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XXXVIII - Oops

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"Bambi ¿Qué están haciendo?"

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Angela estaba durmiendo tranquila cuando su cuerpo se comenzó a sacudir, sintió unas pequeñas manos sobre su espalda moverla de un lado al otro.

—Mmm... No... Cinco minutos más...

—Despierta Bambi. —La voz de la pequeña hizo abrir los ojos a la mayor, no pudo evitar sonreír cuando vio a la niña con una sonrisa junto al hombre que amaba.

— ¡Buenos días dormilona! —ambos gritaron y la joven se dio la vuelta cubriéndose con las sábanas ya que no llevaba sostén.

—Mmm... Buenos días. —sonrió muy feliz, beso el rostro de la niña repetidas veces y la pequeña reía sin parar.

—Ya Bambi... —Peyton la apartó con sus manitas y se froto su rostro por la baba que su hermana le había dejado. —Con papi preparamos el desayuno. —Habló con una gran sonrisa, a Angela le pareció tan tierno que la pequeña llamara al mayor de aquella manera.

—Mmm... Entonces seguro ha de ser el desayuno más delicioso del mundo. —La pequeña le sonrió feliz al hombre y él dejo un pequeño beso en los labios de su novia.

—Te esperamos abajo. —Angela asintió y el hombre tomó a Peyton entre sus brazos para salir de la habitación.

La joven suspiró encantada y se levantó de la cama para buscar prendas nuevas en el armario que compartía con su novio. Vio un conjunto de lencería blanca y no pudo evitar morder su labio ante un pensamiento travieso que atravesó su mente.

Tomó las prendas y se las coloco para luego cubrirse con la bata. Salió de la habitación y bajo las escaleras donde vio a Niall hablando a través de su celular.

—Maldición... ¿Está tarde? Es que... De acuerdo. —el hombre bufó, parecía frustrado. —Está bien, hoy mismo viajaré. Adiós. —cortó la llamada y maldijo pasando su mano por su cabello con frustración. —Joder...

Angela se acercó preocupada y lo abrazó por la espalda apoyando su mejilla en el cuerpo del mayor.

— ¿Sucede algo amor? —El hombre suspiro y se dio la vuelta para tomar las manos de su ángel.

—Tendré que viajar hoy. —Habló con una mueca de lado. —Debo ir a Boston por unos trabajos, regresaré en unos días. —Angela hizo una mueca de tristeza al oír esas palabras.

—Oh... De acuerdo. Tenía ganas de que pudiésemos salir con Peyton a pasear. —El hombre la aferró entre sus brazos y dejó un pequeño beso en su cabello.

—Lo sé mi cielo, prometo que al regresar las llevaré a pasear a donde más les guste. —Angela sonrió de lado ante sus palabras. —Te extrañaré tanto. Me harás mucha falta. —Acarició con delicadeza la mejilla de la menor y Angela no pudo evitar dejarse llevar por el tacto del mayor. —Desearía tanto poder llevarlas conmigo. Tal vez pronto programe algunas vacaciones solo para nosotros 3. Iremos a donde más les guste.

—Ni... —ella río por lo bajo. —sabes que no es necesario. —El hombre no despegaba su mirada de los ojos de su ángel, y es que estaba completamente encantado de amor por ella. —Me harás mucha falta. —Habló atrapando el rostro del mayor entre sus manos y acercándolo para darle pequeños besos en los labios. —Me sentiré muy sola por las noches.

Él hombre mordió su labio y comenzó a dejar pequeños besos por la mejilla de su ángel. Bajo hasta su cuello y notó algo blanco debajo de la bata que llevaba puesta. Corrió levemente la tela y vio que su ángel llevaba una hermosa lencería debajo de esta.