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XLIX - Siempre

Capítulo Final

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"Juntos por siempre..."

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—Angela Steve, ¿Acepta por esposo a Niall James Horan, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe? —Angela observo aquellos orbes azules que tanto amaba con una gran sonrisa en su rostro.

—Sí, acepto. —Habló segura ante todos los presentes, el mayor no dejaba de obsérvala lleno de alegría, estaba uniendo su vida a la mujer que lo volvía loco, su ángel, su Bambi.

—Niall James Horan, ¿Acepta por esposa a Angela Steve, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad, hasta que la muerte los separe?

—Sí, acepto.

—Entonces, por el poder que me declara la ley de dios, frente a todos sus familiares y amigos, yo los declaró, marido y mujer. Puedes besar a la novia. —El hombre no lo dudo más y atrajo a su ángel a sus brazos para aplastar sus labios con los suyos. Oficialmente estaban casados.

Todos los presentes gritaron con emoción y aplaudieron a los recién casados. Al cruzar la puerta de la iglesia, todos comenzaron a lanzarles arroz, al igual que los paparazis no tardaron en tomar captura de los novios saliendo de la iglesia. Sabían que al día siguiente Niall y Angela estarían en primera plana en todas las revistas y periódicos del país.

Angela reía entre los brazos de su marido, oficialmente estaban en su luna de miel y era la ansiada noche de bodas. El hombre no se había limitado en gastos para su luna de miel, quería que su estadía con su mujer fuese la mejor.

Dejó a su esposa con delicadeza en el suelo y ella sonrió entre pequeñas Risa.

—Por fin solos. —La joven mordió su labio y abrazo el cuello del mayor acercando su rostro al suyo. —Señora Horan, me tiene loco por usted.

—Mmm... Usted me tiene loca por usted señor Horan. —Angela rosaba sus narices con delicadeza, era un deleite para ambos sentir las caricias del otro. —Te amo tanto... —Niall no dudo un segundo más y aplastó sus labios con los de su ángel, estaba tan feliz, estaba casado con la joven más hermosa que había conocido y sabía que jamás se arrepentiría de haberla conocido.

—Te amo Bambi... —El hombre susurraba todo el amor que sentía por ella con cada beso que le daba.

Ambos fueron retrocediendo hasta caer a la gran cama cubierta de pétalos de rosas. La joven mordió su labio observando aquellos ojos azules que tan loca la volvían.

—Tengo una sorpresa para ti. —Habló mientras acariciaba sus brazos sobre la camisa del mayor.

— ¿Para mí? —La joven asintió y acostó a su marido sobre la cama para quedar sobre él.

—Necesito que me saques es vestido. —Le indico en un susurro cerca de sus labios.

Él mayor mordió su labio y llevó sus manos a la espalda de la menor, tomó el cierre de aquel precioso vestido de bodas, y comenzó a bajarlo con lentitud, la joven se levantó del cuerpo del mayor y dejó caer la prenda para quedar con una lencería muy especial.

Niall estaba atónito, era la misma prenda que había usado el día que se conocieron. Su ángel lucía igual de hermosa, desprendía aquella pureza que tan loco lo había vuelto. Pero esta vez su mirada era distinta, el dolor que alguna vez había existido en aquellos ojos parecía haberse ido. En aquel momento podía ver tranquilidad, amor, felicidad.

El hombre se levantó y se acercó al frágil cuerpo de su esposa, la tomó con delicadeza del mentón para obtener la vista de aquellos hermosos ojos que lo habían cautivado desde el momento que vio su foto en aquella página. La misma Bambi, su mismo ángel, que ahora era feliz.

—El día que te conocí, vi el dolor en tu mirada, desde aquel instante solo tenía una misión en mi vida, protegerte de todo mal y hacerte feliz.

—Y lo has hecho. —la joven lo observó a sus ojos.

—Y nunca me cansaré de hacerlo. Te amo Angela y jamás me cansaré de decirlo, eres mi ángel, mi Bambi, mi amor. —Él mayor acercó sus labios a los de la joven y comenzó a rosarlos. — ¿Juntos por siempre Angela?

—Juntos por siempre Niall.

Ambos sellaron su promesa de amor con un beso apasionado que los guio a unirse, no solo en cuerpo, sino también en alma.

El cansancio les había ganado y ambos se encontraban recostados en la gran cama, cubiertos por las sábanas que aún estaban cubierta por algunos pétalos de rosas. Angela acomodo su mentón sobre sus manos mientras observaba a su esposo descansar luego de haber hecho el amor.

—Nunca me cansaré de estar así contigo. —Habló el hombre observando aquellos ojos que tanto amaba. La abrazó aferrándola más a su cuerpo haciendo que la joven apoyara su cabeza sobre su pecho, brindándole la sincronía de sus latidos.

—Tengo algo que decirte. —Habló la joven acomodándose sobre el cuerpo de su marido. —Es sobre el bebé. —El hombre la obsesiona expectante. —Ya se lo que es... Cuando tú estuviste de viaje yo fui a hacerme la ecografía y pude ver si es niña o niño.

—Oh dios, no puede ser, creí que aún faltaba para esa ecografía. —Habló preocupado. —Perdóname amor, si hubiese sabido yo hubiera ido—Angela río por lo bajo y acaricio su mejilla.

—Le pedí a la doctora si podía grabar la ecografía y ella acepto, Lina y Harriet lo grabaron todo. Lo traje para que puedas verlo. —la joven se estiro hacia la mesa de noche y tomo el control para encender la televisión.

Ambos se acomodaron abrazados y dieron play al video.

— ¿Esto está grabando?

—Si Harriet. Quita tu carota. —Lina la empujó a un lado dejando ver a Angela en la camilla junto a la doctora. —Bien Niall, aquí estamos.

— ¿Están listas para saber qué es? —Habló la doctora. La cámara apunto la pantalla. —Bien, aquí está.

— ¿Y bien? —Angela observo a la doctora.

—Espero que no tenga un padre muy celoso, porque estoy segura que será una niña muy hermosa. —Angela tapo su boca de la emoción

— ¿Oíste eso Horan? ¡Tendrás una hija! —Harriet hablo mirando a la cámara y apunto a Angela. —Dile algo Bambi.

—Tendremos una princesa amor, una hermosa y fuerte princesa. —Los ojos de Angela estaban cristalizados. —Te amamos.

El video terminó y Angela observo a su marido.

—Una niña...—El mayor la observo aún sorprendido. —Tendremos una princesa. —la joven asintió levemente y el hombre se tiró sobre ella con cuidado llenando su rostro de pequeños besos. —Dios, Bambi tendremos una princesa. —Angela reía sin parar. —será la niña más hermosa del mundo, tendrá tu cabello y... Y tus ojos... Y... Y dios, será perfecta. —El hombre estaba tan emocionado. —Gracias... En verdad amor, muchas gracias.

—No tienes que agradecerme tonto, ésta bebe la hicimos juntos. —el hombre sonrió aún más.

—Quiero que se llena como ella. —Angela se sorprendió ante sus palabras. —Quiero que lleve su nombre, porque sé que será como ella, sé que será tan hermosa y llena de felicidad como Peyton.

— ¿Estás seguro? —el hombre asintió.

—Más que seguro. Podría ser su segundo nombre, sé que con cualquier otro nombre irá perfecto. —la joven sonrió acariciando su mejilla con delicadeza.

—Serás el mejor padre del mundo. —el mayor tomo su mano y la beso con delicadeza, descendió lentamente hasta quedar a la altura del pequeño vientre de su esposa.

—Sé que puedes oírme, soy tu papi Niall, sé que aún no has nacido, pero déjame decirte princesa que te amo desde el día que supe de tu existencia y siempre lo haré. Sé que serás tan hermosa como tu madre y tan feliz como tu tía, ella siempre estará contigo amor, ella será tu ángel de la guarda...