Capítulo 3: Gala 0. Chapa y pintura

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Desde un rincón, apartado en el sofá, observaba temeroso todo el ajetreo a su alrededor. Gritos, prisas, ruido de pasos apresurados aderezados por el constante run run del secador, los nervios se palpaban en el ambiente pero también un toque de ilusión y novedad que no podía explicar. Hacía treinta minutos que esperaba en maquillaje y peluquería para que pudieran peinarle y hacer algo con su cara...Suerte, pensó... Todo aquello era nuevo para Cepeda, aún no podía entender cómo alguien como él logró llegar hasta allí, cómo consiguió pasar todos los castings con la vergüenza que le producía ¡Si tartamudeaba y se trababa al hablar! Pero durante esos meses no había parado de escuchar que había algo en él, algo que la vergüenza y la inseguridad no dejaban mostrar, pero él no tenía ni idea de qué hablaban. Suspiró agobiado, tratando de controlar su mirada que se desviaba a cada rato hacia sus compañeras, eran tan guapas... Sí, las mujeres eran su punto débil, su flaqueza, su Kriptonita y por eso evitaba acercarse demasiado, la historia de su vida.

—¿Qué miras, salido? ¿Qué haces en ese rincón? —gritó la chica del flequillo al notar su mirada. Él enseguida giró la cara y trató de disimular pero era demasiado tarde, se acercaba. Mierda, pensó, encorvándose un poco más. Ella paró justo en frente con los brazos en jarra— ¿No te estarás tocando?

—No, no... espero para el pe-pelo —dijo haciéndose cada vez más pequeño en aquel sofá. Esa chica era muy guapa, demasiado guapa, parecía un dibujo manga con aquellos ojos grandes y el flequillo así... ¡¡NO PIENSES ESO AHORA!! Se gritó mentalmente, golpeándose la frente para hacer un reset.

—¿Qué coño haces? —preguntó ella flipando con el loco.

—Aitana —la llamó una chica morena con gafas, Thalia se llamaba. Aitana se quejó pero la atendió un poco a desgana— ¿Vienes a hacerte las uñas? Vamos a elegir color y sería muy de pringuis coincidir, vente.

—¡Voy! —anunció, pero antes tenía algo pendiente. Volvió a mirar al chico acurrucado en el sofá y él contuvo la respiración al instante— Mira, vas a tener suerte porque hoy estoy de buen humor, pero a la próxima que te pille mirándome te la cargas, chaval. Este body —negó con el dedo índice— ni lo mires.

Y con estas se giró y se fue cómo había venido. Cepeda volvió a respirar aliviado al verla marchar, estaba sudando y sentía que le ardía la cara. Quería llorar, salir corriendo o desaparecer, seguía sin entender que hacía él allí, definitivamente tenía que haber algún error.

Pobre pringado, pensó Raoul, que había visto toda la escena desde su silla ante el espejo. Tiene pinta de nominado... Sonrió un poco ante aquel pensamiento pero enseguida volvió a observar su reflejo en el espejo. Le estaban acabando de secar el pelo y no podía esperar a poder hacerse las fotos para sus seguidores. OT iba a ser la oportunidad de su vida y no pensaba desperdiciarla por nada en el mundo. Desde que se presentó al casting empezó a idear su estrategia de concurso, tenía que conseguir destacar y ganar tantos fans cómo fuera posible y para eso contaba con su atractivo físico y su imagen de chico ideal. 

Su público eran las chicas jóvenes y adolescentes, pero sabía que hoy en día no eres nadie sin una buena carpeta y una brOTP popular. Llevaba días observando a sus compañeros, pensando quien encajaría mejor en ese papel... Necesitaba una chica guapa para salir bien en foto, pero no tanto como para eclipsarlo, chicas como Aitana o Miriam, guapísimas, eran demasiado arrolladoras, podían ser una amenaza a largo plazo. Amaia...Tenía serias dudas sobre ella, era guapa pero estaba todo el rollo sexual... Muy arriesgado. Descartó directamente a las dos chicas con gafas, dificultaban bastante el tema fotografías por los reflejos, así que la cosa estaba entre Nerea y Mireya, con quien había coincidido muy poco. Respecto a la brOTP, debía observar al chico triste, a Cepeda, ser amigo del débil podía hacerle ganar puntos pero si el tipo era demasiado loser podía restarle el juntarse con él... Pero sin duda si conseguía la amistad de Martí sumaría esa imagen tan cool que llevaba con su actitud de pasotismo. Era increíble cómo llevaba el papel al límite, era tan realista que a veces se creía que realmente odiaba todo aquello.

EL OTRO OT, el que pudo ser y no fue (afortunadamente)Where stories live. Discover now