Your Love Is My Everything

Capitulo 3- "Peter"

Capítulo 3:

-Hola, preciosa- dijo Peter mientras se sentaba al lado mío- Debo admitir que soy el chico más afortunado del salón.

-Peter, te agradecería que no me llames “preciosa” – le dije incómoda. No me gustaba tener que hacer un trabajo con él. No me gustaba que suelte piropos con los que seguramente hacia caer a cualquier chica. Tenía ganas de hacer muchos amigos en el Instituto, pero definitivamente no amigos como él, que seguramente, lo que menos querrían sería ser solo eso.- Empecemos con el trabajo y…

El chico puso su mano en el respaldo de mi silla y me acercó a él antes de que pudiera terminar de hablar.

-El trabajo, no lo vamos a terminar ahora, linda, por lo tanto nos tendremos que ver después.

Saqué con brusquedad su mano de mi asiento y volví a la posición en la que estaba antes.

-Te dije que no me llamaras “linda”, Peter.-le dije molesta.

-Mentira, dijiste que no te llamara “preciosa”- puntualizó señalándome con el dedo.

- Ni “linda”, ni “preciosa” ni ningún otro adjetivo. Mi nombre es Emma, para eso lo tengo.

-Un precioso nombre- añadió sonriendo.

Giré los ojos y me concentré en empezar a escribir el trabajo para adelantar todo lo posible. Quería estar el menor tiempo con él. Becca me advirtió que no es buena compañía y a mí tampoco me daba buena espina. Peter tamborileaba los dedos sobre el banco con un ruido que me molestaba, pero prefería no decirle nada con tal de que se quedara callado.

Cuando sonó el timbre, tomé rápidamente mis cosas y salí del aula. Cuando estaba por doblar la esquina para ir al comedor como habíamos acordado con Becca y Oliver alguien me jaló de la muñeca.

-Hey Emma, ¿Dónde vas? – dijo Peter con una sonrisa de galán en sus labios.

-Al comedor, me voy a encontrar con mis amigos, así que tengo que apurarme- le contesté. Quería que hablara rápido y me dejara marchar.

-Okey, ¿Cuándo y dónde lo hacemos?- dijo con un tono de perversión.

Me sonrojé al captar el doble sentido de sus palabras, pero también era algo que me hizo enojar.

-En la biblioteca- le dije secamente.

-En mi habitación- replicó con tono seguro.

-En la biblioteca-le repetí- Además, ahí tenemos los libros y las computadoras a mano.

-Como tú quieras, preciosa, ¿A las 7?

-Me parece bien.

-Te veré ahí Emma.

Esbocé una sonrisa falsa y volví a seguir mi camino hacia el comedor. El chico me ponía los pelos de punta y me incomodaba mucho con sus halagos.

Cuando entré, estaban Becca y Oliver sentados en una mesa y me hicieron señas en cuanto me vieron.

Tomé una bandeja con la comida y me dirigí hacia ellos.

-¡Emma!-dijo Becca cuando me vio- Dime que no ha abusado de tu espacio personal.

Hice una mueca.

-No, tranquila. Tenemos que vernos en la biblioteca a las 7 para terminar el trabajo.

-Te acompañaría, pero a las 7 tengo clases de música-contestó mi amiga pidiéndome perdón con la mirada.

-Y yo tengo entrenamiento-dijo Oliver.