo ser y no fue (afortunadamente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora