XXIX - Sentimientos

7.2K 424 10
                                    

×××

"Es el momento de que oiga a mi corazón..."

×××


Angela se encontraba recostada en el pecho de Niall, abrazada a su cuerpo, ambos estaban descansado luego de aquella segunda ronda de placer que Niall había decidido iniciar para complacer a su ángel.

—Sabes... —Niall fue quien comenzó a hablar. —Estoy planeando un baile para recaudar fondo para la fundación. —Angela lo miro intrigada. —Sí, he hablado con Zayn y Louis, y creo que será una increíble idea para que la gente sepa de ella y pueda ayudar. Además, esos niños necesitan diversión, creo que será una gran idea, habrá música, todos estaremos vestidos de formas elegantes. Louis está planeando comprar todas las ropas para los niños y Zayn será el encargado de llevar a mucha gente importante.

—Suena increíble. —La joven estaba tan encantada con aquella idea. —A Peyton le encantará, podrá usar su vestido de princesa que tanto le gusta.

—Tu hermana es increíble Angela, en verdad me tiene enamorado, es una pequeña princesa llena de vida y no merece pasar por esto. Es tan injusto que la gente deba sufrir por esas malditas enfermedades.

—Lo sé, pero sabes... —La joven se colocó sobre sus hombros sobre la cama con la mirada en el mayor. —Cuando te veo a ti con ella o todos esos niños mi corazón se llena de alegría porque es bueno saber que hay gente bondadosa que le da esperanzas de vivir. —Niall sonrió ante aquellas palabras. —Los niños te aman Niall, en especial mi hermana, estoy segura que algún día serás un gran padre.

La joven bajo su mirada con una sonrisa mientras Niall la contemplaba y es que Niall nunca se había imaginado el día que tendría a sus hijos. Hasta aquel momento donde su mente lo llevó al jardín de su casa, rodeado de dos niños de cabello castaño y ojos azules, y frente a ellos una joven de ojos claros que lo volvía loco.

— ¿Niall? —el hombre salió de aquella burbuja y se topó con los mismos ojos de sus sueños. — ¿En qué piensas? —no pudo evitar sonreírle, no dijo nada y acercó su mano a la mejilla de Angela, la acaricio con tanta suavidad que la joven no pudo evitar cerrar sus ojos y dejarse llevar.

Y es que Niall lo había estado pensado durante su lejanía, aquella idea rondaba su mente una y otra vez, no quería creerlo, pero aquel encuentro se lo había aclarado. Sentía cosas por Angela. Ya no cargaba con aquel deseo exclusivo de tocar su cuerpo, su corazón le pedía tomar su mano al caminar por las calles, le pedí besar aquellos labios antes de irse a su trabajo y al verla cada vez que regresaba. Le pedía decirle lo especial que era para él y decirle cuanto la amaba. Porque si, Niall se había enamorado de aquella joven por la que había pagado, por la que había dejado sus viajes, por la que había cambiado su manera de ser y por la que era capaz de darlo todo.

Ninguno dijo nada y eso le dio el pie a Niall para acercar sus labios a los de la menor, los unió y vaya que se sintió completo, se sentía tan bien que deseaba gritarle a los cuatro vientos cuanto la quería. Pero debía controlarse, debía ir poco a poco si quería que Angela lo aceptara.

Cuando separo sus labios ella lo miró con un brillo en sus ojos y una sonrisa tímida en su rostro. El hombre la acomodó nuevamente entre sus brazos y la joven se dejó llevar por el sueño y el calor que solo Niall le podía dar.

(***)

—Lo veo muy feliz señor. —Mario podía ver la sonrisa que no salía de los labios de Niall, el joven ya lo tenía todo planeado y quería que el día llegara cuanto antes para poder hacer su declaración. Estaba decidido, le diría lo que sentía a Angela.

—Estoy enamorado amigo mío. —Mario sonrió feliz por las palabras de su jefe.

—Felicidades entonces señor, la joven debe ser muy afortunada. —Niall golpeó sus labios con sus lentes y sonrió. —y seguramente ha de ser un encanto para tenerlo tan feliz.

—Me tiene a sus pies, amigo... No sabes lo increíble que es, estoy muy ansioso por decirle lo que siento. Tan solo espero que me pueda corresponder.

—Este por seguro que lo hará señor, todas las mujeres de esta ciudad mueren por estar con usted, seguramente ella no sea la excepción.

—Ella no es como las demás, ella es distinta, ella logró ganarme Mario—el joven suspiro —tan solo espero ser lo suficientemente bueno para que pueda aceptarme.

—Seguramente lo haga señor, téngalo por asegurado. —El auto se detuvo en la entrada del hospital y Niall le agradeció a su chófer.

Había tenido una reunión y por eso no había podido ir por Angela luego de sus clases, entro al lugar y camino por los pasillos hasta la habitación de Peyton.

Cuando entro la pequeña y su hermana estaban sentadas en la camilla jugando con las muñecas que le había regalado.

— ¡NIALL! —la pequeña sonreía tan feliz de verlo allí. El hombre entró con una sonrisa y se acercó a la camilla para abrazarla.

—Hola pequeña. Lamento la tardanza, tuve una reunión de trabajo. —se disculpó. —Pero terminé y pude pasar por una tienda...—El hombre le mostró una bolsa y la pequeña la tomó entre sus brazos muy feliz.

— ¿Qué es? ¿Qué es? —Estaba tan ansiosa, Angela negó entre risas, Niall no dejaba de malcriarla con regalos.

—Peyton, ¿Qué se dice? —Su hermana la regaño.

—Muchas gracias Niall. —Él joven sonrió y beso la cabeza de la niña, esta sacó su regalo y vio una hermosa muñeca Barbie dentro de su caja, era la Barbie princesa, con un vestido muy similar al que la pequeña tenía, también como obsequio del mayor. — ¡ME ENCANTA! ¡MIRA BAMBI! —La pequeña chillaba de alegría y colocaba la muñeca en la cara de su hermana. — ¡ME ENCANTA! ¡ME GUSTA MI MUÑECA! —la pequeña abrazaba su juguete con fuerza, Niall no podía sentirse más satisfecho por aquella sonrisa.

—Deberías dejar de malcriarla. —Habló Angela mientras le sonreía.

—Es que no puedo, solo mírala, se ve tan feliz. —Apunto a la niña quien acariciaba el cabello de su muñeca. —Sus ojitos me derriten. —la joven río ante sus pensamientos y se negó para sí misma.—Todo está listo para la fiesta, mañana por la noche será una noche inolvidable. —La joven asintió con una sonrisa.

Y es que no sabía lo que para el hombre significaba la llegada de aquella fiesta, estaba tan desesperado por ver la reacción de la joven, por poder declarársele frente a todos, por expresar su amor y compartirlo con el mundo. Que todos sepan que Angela Steve había robado el corazón del joven empresario.

—Hola... —la abuela de las jóvenes entró a la habitación y la niña le sonrió muy feliz.

— ¡Abuelita! —La mujer aferro su cuerpo al de la niña en un cálido abrazo. —Mira abuelita, mira lo que Niall me regalo. —La niña le mostraba a su abuela el nuevo juguete que poseía y su abuela lo miraba asombrada.

La mujer le estaba eternamente agradecida con todo lo que hacía por su familia, incluso quería pagárselo de alguna forma pero Niall siempre se negaba.

Y es que él no quería nada a cambio, solo quería ser correspondido por aquella joven de mirada triste de la que se había enamorado perdidamente.

Valley of Angels © |njh|Where stories live. Discover now