Capítulo 6

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Desde la distancia, Zelena se detuvo y observó cómo una mujer rubia se lanzaba a los brazos Ruby... Cómo sin dudarlo un momento, la camarera la pegó más a su cuerpo fundiéndose en un cariñoso abrazo.

Ambas se quedaron allí durante largos momentos que para la bruja se hicieron eternos. Ésta no podía moverse, algo le impedía reaccionar.

Tanto tiempo pasó mientra las observaba que la tormenta acabó por alcanzar la casa y una fuerte lluvia cayó sin compasión sobre los alrededores. Colándose a través de la ropa de Zelena, empapándola y haciendo que sus pies se encontrasen cada vez más hundidos en el fango, ella no se movía.

Por fin se separaron, pero la camarera agarró la muñeca de la rubia y la hizo entrar a la casa.

La pelirroja aún tardó unos minutos en reaccionar mientras observaba la puerta cerrada, pero cuando por fin salió de su ensimismamiento, la ira la invadió: Tanto tiempo preparándose y tan largo camino tirados a la basura. Tanto esfuerzo para que al final fuese otra quién se llevase la recompensa...

Si una cosa tenía clara la bruja es que no dejaría que ésta humillación ocurriese de nuevo. Ojalá Ruby hubiese disfrutado de la noche anterior, porque esa sería la última que pasarían juntas.

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-DOS SEMANAS DESPUÉS-


Al cruzar las pesadas puertas de roble, el cambio de ambiente resultó demasiado evidente: contra la total oscuridad y frialdad de las calles, el bar se encontraba tenuemente iluminado por una luz que creaba un juego de sombras y colores al chocar contra las botellas y vidrieras del lugar. Además, el vaivén de la gente proporcionaba cierta calidez junto con el sonido de la música y las conversaciones a bajo volumen.

Caminó hasta la barra a paso lento, observando aquello que la rodeaba y buscando con la mirada a quien la acompañaría esa noche. En cambio, sus ojos se posaron sobre los de una castaña que se encontraba en la esquina contraria del bar y que tampoco separaba su mirada de la de la pelirroja.

Su cabello largo caía en ondas rizosas sobre sus hombros y espalda, cubriendo ligeramente el vestido rojo que vestía esa noche. Sus ojos color chocolate hacían juego con su piel morena, y su maquillaje oscuro los hacia destacar... Se trataba de una mujer realmente hermosa, y no lo podía negar.

Zelena observó cómo la mujer bajaba la vista y sin pudor alguno recorría su cuerpo con la mirada... Cómo cuando sus ojos se volvieron a encontrar, la otra mujer sonrió satisfecha y se reclinó sobre el asiento invitándola a acercarse.

La bruja alzó una ceja, pero la actitud de esta muchacha la agradó tanto, que tras encargar su copa y por fin tenerla en la mano, se dirigió hacia la mesa de ésta.

Únicamente se encontraban ellas en aquella esquina del bar, por lo que tomó asiento justo al lado de la morena, quién aún la observaba con una sonrisa.

Pasaron los minutos y ninguna decía nada, no por lo menos hasta que ella decidió romper el silencio:

- ¿Acaso nos quedaremos calladas toda la noche, bonita?

Zelena cada vez se encontraba más sorprendida por ésta chica. No sólo por su actitud abierta y altanera, sino también por el sonido rasposo de su voz, un sonido que le agradó al instante.

- ¿Tienes algo interesante que contarme..."hermosa"?

La sonrisa de la castaña creció aún más al escuchar la respuesta de la bruja y con un brillo divertido en los ojos se acercó más a ella. Al parecer, la noche a penas había comenzado para ambas y apuntaba a ser muy interesante.

#WickedWolfWhere stories live. Discover now