27. Miedo

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Lo siento, a pasado algún tiempo pero he regresado, doble capitulo

Había llegado el momento, Mitch no podía continuar acostado entre el sillón de la sala y la cama, por recomendación del médico era momento para que Mitch empezará terapia física y respiratoria, su cuerpo había sufrido por la falta de oxígeno al caer en la bañera y tenía que recuperar algunas habilidades.

Scott despertó temprano, madrugar no era lo suyo pero los últimos días se había convertido en una rutina, despertar y darle medicamentos a Mitch, verificar su respiración, darle un beso en la frente y continuar durmiendo, pero hoy era diferente a las 8 de la mañana llegaría el fisioterapeuta que ayudaría a Mitch a recuperar algo de movilidad y ayudarlo a retomar su independencia.

-Mitchie, Mitchie despierta- Decía Scott mientras acariciaba la espalda de Mitch, sin embargo, el castaño se removía entre las cobijas pero se negaba a abrir los ojos.

-Scott, no por favor déjame dormir-

-Mitch tienes 40 minutos para estar listo, el terapeuta está por llegar-

-No quiero, respondió Mitch mirando fijamente a Scott

- Porque no quieres-

-Tengo miedo-  y las lágrimas empezaron a brotar de los ojos de Mitch

-Mitchie, a que le tienes miedo-

Los sollozos de Mitch seguían sin que este respondiera

- Por favor, habla conmigo-

-Tengo miedo de no volver a ser el de antes, no poder caminar como antes, continuar sintiendo la debilidad en mi cuerpo, pero lo que más me aterra es no poder volver a cantar como antes-
Las lágrimas de Mitch se deslizaban por sus mejillas, su miedo era fundamentado, el accidente había sido grave y aún las consecuencias estaban por verse.

Scott se sentó en frente de Mitch tomó con su mano el mentón de Mitch y lo obligó a mirarlo

-Te entiendo- Mitch lo miro con sorpresa

-Yo también tengo miedo, no de que no vuelvas a ser el de antes, si no que ya no seas tú, tengo miedo de no verte feliz por cantar o no ver tú felicidad al salir y comprar ropa, mi miedo es que el Mitch que amo, se rinda. -

Mitch no sabía que decir, pero Scott tenía razón se estaba convirtiendo en una persona diferente, no escucha música y lo último que quería saber era de ropa.

-Solo te pido que por mí, no te rindas, te amo demasiado como para perderte-

Mitch sabía que tenía que hacer un cambio y este era el momento, Scott estaba a su lado y era su oportunidad de mostrarle que por él lo haría todo.

Mitch seco las lágrimas con su saco y lentamente empezó a levantarse, Scott los tomó por la cintura y lo ayudó a levantar

-Me puedes ayudar a bañar- preguntó Mitch, Scott con una sonrisa respondió

-Por supuesto-

El baño se había convertido en una rutina difícil, Mitch terminaba muy cansado era un gran esfuerzo y algo que no podía hacer todos los días, aún tenía vendas y puntos que no le habían retirado por lo que el agua no las podía tocar, así que Scott se había vuelto un experto en bañar a Mitch en tan solo 20 minutos para que el castaño no se congelara mientras el rubio hacia su trabajo.

Después de solo 15 minutos Scott salió con Mitch tomado de la cintura envuelto en una bata y una gran toalla, sentándolo en la cama para ayudarlo a vestir, Scott tomo un pantalón suave y una de sus playeras y las puso sobre la cama, ayudar a vestir a Mitch era  una de sus cosas favoritas podía realmente divisar el cuerpo del castaño, pero en el momento que iba a retirar la toalla Mitch lo hizo parar.

-No- dijo Mitch

-No qué- respondió Scott con asombró

-Hoy quiero hacerlo, yo sé que puedo- Scott sonrió

Con mucho esfuerzo Mitch se puso la playera era lo más fácil de hacer, pero lo que seguía le significaría un esfuerzo, estaba tan acostumbrado a la ayuda de Scott que no recordaba la última vez que se ponía solo su ropa interior y pantalón, el pensar en agacharse un poco le significaba un dolor, sus costillas no habían sanado del todo y ese movimiento sería difícil, sin embargo, no lo pensaría más, decidió que era momento de tener un poco de independencia, con mucho esfuerzo y algo de dolor lo hizo, fue una pequeña victoria ya que llevaba un tiempo sin hacerlo, Mitch levanto la cabeza y observo a Scott, este le respondió con una sonrisa.

-Bueno, te parece si subimos y desayunamos en la cocina o si quieres te lo puedo traer- pregunto Scott

-No, quiero desayunar contigo, así que a la cocina, de igual forma, tengo que subir por la terapia-

-Perfecto- respondió el rubio, quien se acercó a Mitch, tomo el oxígeno y lo ayudo a subir las escaleras, al subir Scott se detuvo un momento ya que Mitch le costaba mucho trabajo recuperar el aliento, subir esos escalones se habían vuelto en una tortura.

-Estas bien- pregunto Scott

Mitch tomo un momento para responder ya que trataba de tomar aire y llevarlo a sus pulmones –Voy a estarlo-

Mitch y Scott desayunaron y después de darle a Mitch todos sus medicamentos se dirigieron a la sala donde esperarían al terapeuta que ayudaría a Mitch, después de una medida hora de estar sentados revisando sus celulares, Scott escucho el timbre por lo que se levantó a abrir la puerta, un joven que no pasaba los 25 años, con cabello castaño y ojos verdes se presentó.

-Mucho gusto soy Beau, el terapeuta vengo a trabajar con Mitch-

-Por supuesto sigue- respondió Scott dirigiéndolo a la sala.

Mi Mejor AmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora