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XXV - Complicaciones

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"No quiero perderla Niall..."

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—Bien, ahora destapare tus ojos y podrás ver tu sorpresa. —Habló Niall manteniendo tapado los ojos de la pequeña Peyton.

—Ya señor Horan, déjeme ver la sorpresa. —la pequeña río y Niall le quito la venda para mostrarle la sorpresa que Angela tenía entre sus manos. —Guau... —La pequeña se quedó contemplando aquel hermoso vestido de princesa que su hermana sostenía para la pequeña. — ¡ME ENCANTA! ¿Es para mí? —Peyton estaba encantada con aquel vestido, Niall abrazo a Angela por los hombros y asintió. — ¡Me encanta! ¡Me gusta mi vestido! —La pequeña dirigió su brillante mirada al mayor y le sonrió con mucha felicidad. —Muchas gracias señor Horan. —Niall la abrazo con delicadeza y deposito un beso en la frente de la menor.

—No tienes nada que agradecer hermosa, y puedes decirme Niall, señor Horan me hace sentir muy viejo. —Tanto Angela como Peyton rieron y la pequeña asintió.

—Y aun no has visto la mejor parte. —Habló Angela levantándose de la camilla y parándose frente a ellos. Se quitó la gran chaqueta que llevaba puesta para así quedar en un hermoso vestido réplica de aquella pequeña prenda que la menor tenía entre sus manos. —Ambas podremos vestir igual.

— ¡SI! ¡LUCES HERMOSA! ¡Y yo podré lucir como tú! —Angela río ante la emoción de la menor.

— ¿Quieres que me dé la vuelta para que tú puedas ponerte tu vestido? —La pequeña asintió y Niall se fue contra la puerta como si estuviese en detención. Mientras tanto Angela ayudaba con cuidado a la pequeña a vestirse. — ¿Ya está listo?

—Aún no. Bambi, ¡Ay! —la pequeña se quejó. — ¡Ahora sí! Ya puedes ver. —Niall se dio la vuelta y quedó encantado al ver a la pequeña parada junto a su hermana tomadas de la mano.

—Guau... —Niall se inclinó ante ellas e hizo una reverencia. —Princesas. —Ambas rieron. —Se ven muy hermosas. —Peyton estiro sus brazos hacia Niall y él la cargo con cuidado de no tironear de los cables. —Me siento un tonto. —Habló entre risas.

—Tú eres el rey Niall. —la pequeña acaricio la mejilla de Niall. — y Bambi la reina, yo soy la princesa. —Ambos sonrieron.

—¿Cuál será su primer decreto real sumajestas? —Habló Niall como todo un caballero.

—Ver la televisión.

—De acuerdo mi lady. —Niall beso la mejilla de la pequeña y esta rio. Los tres se acomodaron en la camilla a ver la televisión hasta altas horas, la pequeña luego de tantas risas no soporto más el cansancio y se quedó dormida.

(***)

Luego de pasar la tarde con Peyton, Mario fue a buscarlos y a llevarlos a la mansión. Angela estaba tan feliz de ver a su hermana tan feliz y no podía dejar de agradecerle a Niall todo lo que hacía por su hermana.

Niall por su parte no pudo evitar invitar a cenar a su ángel de verla con aquel vestido tan hermoso que llevaba puesto. Ambos estaban en uno de los restaurantes más exclusivos de todos, disfrutando de una exquisita cena.

—Peyton es increíble, en verdad no he conocido a una niña tan adorable y graciosa como ella. —Habló Niall encantado con la pequeña.

—Le agradas demasiado, ¿Y cómo no hacerlo? Si la malcrías mucho. —Angela lo miró con una sonrisa de obviedad.

—No puedo no hacerlo, esa niña me derrite con esos ojitos que tiene. Me recuerda mucho a ti, no me resisto cuando los ángeles me miran con sus hermosos ojos. —la joven se sonrojo y Niall tomó su mano para acariciarla con suavidad.